Receta: Deliciosa Cheesecake de Lima al Horno

Cheesecake de lima al horno: una tarta cremosa, con base de galleta y un relleno brillante de lima fresca. Técnicas y consejos prácticos para un horneado sin grietas y máximo sabor.

Esta cheesecake de lima al horno combina una base de galleta crujiente con un relleno denso, cremoso y ligeramente ácido: el equilibrio perfecto entre dulce y fresco. Recomiendo usar zumo de lima fresco y hornear en baño María para evitar grietas y lograr esa textura sedosa que define a un buen cheesecake al horno.

Ficha técnica

Raciones: 14 porciones.

Preparación: 30 minutos.

Cocción: 1 hora 15 minutos.

Reposo / refrigerado: 8–9 horas (mejor de un día para otro).

Tiempo total aproximado: 10 horas 45 minutos.

Calorías por ración: 502 kcal (estimadas).

Ingredientes

Para la base (crust)

La base de galleta aporta textura y contraste. Prefiero galletas tipo graham trituradas hasta obtener migas finas para que la base se compacte sin quedar demasiado dura al morderla.

Es importante que la mantequilla esté derretida y templada al mezclarla con las migas: así se distribuye de forma uniforme y permite que la mezcla se adhiera bien al molde al prensarla.

Hornea la base diez minutos antes de rellenarla; ese precocinado evita que la humedad del relleno deje la base blanda.

  • 2 cups (230g) crushed graham cracker crumbs (de 15 full sheets)
  • 3 Tbsp (39g) granulated sugar
  • 1/2 cup (113g) salted butter, diced into 1 Tbsp pieces and melted

Para el relleno (filling)

El relleno es la estrella: combina crema de queso, huevos y lácteos que aportan estructura y cremosidad. La receta original hace hincapié en usar el queso bien atemperado (suave, no fundido) para evitar grumos.

El toque ácido llega con zumo de lima fresco; puedes usar limas persas o limas tipo key. Yo evito el zumo embotellado porque el perfil aromático y la vivacidad del cítrico cambian notablemente.

Me fijo en mezclar con cuidado para no incorporar exceso de aire: menos burbujas implican menos riesgo de grietas. Raspa el fondo del bol y da unos golpes controlados al batido para liberar burbujas grandes antes de verter la mezcla en la base.

  • 1 cup + 2 Tbsp (236g) granulated sugar
  • 1 Tbsp (8g) cornstarch
  • 3 (8 oz) packages cream cheese, softened well (but not melted)
  • 4 large eggs
  • 2/3 cup (160g) sour cream
  • 1/3 cup (80ml) heavy cream
  • 1/2 cup (120ml) fresh lime or key lime juice
  • 1 1/2 tsp vanilla extract

Para la cobertura y decoración (toppings)

Una cobertura desahogada y fresca realza la acidez de la lima: nata montada ligeramente azucarada y fruta fresca funcionan de maravilla.

La nata para montar debe alcanzar picos firmes antes de añadirla al pastel o de pipetearla; si se sobrebatiere puede cortarse y perder textura.

Las frambuesas, ralladura de lima y unas hojas de menta aportan color y un contraste aromático que termina de definir el postre en la presentación.

  • 1 cup (235ml) heavy cream (para montar)
  • 2 1/2 Tbsp (33g) granulated sugar (para la nata)
  • Fresh raspberries or sliced strawberries; lime wedges, lime zest and fresh mint (opcional)

Preparación paso a paso

Preparar la base

Precalienta el horno; la base necesita un golpe de calor breve para asentarse y evitar que quede blanda tras el horneado del relleno. Mientras el horno sube de temperatura, prepara el molde: yo forro el exterior de un molde desmontable de 23 cm con una hoja doble de papel de aluminio resistente para protegerlo del agua del baño María.

Mezcla las migas de galleta con el azúcar y añade la mantequilla derretida. Usa una cuchara o un tenedor para integrar hasta que todas las migas estén uniformemente humedecidas; así conseguirás una base compacta al prensarla.

Presiona la mezcla en el fondo y los laterales del molde hasta llegar aproximadamente 2,5 cm por debajo del borde. Hornea 10 minutos y deja enfriar sobre una rejilla antes de verter el relleno.

Preparar el relleno y horneado en baño María

Reduce la temperatura del horno después de hornear la base. En un bol pequeño mezcla el azúcar con la maicena; esto ayuda a estabilizar el relleno y a obtener un acabado más cremoso y consistente.

En el bol grande bate el queso crema con la mezcla de azúcar hasta que esté liso. A continuación añade los huevos de uno en uno, mezclando sólo hasta integrar tras cada incorporación; raspa el bol para homogeneizar la masa y evitar grumos.

