Sopa cremosa, sabrosa y reconfortante que combina el dulce del maíz con toques mexicanos: tomates asados, chiles verdes y especias que realzan sin tapar el protagonismo del maíz. La preparo con maíz congelado para disfrutarla todo el año y con pollo desmenuzado para que sea una comida completa y saciante.
Ficha rápida
Raciones: 6
Preparación: 15 minutos
Cocción: 20 minutos
Listo en: 35 minutos
Calorías por ración: 662 kcal
En esta ficha incluyo los datos esenciales para planificar la comida: el tiempo realista que suelo tardar y las raciones habituales. Si necesitas adaptar la cantidad, multiplica o divide todos los ingredientes de manera proporcional; el espesor final puede variar según la cantidad de leche o caldo que prefieras.
El tiempo de cocción indicado considera que el sofrito de cebolla y pimiento se ablanda sin dorarse en exceso, lo que ofrece una base dulce y suave para la crema. En caso de usar maíz fresco en temporada, añade el maíz cuando el sofrito esté casi listo y cocínalo un poco antes de incorporar los líquidos para extraer sabor.
Nota sobre las calorías: el valor declarado corresponde a la ración tal cual está formulada; si moderas la cantidad de queso o sustituyes la nata o leche entera, las calorías por ración disminuirán.
Ingredientes
Lista completa
5 cucharadas de mantequilla, cortada en porciones pequeñas.
1 cebolla amarilla mediana, picada (aprox. 1 1/2 tazas).
1 pimiento rojo mediano, picado (aprox. 1 taza).
4 dientes de ajo, picados finamente (aprox. 1 1/2 cucharadas).
5 cucharadas de harina de trigo (todo uso).
3 tazas de leche entera.
3 tazas de caldo de pollo bajo en sal.
1 lata (410 g aprox.) de tomates en dados asados al fuego.
1 bolsa (410 g aprox.) de maíz congelado tipo petite (aprox. 3 tazas).
1 lata (200 g aprox.) de chiles verdes suaves.
1 1/2 cucharadita de comino molido y 1 1/2 cucharadita de chile ancho en polvo.
Sal y pimienta negra recién molida al gusto.
1 lata (410 g aprox.) de frijoles negros, escurridos y enjuagados.
2 1/2 tazas de pollo rostizado cocido y desmenuzado.
1 1/2 tazas de queso cheddar o monterey jack rallado (o mezcla).
1/3 taza de cilantro picado y 1 aguacate, cortado en cubos para servir.
Por qué funcionan estos ingredientes
La mantequilla, la cebolla y el pimiento forman la base aromática y aportan dulzura y grasa necesarias para la textura cremosa. Saltear despacio permite que las verduras se ablanden sin amargar, y es la fase que da profundidad a la sopa.
La harina actúa como espesante suave cuando se rehoga con la grasa; al añadir leche y caldo se transforma en una salsa cremosa que envuelve el maíz y el resto de ingredientes. Usar leche entera eleva la cremosidad, aunque se puede ajustar según preferencias dietéticas.
El maíz congelado mantiene su dulzor y textura si se añade en el punto adecuado. Los tomates asados y los chiles verdes introducen la nota mexicana: acidez y matiz ahumado que equilibran la riqueza láctea. El pollo y los frijoles aportan proteína y convierten la crema en plato principal.
Sustituciones y ajustes prácticos
Si buscas reducir grasa, sustituyo hasta la mitad de la leche entera por caldo adicional y corto algo de queso. Para veganos, cambiando mantequilla por aceite y la leche por una bebida vegetal no demasiado ligera, la textura cambia pero se mantiene interesante; omitir el pollo y usar más frijoles compensa la proteína.
Si prefieres más picante, aumento gradualmente el chile ancho o añado una pizca de chipotle en polvo; si quieres sabor más marcado a queso, empleo cheddar curado en vez de suave. Para un toque fresco final, el cilantro y el aguacate son imprescindibles en mi opinión.
Cuando no tengo pollo rostizado, pocho y desmenuzo pechuga de pollo en la misma cazuela; suele tardar unos minutos adicionales y aporta jugos al caldo. También puedes usar restos de pollo asado para acelerar el proceso.
Preparación
Antes de empezar
Preparo todos los ingredientes antes de encender el fuego: pico la cebolla y el pimiento, pelo y pico el ajo, rallo el queso y tengo el pollo y los frijoles listos. Tener todo a mano simplifica la cocción y evita que algo se pase de punto.
Aseguro que la mantequilla esté fría y cortada en porciones para que se funda de forma uniforme en la cazuela; esto facilita el rehogado y evita que se queme. Si usas una cazuela amplia, el calor se distribuye mejor y el sofrito se integra sin apelmazarse.
Si trabajas con maíz fresco, desgrana las mazorcas antes y reserva; en verano lo añado previamente para que suelte jugo y concentre dulzor. Con maíz congelado, no hace falta descongelar, lo añado directamente cuando indique la receta.
Paso a paso
1. Fundir la mantequilla a fuego medio en una cazuela grande. Añadir la cebolla y el pimiento; pochar hasta que estén blandos, aproximadamente 10 minutos. Este proceso desarrolla dulzor y suaviza las verduras.
2. Incorporar el ajo y saltear 1 minuto más para que libere su aroma sin quemarse. Espolvorear la harina y cocinar un minuto adicional; esto cocina la harina y evita sabor a crudo en la crema.
