Esta versión de la sopa Avgolemono reúne todo lo esencial: caldo sabroso, arroz que aporta cuerpo, pollo tierno y la acidez brillante del limón que, al mezclarse con huevos, crea una textura sedosa sin necesidad de crema. La receta es sencilla, reconfortante y perfecta para una cena ligera o para recuperarse cuando uno no se encuentra del todo bien.
Ficha de la receta
Preparación: 20 minutos.
Cocción: 30 minutos.
Listo en: 45 minutos.
Raciones: 5.
Calorías por ración: 338 kcal.
La textura característica de esta sopa proviene de dos elementos: el almidón del arroz y la emulsión de huevos con limón. Trabajo siempre con caldo de pollo bajo en sodio o casero cuando es posible; me permite ajustar el punto de sal sin enmascarar la luminosidad del limón. La receta rinde aproximadamente 9 tazas de sopa, suficiente para varias raciones o para guardar restos que luego se rehidratan bien al calentarlas.
Mi consejo práctico: controla la intensidad del hervor durante los últimos minutos de cocción para evitar que el arroz se rompa demasiado; debe quedar tierno pero íntegro. Si prefieres una sopa más ligera, añade caldo adicional al final; si buscas una versión más densa, deja reposar la sopa unos minutos para que el arroz suelte más almidón.
Ingredientes
El éxito de esta Sopa Avgolemono reside en ingredientes sencillos y en la técnica. Uso aceite de oliva virgen extra para el sofrito porque aporta un punto de riqueza sin dominar el limón. Recomiendo emplear las porciones blancas y verde claro de la cebolleta para un sabor más marcado; la parte verde oscura aporta textura cuando se añade fresca al final.
En cuanto al arroz, el arroz jasmine da un ligero aroma y se cocina un poco más rápido, pero el arroz largo blanco funciona perfectamente. La combinación de huevos enteros y yemas aumenta la cremosidad y reduce la posibilidad de que la sopa quede demasiado líquida. Conserva el equilibrio entre limón y huevo: demasiado limón puede «cortar» la emulsion, por eso templamos las yemas con caldo caliente antes de incorporarlas.
Si quieres añadir más verdura para un plato más completo, las zanahorias y el apio son las opciones clásicas; saltéalas al principio para que la sopa mantenga su sabor y textura. También indico alternativas y cantidades concretas en la lista de ingredientes para que puedas seguir la receta al pie de la letra.
- 1 cucharada (Tbsp) de aceite de oliva virgen extra, más para servir si se desea.
- 1 taza de cebolleta/chalota verde picada (preferiblemente las partes blancas y verdes claras).
- 1 cucharada de ajo picado (aprox. 3 dientes).
- 7 tazas de caldo de pollo bajo en sodio (añadir más para ajustar la textura).
- 3/4 taza de arroz jasmine o arroz blanco largo.
- 1 cucharadita de orégano seco.
- 2 hojas de laurel (frescas o secas).
- Sal y pimienta negra al gusto.
- 3 tazas de pollo cocido desmenuzado (por ejemplo pollo rostizado).
- 1 1/2 cucharaditas de ralladura de limón fresca.
- 2 huevos grandes.
- 2 yemas grandes.
- 1/3 taza de zumo de limón fresco.
- 2 cucharadas de perejil fresco picado y/o 1 cucharada de eneldo picado, al gusto.
Elaboración
Presento la elaboración en dos formatos: primero la explicación detallada y luego los pasos numerados claros. Trabajo siempre por fases: crear la base aromática, cocer el arroz en caldo, preparar la emulsión de huevo y limón, y por último ligar todo con el pollo y las hierbas.
Antes de empezar asegúrate de tener el zumo de limón, las yemas y los huevos listos y un cazo con un poco de caldo caliente para templar las yemas: la temperatura es clave para evitar que los huevos cuajen. Vigila también la cocción del arroz según el tipo que uses: para arroz jasmine cuenta con unos 15 minutos; para arroz blanco largo, hasta 20 minutos aproximadamente.
Al terminar, aparta la olla del fuego al añadir la mezcla de huevo y limón y remueve con constancia mientras incorporas la mezcla templada; así la sopa alcanza su textura sedosa sin cuajarse. Si te sobra intensidad de limón, corrige con más caldo o una pizca de sal; si te falta sabor, añade ralladura y comprueba de nuevo.
Sofrito y base de la sopa
Calienta la cucharada de aceite de oliva en una olla amplia a fuego medio. Añade la cebolleta picada y el ajo y sofríe brevemente, alrededor de 30 a 60 segundos, hasta que desprendan aroma pero sin dorar. Evita la sobrecocción del ajo; el objetivo es que aporte perfume sin amargor.
