Receta: Refrescante Lemonade de Frambuesa con Gas

Limonada de frambuesa con gas: receta práctica, consejos de técnica y variantes para servirla siempre burbujeante y equilibrada.

Una limonada con frambuesas frescas y un toque de gas: intensa en aroma, equilibrada en acidez y perfecta para los días cálidos. La preparo combinando puré de frambuesa, zumo de limón recién exprimido y una mezcla de azúcar y miel; el agua con gas se añade al final para mantener la efervescencia.

Ficha de la receta

Tiempo de preparación: 15 minutos. Listo en: 15 minutos.

Raciones: 5.

Calorías por ración: 227 kcal.

Esta ficha recoge los datos básicos para planificar la bebida. El tiempo corto refleja que la técnica principal es triturar y colar; no hay cocción. Las calorías incluyen el azúcar y la miel presentes en la receta, por eso conviene ajustar la cantidad de edulcorante si buscas una versión más ligera.

Como regla práctica, prepara el puré y la base con antelación si quieres ahorrar tiempo, pero guarda el agua con gas para el último momento: el gas se pierde rápido y la experiencia refrescante cambia por completo si se mezcla con demasiada antelación.

Ingredientes

  • 12 oz (aprox. 340 g) de frambuesas frescas
  • 1 cup (240 ml) de zumo de limón fresco, refrigerado
  • 1/2 cup (120 ml) de agua fría
  • 1/2 cup (100 g) de azúcar granulada (o al gusto)
  • 1/2 cup (170 g) de miel
  • 1 litro (33,8 oz) de agua con gas o club soda, fría
  • Hojas de menta fresca y hielo para servir

Cantidad y equivalencias

He mantenido las cantidades tal cual aparecen en la receta base: 12 oz de frambuesas para un sabor frutal marcado y 1 cup de zumo de limón para aportar la acidez necesaria. Si trabajas con unidades métricas, considera que 12 oz equivale aproximadamente a 340 g de frambuesas y 1 cup a 240 ml.

Si necesitas calcular los limones, ten en cuenta que para obtener 1 cup (240 ml) de zumo suelen hacerse falta alrededor de 6 limones medianos; yo suelo comprar uno o dos extras por si alguno está menos jugoso. Es mejor un poco más de zumo que quedarte corto, ya que el equilibrio entre ácido y dulce es la clave del éxito.

El azúcar y la miel suman dulzor y estructura: la receta especifica 1/2 cup de cada uno, aunque el azúcar figura como “al gusto”. Si prefieres menos dulce, reduce el azúcar y ajusta con miel sólo hasta conseguir el punto que te satisfaga. La mermelada natural que se forma con el puré de frambuesas también aporta azúcares naturales.

Sustituciones y ajustes

Si no tienes frambuesas frescas, puedes usar frambuesas congeladas descongeladas; el sabor será similar, aunque la textura del puré puede quedar algo más acuosa. Para otras bayas, como fresas o moras, es imprescindible reducir la cantidad de edulcorante si la fruta es muy dulce; en la receta base ya recuerdo que las variantes afectan al ajuste de azúcar.

El agua con gas puede sustituirse por agua fría si buscas una versión sin burbujas. Ten presente que la carbonatación aporta percepción de frescor sin modificar el perfil de sabores; eliminarla no cambia la receta, pero sí la experiencia sensorial.

Para una versión menos calórica puedes reducir el azúcar y la miel y compensar con más puré de frambuesa para mantener la intensidad frutal. Evita sustitutos con sabores químicos: en una bebida tan simple, cada ingrediente se nota.

Preparación paso a paso

  1. Coloca las frambuesas en un procesador de alimentos o licuadora y pulsa hasta obtener un puré homogéneo.
  2. Pasa el puré por un colador fino sobre un bol, presionando con el dorso de una cuchara para extraer todo el jugo y separar las semillas.
  3. En una jarra grande, bate el agua fría con el azúcar hasta que el azúcar se disuelva por completo.
  4. Añade la miel y mezcla hasta integrar.
  5. Incorpora el puré de frambuesa y el zumo de limón; mezcla con movimientos suaves para que la mezcla quede homogénea.
  6. Justo antes de servir, añade el agua con gas fría y remueve una vez con cuidado. Sirve con hielo y hojas de menta.