Incorpora la nata agria y la nata líquida, mezcla y finalmente añade el zumo de lima y la vainilla. Golpea el bol con firmeza sobre la encimera unas 25–30 veces para eliminar burbujas grandes antes de verter la preparación sobre la base ya fría.

Horneado y reposo

Coloca el molde dentro de una bandeja de asar profunda y vierte agua hirviendo con cuidado hasta cubrir la mitad de la altura del molde (baño María). El agua crea un ambiente de calor húmedo que minimiza las contracciones y las grietas en la superficie.

Hornea hasta que el centro esté casi firme pero aún se mueva con un ligero vaivén —en torno a 60–65 minutos según tu horno. Retira con precaución y deja enfriar sobre una rejilla una hora antes de taparlo y refrigerarlo al menos 8 horas o toda la noche.

Esta pausa en frío asienta la textura y permite que los sabores se integren: la acidez de la lima se domestica y aparece ese equilibrio que buscamos en una buena cheesecake.

Notas, variantes y conservación

Consejos clave

El control de la temperatura y el manejo del aire en la mezcla son determinantes. Uso batidora eléctrica con pala (o batidor de varillas a baja velocidad) y mezclo sólo lo necesario para integrar; así evito incorporar aire que cause grietas.

Insisto en el uso de zumo fresco: aporta brillo aromático y una acidez limpia que el zumo embotellado no ofrece. Si optas por limas pequeñas, calcula la cantidad necesaria hasta obtener 120 ml de zumo; la receta funciona igual con limas persas.

La envoltura exterior del molde con papel de aluminio debe estar sin agujeros: una filtración de agua arruinaría la textura del pastel. Comprueba el sellado antes de poner el molde en la bandeja con agua.

Variantes sencillas

Si prefieres un contraste más marcado puedes añadir una capa fina de coulis de frambuesa frío antes de servir; la combinación frambuesa–lima es clásica y limpia el paladar. Otra opción es sustituir parte del azúcar del relleno por azúcar fino de caña para un matiz aromático diferente.

Para una versión más ligera no recomiendo sustituir los lácteos por alternativas sin grasa, ya que la estructura depende de la grasa del queso y la nata; en cambio, puedes reducir ligeramente la cantidad de azúcar de la cobertura sin afectar la estabilidad.

Si buscas intensificar el aroma, añade 1–2 cucharaditas de ralladura de lima a la mezcla del relleno, pero ten en cuenta que la ralladura concentra aceites y cambia la percepción de acidez.

Conservación

Guarda la cheesecake bien cubierta en el frigorífico. En la receta original mencioné que, al ser una familia pequeña, la disfruté durante tres días gracias a un buen envoltorio; es un testimonio práctico de que la tarta mantiene su textura en ese periodo.

No congeles la tarta ya montada con la nata; si necesitas congelar porciones, hazlo sin la cobertura y envuélvelas al vacío o en film hermético. Descongela lentamente en el frigorífico antes de añadir la nata montada y decorar.

Recuerda que los tiempos de reposo son parte de la técnica: el refrigerado prolongado (8–9 horas) permite que el relleno termine de asentarse sin perder cremosidad.

Información nutricional

Los valores nutricionales corresponden a una ración estimada de la receta. Son aproximados y sirven para orientarte sobre el aporte energético y de macronutrientes por porción.

A continuación encontrarás la tabla con las cifras tal como figuran en la receta original: calorías y principales nutrientes por ración, así como algunos micronutrientes. Ten en cuenta que los porcentajes de valor diario están basados en una dieta de 2000 kcal.

Si necesitas adaptar la receta (por ejemplo reduciendo porciones o modificando ingredientes), esos cambios alterarán las cifras; utilízalas como referencia.

Concepto Por ración % VD*
Calorías 502 kcal
Grasas 36 g 55%
Saturated Fat 20 g 125%
Colesterol 154 mg 51%
Sodio 357 mg 16%
Potásio 156 mg 4%
Hidratos de carbono 38 g 13%
Azúcar 27 g 30%
Proteínas 6 g 12%
Vitamina A 1330 IU 27%
Vitamina C 2.8 mg 3%
Calcio 98 mg 10%
Hierro 1.1 mg 6%

*Percent Daily Values based on a 2000 calorie diet.

