Receta: Quiche al horno con jamón y queso

Quiche clásica de jamón y queso: base hojaldrada, relleno cremoso y consejos prácticos para masa, horneado, variantes y conservación. Ideal para brunches y comidas familiares.

Tiempo de preparación: 1 hora

Tiempo de cocción: 1 hora 30 minutos

Reposo / Enfriado: 1 hora 20 minutos

Tiempo total: 3 horas 50 minutos

Raciones: 8

Calorías por ración: 489 kcal

Esta quiche al horno con jamón y queso es una receta clásica que me gusta por su contraste entre una base hojaldrada y un relleno cremoso y sabroso. Es perfecta para un brunch o una comida ligera: se prepara con una masa quebrada sencilla y una mezcla de huevo y nata que admite múltiples variaciones. A lo largo de la receta explico con detalle la técnica de la masa, los tiempos de horneado y alternativas prácticas para simplificarla sin perder resultado.

Ingredientes y por qué los elijo

He dividido los ingredientes en dos bloques: la masa y el relleno. En la masa uso harina sin blanquear porque aporta mejor sabor y una textura más equilibrada; la pequeña cantidad de azúcar ayuda a dorar ligeramente la corteza sin convertirla en algo dulce. La mantequilla muy fría es el punto clave: mantiene pequeños trozos de grasa en la harina que, al hornearse, generan capas y ese tacto hojaldrado y crujiente que busco siempre.

Para el relleno mantengo una relación de huevos y nata que funciona especialmente bien: 5 huevos por 1 1/4 tazas de nata (heavy cream). Esa proporción da una textura rica y suave sin ser excesivamente líquida. Uso jamón picado como ingrediente principal porque aporta salinidad y cuerpo; un queso fundente (cheddar, suizo o gruyère) añade sabor y ayuda a que la quiche mantenga su estructura al cortar.

Prefiero cebollino y perejil fresco para un punto herbáceo que no compite con el jamón ni con el queso. La sal y la pimienta se ajustan a gusto, teniendo en cuenta que el queso y el jamón ya son salados: yo suelo salar con moderación y rectificar al final si es necesario.

  • Masa
    • 1 1/4 cups (177 g) de harina de trigo todo uso sin blanquear
    • 1/2 cucharadita de azúcar
    • 1/2 cucharadita (escasa) de sal
    • 10 cucharadas (141 g) de mantequilla sin sal, muy fría, en cubos
    • 2–4 cucharadas de agua helada
  • Relleno
    • 5 huevos grandes
    • 1 1/4 tazas de nata para montar (heavy cream) — puede sustituirse por half-and-half con ligera pérdida de riqueza
    • 1 1/4 tazas de jamón picado
    • 1 taza de queso rallado (cheddar, suizo o gruyère)
    • 1/3 taza de cebolla verde (chopped green onions)
    • 2 cucharadas de perejil picado
    • Sal y pimienta al gusto

En mi experiencia, respetar la temperatura de los ingredientes (mantequilla y agua) y preparar los rellenos cocinados en caso de verduras húmedas son decisiones que cambian radicalmente el resultado final. Si incorporas verduras, cocínalas y escúrrelas bien antes de mezclarlas con la crema para evitar una quiche húmeda o una corteza empapada.

Preparación paso a paso

Para la masa

Empiezo siempre mezclando los ingredientes secos: harina, azúcar y sal. Es un paso rápido pero necesario para que la sal y el azúcar se distribuyan de forma homogénea y la mantequilla actúe de manera uniforme durante el laminado.

Añado la mantequilla muy fría y la trabajo con un pastry cutter o con dos cuchillos hasta obtener una textura de migas gruesas, con algunos trozos más grandes de mantequilla visibles. Esos trozos son los responsables de las pequeñas cárceles de vapor que dan el característico hojaldrado cuando horneamos.

Incorporo el agua helada cucharada a cucharada, mezclando hasta que la masa apenas se una al presionarla. No debemos sobrehidratar: la masa tiene que mantenerse fría y no pegajosa. Formo un disco, lo envuelvo y lo dejo enfriar en la nevera al menos 1 hora; si dispongo de menos tiempo, 20 minutos en el congelador aceleran el proceso sin problema.

Para el relleno

Mientras la masa reposa preparo la mezcla de huevo y nata. Bato los huevos con un tenedor hasta que estén homogéneos y vierto la nata, mezclando con suavidad para incorporar aire mínimo: buscamos una textura densa y sedosa, no espumosa.