Técnica y texturas: cómo conseguir un puré limpio

El paso crítico es colar el puré. Las frambuesas tienen semillas muy finas que condicionan la textura. Yo siempre uso un colador de malla fina y presiono con una espátula de silicona, moviendo en círculos para extraer el máximo de jugo sin arrastrar demasiada pulpa.

Si no dispones de procesador, puedes aplastar las frambuesas en un bol con un tenedor o un machacador de patatas; funcionará, aunque el puré será menos fino y llevará más tiempo colarlo. La idea es separar semillas de jugo y pulpa, dejando una base lisa y sedosa para la limonada.

Para un resultado aún más claro, deja reposar el puré en la nevera unos minutos antes de colar: la pulpa se asienta y es más sencillo verter el líquido sin arrastrar restos.

Errores comunes y cómo evitarlos

Uno de los errores habituales es añadir el agua con gas antes de tiempo. Si lo haces, la bebida pierde efervescencia y resulta menos refrescante. Por eso insisto: añade el gas en el último momento y remueve sólo una vez.

Otro fallo frecuente es no disolver bien el azúcar. En una jarra con agua fría puede tardar; remueve hasta que el azúcar desaparezca visualmente. Si quieres acelerar el proceso, disuelve el azúcar en una pequeña cantidad de agua tibia y deja enfriar antes de añadirlo al resto.

También ocurre que se mida el dulzor por ojo. Recomiendo probar la mezcla antes de incorporar el agua con gas: ajusta azúcar o miel a tu gusto en ese punto, teniendo en cuenta que la carbonatación reduce ligeramente la percepción del dulzor.

Notas, variantes y conservación

Esta limonada admite pequeñas variaciones sin perder su esencia. Puedes jugar con la relación azúcar-miel, o sustituir parte del azúcar por un edulcorante natural si buscas reducir calorías, siempre ajustando a tu paladar. La menta fresca aporta un contraste aromático que realza la frambuesa.

Si quieres una versión alcohólica para adultos, incorpora la bebida alcohólica justo antes de servir; no recomiendo mezclarla con antelación si la bebida debe conservar gas. Pero si prefieres mantener la receta sin alcohol, la versión básica ya es muy completa y refrescante.

Para servir en una reunión, prepara la base (puré, azúcar disuelto, miel y zumo de limón) con antelación y conserva en la nevera. Añade el agua con gas y el hielo en el momento de servir para que la bebida llegue burbujeante y fresca a la mesa.

Detalles sobre variantes

Si optas por otras bayas, ajusta el azúcar según la dulzura intrínseca de la fruta. Con fresas puede bastar menos azúcar; con moras, que son más ácidas, quizás convenga mantener la cantidad original. Yo pruebo siempre antes de añadir el agua con gas para equilibrar con precisión.

Otra variante es sustituir parte de la miel por sirope simple (azúcar disuelto en agua). La miel aporta matices florales; el sirope simple da una sensación más neutra y ligera. Escoge según el perfil de sabor que busques.

Para una presentación diferente, sirve la limonada en vasos altos con un toque de puré de frambuesa en el fondo y añade la mezcla filtrada por encima: la estética es atractiva y el sabor sigue siendo el mismo.

Conservación práctica

La mezcla base (sin el agua con gas) se conserva en la nevera hasta 48 horas en un recipiente cerrado. Pasado ese tiempo la frambuesa puede empezar a fermentar ligeramente o perder frescura. Siempre huele y prueba antes de servir si la tienes más tiempo almacenada.

Una vez añadido el agua con gas, lo ideal es consumir la limonada en el momento. Si sobra, la bebida seguirá siendo segura pero perderá fizz; guárdala en una botella cerrada en la nevera y consúmela en las siguientes 12 horas.

El hielo conviene añadirlo sólo en el vaso para evitar aguar la jarra si no se va a consumir enseguida. Y la menta, si la pones dentro de la jarra, debe ser fresca y en cantidad moderada para que no domine la frambuesa y el limón.