Incorpora el caldo de pollo y sube el fuego hasta llevar a ebullición. En este punto añado las hojas de laurel y el orégano; estas notas herbales se integran durante la cocción del arroz, aportando fondo sin robar protagonismo al limón.
Si decides incorporar zanahoria y apio como variante más vegetal, saltéalos primero —aprox. 6 minutos— antes de añadir la cebolleta y el ajo. Esto suaviza las verduras y evita que la sopa quede acuosa; además, el sabor se vuelve más complejo y nutritivo.
Cocción del arroz y añadido del pollo
Cuando el caldo hierve, añade el arroz y reduce a fuego medio‑bajo. Cubre la olla y cocina removiendo de vez en cuando para que el arroz no se pegue al fondo. Ten en cuenta los tiempos: 15 minutos para jasmine, 20 minutos para arroz blanco.
Tras el tiempo de cocción, el arroz debe estar tierno pero mantener su forma. Si lo prefieres más deshecho para una textura más tipo crema, deja unos minutos adicionales y remueve con más frecuencia. Las 3 tazas de pollo ya cocido se incorporan al final para que se calienten sin secarse.
Si usas arroz integral o precocido, adapta el tiempo: el arroz integral debe estar ya cocido por separado antes de añadirlo; el arroz precocido se incorpora al final y necesita apenas 3–5 minutos para integrarse con el caldo caliente.
Emulsionar las yemas y ligar la sopa
En un bol mediano bate los 2 huevos enteros, las 2 yemas y el zumo de 1/3 taza de limón hasta que la mezcla esté espumosa (unos 60 segundos). Esta aireación ayuda a homogeneizar y a que la yema ligue mejor con el caldo.
Templa la mezcla: con una cuchara o un cucharón, añade lentamente 1 taza de caldo caliente al bol mientras no dejas de batir. Este paso eleva la temperatura de las yemas sin cocinarlas, imprescindible para que no se formen hebras de huevo en la sopa.
Con la olla retirada del fuego (o a mínimo calor), incorpora la mezcla templada mientras remueves constantemente. Añade el pollo y la ralladura de limón. Devuélvela a fuego bajo solo el tiempo justo para que la sopa espese ligeramente, un minuto o dos. Remueve sin cesar: es la manera de obtener esa textura sedosa que define el avgolemono.
Acabado, hierbas y ajuste final
Una vez ligada la sopa, prueba y corrige de sal y pimienta. Si la sensación es demasiado ácida, aligera con caldo adicional. Si queda demasiado espesa tras reposar, ajusta con caldo caliente hasta la textura deseada.
Incorpora perejil picado y/o eneldo al final para conservar su color y frescura. Yo suelo añadir una cucharada de eneldo y dos de perejil cuando quiero un final más aromático; si prefieres que el limón sea la estrella, puedes omitir las hierbas.
Sirve la sopa caliente y, si lo deseas, un chorrito de aceite de oliva crudo en cada ración aporta un brillo y sensación de mayor untuosidad.
- Calienta 1 cucharada de aceite en una olla grande y sofríe 1 taza de cebolleta picada y 1 cucharada de ajo picado 30–60 segundos.
- Añade 7 tazas de caldo de pollo y lleva a ebullición.
- Incorpora 3/4 taza de arroz, 1 cucharadita de orégano, 2 hojas de laurel, sal y pimienta; reduce el fuego, tapa y cocina hasta que el arroz esté tierno (15 min para jasmine, 20 min para arroz blanco).
- En un bol bate 2 huevos, 2 yemas y 1/3 taza de zumo de limón hasta espumar. Tempera con 1 taza de caldo caliente, batiendo sin parar.
- Mezcla 3 tazas de pollo cocido desmenuzado y 1 1/2 cucharaditas de ralladura de limón. Retira la olla del fuego y, removiendo, incorpora la mezcla de huevo. Vuelve a fuego bajo y cocina 1–2 minutos removiendo hasta espesar ligeramente.
- Rectifica de sal, añade 2 cucharadas de perejil picado y/o 1 cucharada de eneldo y sirve.
Notas, variantes y conservación
Añadir verduras: si quieres una versión más completa, incorpora 1 taza de zanahoria picada y 1 taza de apio picado. Saltéalos durante 6 minutos antes del resto del sofrito y aumenta el caldo a 8 tazas para mantener la proporción correcta entre líquido y arroz.
Arroz integral y precocinado: el arroz integral necesita más tiempo y, por tanto, recomiendo cocerlo aparte y añadirlo ya cocido al final; de lo contrario el grano tardará en ablandarse y la textura puede quedar irregular. Si empleas arroz precocido, añádelo en los últimos 5 minutos para que se caliente sin deshacerse.
Consejo para la textura: yo prefiero que el arroz aporte cuerpo pero no domine; si busca una sopa muy ligera, sustituye parte del arroz por más caldo y reduce ligeramente las yemas, ajustando siempre al probar.