Incorporo el jamón picado, el queso rallado, el cebollino y el perejil. Salpimento con moderación: el jamón y el queso ya aportan sal. Remuevo hasta que todos los ingredientes estén repartidos y reservo. Si añado verduras, las salteo previamente y las dejo enfriar y escurrir antes de mezclarlas.

Una buena práctica que aplico es preparar el relleno mientras la masa hace su primer reposo: así la base llega al horno caliente y el contraste entre la masa horneada y el relleno hace que la quiche quede con la textura ideal.

Montaje y horneado

Extiendo la masa sobre una superficie enharinada hasta obtener un círculo de unos 33 cm aproximadamente, suficiente para cubrir una fuente de 23–24 cm (9–9 1/2″ deep dish). La traslado enrollándola en el rodillo y la ajusto en la fuente, recortando y doblando el borde para obtener una costura limpia.

Recomiendo enfriar la masa formada 20 minutos en congelador o 1 hora en el frigorífico antes de hornear. Después, tapo con papel de aluminio y lleno con pesos (frijoles secos o pesos de repostería). Horneo a 180 °C durante 25 minutos con los pesos puestos, luego retiro el papel y horneo 10 minutos más hasta que la base se vea seca y apenas dorada.

Vierto el relleno en la base caliente y horneo a 180 °C en la posición inmediatamente inferior al centro durante aproximadamente 45–55 minutos, hasta que el centro esté apenas firme: debe notarse un ligero movimiento que desaparece con el reposo. Si los bordes se doran demasiado, cubro con un aro de papel de aluminio o un protector para tartas durante los últimos 15 minutos.

  1. Mezclar harina, azúcar y sal.
  2. Incorpora mantequilla fría y cortar hasta tener migas gruesas.
  3. Añadir agua helada cucharada a cucharada hasta unir la masa; formar disco y enfriar 1 hora.
  4. Extender la masa, colocar en el molde, refrigerar 20 minutos o 1 hora.
  5. Prehornear con papel y pesos: 180 °C por 25 minutos; retirar pesos y hornear 10 minutos más.
  6. Preparar el relleno: batir 5 huevos y 1 1/4 tazas de nata; añadir jamón, queso, cebollino y perejil; salar y remover.
  7. Verter el relleno en la base caliente y hornear a 180 °C 45–55 minutos, hasta que el centro esté casi cuajado.
  8. Dejar reposar unos minutos antes de cortar; servir tibio o a temperatura ambiente.

Notas, variantes y conservación

La quiche es una receta muy adaptable. Personalmente, utilizo jamón como base pero puedes sustituirlo por hasta 2 tazas de otros ingredientes: bacon crujiente para una Quiche Lorraine, espinacas bien escurridas para una versión vegetal, o brócoli/altramuces previamente cocidos al vapor. Para setas, saltea hasta que reduzcan y estén doradas; el líquido que sueltan puede arruinar la masa si no lo eliminas.

Si buscas una opción rápida y sin complicaciones, la masa comprada funciona bien. En ese caso, prehornea la base a 200 °C durante unos 10 minutos para secarla y evita una quiche empapada. Ajusta la proporción de nata y huevo si el molde es menos profundo: con una masa comprada profunda recomiendo 4 huevos y 1 taza de nata y reducir el tiempo de horneado unos 5 minutos.

Para una quiche sin base, rocía el molde con spray antiadherente y hornea a 180 °C unos 35 minutos; el resultado es similar a una frittata más cremosa. En cuanto a conservación: la quiche refrigerada aguanta bien hasta 3 días; para congelar, enfrío completamente, envuelvo en papel de aluminio y guardo hasta 3 meses. Descongelo en frigorífico durante 24 horas y recaliento en horno a 160–170 °C hasta que esté caliente por dentro.

Errores comunes que evito: 1) sobrehornear — produce textura gomosa; 2) añadir vegetales crudos y húmedos sin escurrir — emborronan la base; 3) usar mantequilla tibia para la masa — impide la creación de capas. Yo siempre me aseguro de que la mantequilla esté muy fría y la masa apenas húmeda al formar el disco.

Tabla nutricional por ración

Las cifras que siguen corresponden a una ración de esta quiche (una octava parte de la tarta). Son estimaciones útiles para controlar porciones y ajustar ingredientes si es necesario.