Tabla nutricional

Concepto Por ración
Calorías 227 kcal
Grasas 1 g (2%)
Grasa saturada 1 g (6%)
Sodio 44 mg (2%)
Potasio 171 mg (5%)
Hidratos de carbono 59 g (20%)
Fibra 5 g (21%)
Azúcares 52 g (58%)
Proteína 1 g (2%)
Vitamina A 22 IU (0%)
Vitamina C 37 mg (45%)
Calcio 32 mg (3%)
Hierro 1 mg (6%)

Los porcentajes se calculan sobre una dieta de referencia de 2000 kcal. Ten en cuenta que el contenido de azúcares proviene tanto del azúcar y la miel añadidos como de los azúcares naturales de la frambuesa y el limón.

Interpretación de los valores

La bebida es relativamente energética por la presencia de azúcar y miel: 227 kcal por ración la sitúan como un acompañamiento más que como una bebida de consumo continuo para dietas hipocalóricas. Si planeas servirla en una comida, ten en cuenta esta aportación.

La fibra aportada por la frambuesa (aprox. 5 g) es un valor positivo: ayuda a compensar el contenido de azúcares simples y aporta sensación de saciedad. Además, la vitamina C del limón contribuye a un perfil nutricional más interesante que las bebidas comerciales azucaradas.

Si quieres reducir las calorías, lo más efectivo es bajar la cantidad de azúcar y miel. Mantén suficiente fruta para conservar el carácter natural de la limonada y compensa el dulzor con más puré de frambuesa si es necesario.

Preguntas frecuentes

¿Es imprescindible colar el puré de frambuesa?

Sí, colar es importante si buscas una textura lisa y agradable. Las frambuesas contienen semillas finas que resultan poco atractivas en la bebida.

El colado con un tamiz fino deja una base sedosa y permite controlar mejor la proporción de pulpa en la mezcla. Si prefieres una textura rústica, puedes omitir este paso, pero la experiencia será distinta.

Yo siempre cuelo: es un gesto sencillo que eleva el resultado final.

¿Puedo preparar la limonada con antelación?

Puedes preparar la base (puré, azúcar disuelto, miel y zumo) con antelación y conservarla en la nevera hasta 48 horas. Añade el agua con gas justo antes de servir.

Si mezclas todo con gas y lo guardas, la bebida perderá efervescencia rápidamente. Para invitados, prepara la base y monta en el último momento.

El hielo en la jarra tiende a aguar la mezcla si se deja mucho rato; conviene añadirlo sólo en los vasos.

¿Se puede usar edulcorante en lugar de azúcar y miel?

Se puede, pero el perfil de sabor cambia. La miel aporta matices florales que no dan los edulcorantes artificiales.

Si reduces calorías con edulcorantes, prueba en pequeñas cantidades y ajusta al gusto. Mantén el puré de frambuesa para conservar cuerpo y fruta.

Personalmente prefiero mantener algo de miel para redondear el sabor, aunque en pequeñas proporciones.

¿Cuántos limones necesito para 1 cup de zumo?

Para obtener aproximadamente 1 cup (240 ml) de zumo suelen necesitarse unos 6 limones medianos. Es buena práctica comprar uno o dos limones extra por si alguno está menos jugoso.

Exprimir los limones justo antes de usar mejora notablemente el aroma y la frescura de la bebida. El zumo embotellado no aporta la misma vivacidad.

Si te sobra zumo, guárdalo en un recipiente hermético en la nevera y utilízalo en 24 horas para conservar su frescura.

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Lucia Gomez

Lucía Gomez es cocinera doméstica avanzada y redactora gastronómica centrada en cocina accesible: rápidas, saludables, repostería y batch cooking. Su metodología prioriza ingredientes asequibles, técnicas replicables y tiempos verificados en cocina real. Cada receta incluye lista de ingredientes clara, pasos numerados, variantes por alergias o preferencias y consejos de presentación sin artificios. Lucía dirige la línea editorial de fichas “smart” con tarjeta de información (porciones, tiempos, conservación) y tablas de nutrición aproximada. Apuesta por la recuperación de recetas tradicionales con enfoques modernos (airfryer, olla lenta) y por minimizar desperdicio con reaprovechamientos. Su comunidad valora su tono cercano, los resultados consistentes y su obsesión por testear medidas y horneados para evitar errores comunes.

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