Conservación en fresco: guarda la sopa en un recipiente hermético en el frigorífico hasta 3 días. Deja que se enfríe ligeramente antes de cerrarla para evitar condensación excesiva.
Congelación: esta receta congela bien. Reparte en recipientes herméticos y congela hasta 3 meses. Descongela siempre en la nevera durante la noche antes de recalentar.
Recalentado: para recalentar, prefiero hacerlo a fuego bajo en una olla removiendo con frecuencia para evitar que las yemas cuajen. Si usas microondas, calienta a potencia media (50%) y remueve a intervalos cortos hasta alcanzar la temperatura deseada.
Errores frecuentes: el más habitual es verter la mezcla de huevo demasiado rápido o con la sopa demasiado caliente, lo que provoca cuajado. Temperar con caldo y añadir con la olla fuera del fuego reduce ese riesgo. Otro fallo es no ajustar el punto de sal después de añadir limón; siempre pruebo y rectifico al final.
Tabla nutricional
Valores aproximados por ración (basados en la receta tal cual):
| Concepto | Cantidad |
|---|---|
| Calorías | 338 kcal |
| Grasas | 10 g (Saturadas 2 g) |
| Colesterol | 223 mg |
| Sodio | 924 mg |
| Potasio | 698 mg |
| Hidratos de carbono | 27 g (Fibra 1 g, Azúcares 2 g) |
| Proteína | 35 g |
| Vitamina A | 564 IU |
| Vitamina C | 14 mg |
| Calcio | 83 mg |
| Hierro | 2 mg |
Ten en cuenta que estas cifras son estimadas y dependen del tipo de ingredientes utilizados (por ejemplo, la cantidad de sal del caldo o el tamaño del pollo). Si precisas valores exactos por motivos dietéticos, conviene calcularlos con los productos concretos que utilices.
Preguntas frecuentes
¿Cómo evito que las yemas se cuajen?
El método infalible es templar las yemas: batir los huevos con el zumo de limón hasta que estén espumosos y, a continuación, añadir lentamente una taza de caldo bien caliente mientras bates. Esto eleva la temperatura gradualmente y evita que se formen hebras al incorporarlas a la olla.
Otro aspecto importante es retirar la olla del fuego cuando viertas la mezcla y volver a ponerla a fuego muy bajo solo el tiempo necesario para que espese ligeramente. Mantener la sopa en ebullición después de añadir las yemas suele provocar cuajado.
Por último, remueve sin cesar durante el añadido y los minutos siguientes; la fricción y el movimiento homogéneo ayudan a distribuir el calor y a crear una textura lisa y aterciopelada.
¿Es esta sopa apta para celiacos (sin gluten)?
Sí, la receta es naturalmente libre de gluten, siempre que verifiques que todos los productos que utilices (caldo comercial, condimentos preparados, etc.) estén certificados sin gluten y no haya riesgo de contaminación cruzada en tu cocina.
Si preparas el caldo en casa controlas totalmente los ingredientes y es la opción más segura. En establecimientos comerciales, revisa las etiquetas o elige productos específicamente etiquetados como sin gluten.
Además, si añades acompañamientos industriales (pan, pitas, etc.), procura que también sean sin gluten para que la comida completa sea segura.
¿Puedo hacer la versión más saludable?
Para una versión con más fibra y vitaminas incorpora 1 taza de zanahoria picada y 1 taza de apio picado salteados al inicio; también puedes usar arroz integral pre‑cocido en lugar de arroz blanco. Ten en cuenta que el arroz integral debe estar cocido con antelación y se añade al final para que no aumente en exceso el tiempo de cocción de la sopa.
Otro ajuste es emplear menos yemas y más claras si deseas reducir colesterol, o preparar caldo muy bajo en sodio para controlar la sal. Estas modificaciones cambian ligeramente la textura, por eso es importante ajustar la proporción de líquido y el tiempo de reposo.
Si buscas más proteína, aumenta ligeramente la cantidad de pollo ya cocido; si prefieres reducir calorías, disminuye el aceite de oliva final al servir.
¿Se puede congelar y cómo se recalienta mejor?
Sí, la sopa se congela bien. Reparte porciones en recipientes herméticos y congela hasta 3 meses. Para conservar la mejor textura, reduce la cantidad de caldo si piensas congelar porciones muy grandes.
Descongela en la nevera durante la noche. Para recalentar, prefiero hacerlo en una olla a fuego bajo removiendo con frecuencia; el microondas funciona en porciones individuales, calentando al 50% de potencia y removiendo en intervalos para evitar que las yemas cuajen.
Tras recalentar, ajusta la consistencia con un poco de caldo caliente si es necesario y refresca con un poco de hierbas frescas para devolver intensidad aromática.