Nutriente Cantidad % Valor diario*
Calorías 489 kcal
Grasas 40 g 62%
Grasas saturadas 23 g 144%
Colesterol 235 mg 78%
Sodio 564 mg 25%
Potasio 201 mg 6%
Carbohidratos 19 g 6%
Fibra 1 g 4%
Azúcares 1 g 1%
Proteínas 16 g 32%
Vitamina A 1424 IU 28%
Vitamina C 2 mg 2%
Calcio 158 mg 16%
Hierro 2 mg 11%

*Los porcentajes se calculan sobre una dieta de referencia de 2000 kcal. Ten en cuenta que el contenido en grasas saturadas y colesterol es elevado: si necesitas reducirlos, elige nata baja en grasa o combina nata y leche, y reduce la cantidad de queso o emplea variedades menos grasas.

Preguntas frecuentes

¿Puedo usar masa comprada en lugar de hacerla casera?

Sí, la masa comprada es una solución práctica que mantiene el carácter de la quiche. Para evitar una base empapada recomiendo prehornearla 10 minutos a 200 °C para que esté seca antes de añadir el relleno.

Al usar masa comercial conviene ajustar la proporción de la mezcla de huevo y nata si el molde es más profundo o menos: reduce a 4 huevos y 1 taza de nata para una base profunda y acorta unos minutos el horneado. Así evitas que el centro quede líquido.

Personalmente utilizo masa comprada cuando el tiempo apremia, pero cuando busco una corteza crujiente y con capas, preparo la masa casera y respeto la mantequilla fría y el reposo.

¿Cómo evito que la quiche quede húmeda por dentro?

El control de humedad comienza con los ingredientes: verduras que suelten agua deben cocinarse y escurrirse bien antes de incorporarlas. Si se usan espinacas, por ejemplo, exprímelas para eliminar el exceso de líquido.

También es importante no sobremezclar la crema y no sobrellenar la base; dejar un pequeño margen evita que el relleno desborde y facilita el cuajado correcto. Hornear hasta que el centro esté apenas firme, teniendo en cuenta la cocción residual, previene una textura gomosa.

Finalmente, usar una base prehorneada ayuda a impedir que la humedad del relleno impregne la masa, consiguiendo una corteza crujiente y estable.

¿Puedo reducir las calorías sin perder sabor?

Sí. Cambiar parte de la nata por leche semidesnatada reduce calorías y grasas saturadas sin arruinar la textura si no se excede: una mezcla de 60% nata y 40% leche suele funcionar bien.

Otra opción es recortar ligeramente el queso o elegir versiones con menor porcentaje de grasa y usar jamón bajo en sal o pavo cocido. Estos ajustes mantienen el perfil salado y umami sin sacrificar demasiado la riqueza.

Para compensar la pérdida de sabor puedes añadir hierbas frescas como cebollino o un toque de nuez moscada (con moderación) que realzan la mezcla de huevo y nata.

¿Se puede congelar la quiche y cómo recalentarla?

La quiche se congela bien hasta 3 meses si se enfría completamente y se envuelve en papel de aluminio hermético. Antes de congelar conviene cortarla en porciones o congelarla entera según prefieras.

Para descongelar pásala al frigorífico 24 horas. Recaliento en horno precalentado a 160–170 °C hasta que esté caliente por dentro; el microondas puede suavizar demasiado la corteza, por eso prefiero el horno para recuperar textura.

Si vas a recalentar porciones pequeñas, colócalas sobre una bandeja y cúbrelas ligeramente para evitar que se resequen en el horno; en 12–20 minutos suelen quedar en su punto.

Share your love
Avatar photo
Lucia Gomez

Lucía Gomez es cocinera doméstica avanzada y redactora gastronómica centrada en cocina accesible: rápidas, saludables, repostería y batch cooking. Su metodología prioriza ingredientes asequibles, técnicas replicables y tiempos verificados en cocina real. Cada receta incluye lista de ingredientes clara, pasos numerados, variantes por alergias o preferencias y consejos de presentación sin artificios. Lucía dirige la línea editorial de fichas “smart” con tarjeta de información (porciones, tiempos, conservación) y tablas de nutrición aproximada. Apuesta por la recuperación de recetas tradicionales con enfoques modernos (airfryer, olla lenta) y por minimizar desperdicio con reaprovechamientos. Su comunidad valora su tono cercano, los resultados consistentes y su obsesión por testear medidas y horneados para evitar errores comunes.

Articles: 25