3. Mientras remuevo con varillas, verter la leche y el caldo de pollo para deshacer los grumos. Agregar los tomates asados, el maíz congelado, los chiles verdes, el comino y el chile ancho. Ajustar de sal y pimienta.
4. Llevar a un hervor suave, removiendo con frecuencia para que la mezcla espese de manera homogénea. Añadir los frijoles negros y dejar que se calienten a fuego lento; en este punto la sopa adquirirá cuerpo y todos los sabores se integrarán.
5. Retirar del fuego y mezclar el pollo desmenuzado, el queso rallado y el cilantro. Servir caliente, coronado con dados de aguacate. El queso se funde con el calor residual y crea una textura sedosa.
Notas, variantes y conservación
Toppings y ajustes al servir
Me gusta acompañar la crema con trozos de aguacate para frescura y una textura cremosa que contrasta con la sopa caliente. También pruebo con totopos triturados para un crujiente agradable.
Otras opciones de cobertura que funcionan bien son crema agria, un chorrito de lima para acidificar ligeramente o más queso rallado —incluso queso fresco desmenuzado para un contraste suave. Añade una pizca de chile en polvo si buscas acentuar el picante.
Si prefieres una crema más homogénea, paso parte de la sopa por la batidora y devuelvo la mezcla a la cazuela; conservo trozos de maíz y pollo para dar textura. Yo lo hago con moderación para no perder la rusticidad del plato.
Variantes y adaptaciones
Para una versión vegetariana aumento la cantidad de frijoles y añado más verduras como calabacín o patata para aportar cuerpo. Sustituir la leche por una bebida vegetal espesa reduce lácteos, aunque la experiencia de sabor cambia.
Si buscas un perfil más ahumado, añade pimentón ahumado o emplea tomates asados con más intensidad; para un sabor más intenso a queso, uso una mezcla de cheddar curado y monterey jack. Ajusto las especias gradualmente para evitar exceder el picante.
En ocasiones preparo esta crema con maíz a la parrilla en verano; el toque de carbón eleva el plato y lo convierte en una versión estival muy apetecible. En invierno empleo el maíz congelado para mantener consistencia y tiempo de preparación corto.
Conservación y recalentado
La crema se conserva en el frigorífico hasta 3-4 días en un recipiente hermético. Antes de guardar, espero a que pierda calor para evitar condensación excesiva en el envase.
Al recalentar, uso fuego medio-bajo y remuevo con frecuencia; si se ha espesado demasiado añado un chorrito de caldo o leche para recuperar la textura. Evita hervir con fuerza para que el queso no se vuelva grumoso.
También se puede congelar sin el aguacate y el cilantro fresco; en este caso congelo porciones en recipientes herméticos hasta 2 meses. Descongelo en el frigorífico y recaliento lentamente, ajustando el líquido si hace falta.
Información nutricional
Valores por ración y consideraciones
Calorías: 662 por ración. Este valor refleja la formulación tal cual, con leche entera, queso y pollo rostizado; reduce el queso o sustituye la leche por opciones menos calóricas para bajar la cifra.
Grasas totales: 30 g, de las cuales saturadas 15 g. El contenido de colesterol se sitúa en 116 mg y la sal en 625 mg por ración; ajustar el caldo por uno sin sal o reducir el queso ayuda a contener sodio y grasas saturadas.
La receta ofrece 35 g de proteína y 12 g de fibra por ración gracias al pollo y los frijoles, lo que la convierte en una preparación saciante y equilibrada desde el punto de vista proteico y de fibra.
| Componente | Cantidad por ración |
|---|---|
| Calorías | 662 kcal |
| Grasas | 30 g |
| Grasas saturadas | 15 g |
| Colesterol | 116 mg |
| Sodio | 625 mg |
| Potasio | 1152 mg |
| Hidratos de carbono | 58 g |
| Fibra | 12 g |
| Azúcares | 12 g |
| Proteínas | 35 g |
| Vitamina A | 2240 IU |
| Vitamina C | 54.4 mg |
| Calcio | 422 mg |
| Hierro | 4.4 mg |
Recordatorio: los valores son estimaciones. Si sigues una dieta concreta, ajusta ingredientes y cantidades conforme a tus necesidades.
Preguntas frecuentes
Respuestas clave sobre la preparación
¿Puedo usar maíz fresco? Sí, en temporada añádelo pre-cocinado al sofrito para que suelte jugo y concentre dulzor. Con maíz congelado, añádelo directamente y cocina hasta que esté tierno.
¿Se puede prescindir del queso? Se puede, pero la textura y el sabor cambiarán. Para compensar, aumenta ligeramente la cantidad de caldo y añade un golpe de crema o un queso fresco al servir.
¿Qué hago si la sopa queda demasiado espesa? Incorpora caldo o leche caliente poco a poco mientras remueves hasta alcanzar la consistencia deseada. Evita añadir demasiado líquido de golpe para no diluir sabor.
- ¿Puedo anticiparla? Sí: conserva en frío y recalienta despacio; añade aguacate y cilantro frescos al servir.
- ¿Sustitutos del pollo? Usa más frijoles o verduras asadas si prefieres una versión sin carne.
- ¿Se puede congelar? Sí, mejor sin aguacate; descongela en frigorífico y recalienta a fuego medio.
Con estas pautas tendrás una crema de maíz mexicana tal y como me gusta prepararla: fácil, adaptable y llena de sabor sin complicaciones.