Preparación resumida (pasos numerados)

  1. Precalienta el horno a 175 ºC (350 ºF). Forra el exterior de un molde desmontable de 23 cm con papel de aluminio resistente.
  2. Mezcla las migas de galleta con 3 Tbsp de azúcar y la mantequilla derretida; presiona en el molde y hornea 10 minutos. Deja enfriar.
  3. Reduce la temperatura del horno a 160 ºC (325 ºF). En un bol pequeño mezcla 1 cup + 2 Tbsp de azúcar con la maicena.
  4. En un bol grande bate el queso crema con la mezcla de azúcar hasta obtener una crema lisa; añade los huevos uno a uno, raspando el bol entre cada incorporación.
  5. Incorpora la sour cream, la heavy cream, el zumo de lima y la vainilla; golpea el bol contra la encimera para liberar burbujas grandes.
  6. Vierte el relleno sobre la base fría, coloca el molde dentro de una bandeja profunda y añade agua hirviendo hasta cubrir la mitad del molde.
  7. Hornea 60–65 minutos, hasta que el centro esté casi firme pero con un ligero temblor. Deja enfriar 1 hora sobre una rejilla.
  8. Tapa y refrigera al menos 8 horas o toda la noche.
  9. Antes de servir monta 1 cup de heavy cream con 2 1/2 Tbsp de azúcar hasta picos firmes; decora con la nata, frambuesas, ralladura y gajos de lima.
  10. Guarda las porciones sobrantes bien cubiertas en el frigorífico.

Preguntas frecuentes

¿Puedo usar zumo de lima embotellado?

Recomiendo evitar el zumo embotellado. El aroma fresco y la acidez equilibrada de las limas recién exprimidas son difíciles de replicar con producto industrial.

Si sólo tienes zumo embotellado, la receta seguirá funcionando, pero el sabor será menos vibrante y algo más plano; ajusta la cantidad a tu gusto, probando la mezcla antes de hornear.

Cuando busques ese perfil brillante y fresco que caracteriza a esta tarta, el zumo natural marca la diferencia.

¿Por qué hornear en baño María?

El baño María crea un entorno de calor húmedo y estable que protege el relleno de cambios bruscos de temperatura. Esto reduce mucho el riesgo de grietas y de una textura desigual.

Además, el calor más suave y uniforme ayuda a que el centro termine de cuajar sin secarse en los bordes, resultando en una textura sedosa y homogénea.

Asegúrate de que el papel de aluminio que envuelve el molde no tenga agujeros para evitar que entre agua en la tarta.

¿Cómo evitar burbujas en el relleno?

Mezcla a baja velocidad y solo lo necesario para integrar los ingredientes. Raspa las paredes del bol y, antes de hornear, golpea el bol contra la encimera unas 25–30 veces para liberar burbujas grandes.

Evita batir en exceso los huevos una vez incorporados; el exceso de aire es la principal causa de grietas y textura irregular.

Si aparecen pequeñas burbujas en la superficie tras el horneado, se suelen suavizar durante el reposo en frío.

¿Cuánto tiempo necesita para asentarse?

Es imprescindible un reposo largo en frío: al menos 8 horas o preferiblemente de un día para otro. Ese tiempo permite que el relleno termine de estabilizarse y que los sabores se integren.

Retirar la tarta demasiado pronto puede resultar en una textura demasiado blanda o en cortes que no quedan limpios al servir.

Planifica con antelación: lo mejor es hornear un día antes del consumo.

¿Puedo adelantar trabajo o congelar?

Puedes preparar la tarta y refrigerarla hasta el momento de decorarla. No es recomendable montar la nata con antelación sobre la tarta si la vas a refrigerar mucho tiempo.

Si necesitas congelar, hazlo sin la cobertura de nata: envuelve la tarta bien y descongélala lentamente en el frigorífico antes de terminarla con la nata y la fruta fresca.

En mi experiencia personal, bien envuelta la tarta mantiene buena calidad durante varios días en la nevera, permitiéndote disfrutarla con calma.

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Lucia Gomez

Lucía Gomez es cocinera doméstica avanzada y redactora gastronómica centrada en cocina accesible: rápidas, saludables, repostería y batch cooking. Su metodología prioriza ingredientes asequibles, técnicas replicables y tiempos verificados en cocina real. Cada receta incluye lista de ingredientes clara, pasos numerados, variantes por alergias o preferencias y consejos de presentación sin artificios. Lucía dirige la línea editorial de fichas “smart” con tarjeta de información (porciones, tiempos, conservación) y tablas de nutrición aproximada. Apuesta por la recuperación de recetas tradicionales con enfoques modernos (airfryer, olla lenta) y por minimizar desperdicio con reaprovechamientos. Su comunidad valora su tono cercano, los resultados consistentes y su obsesión por testear medidas y horneados para evitar errores comunes.

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