Soy amante de la cocina de temporada y esta versión de lasagna roll ups la preparo cuando encuentro verduras frescas en el mercado. Es una receta que combina verduras asadas con una mezcla de quesos ligera, homenajeando la textura reconfortante de la lasagna sin su contundencia habitual. A continuación te dejo la receta completa, clara y lista para seguir paso a paso.
Tarjeta de la receta
Título: Lasagna Roll Ups Vegetarianos al Horno
Raciones: 12
Preparación: 30 minutos
Cocción: 1 hora 5 minutos
Listos en: 1 hora 35 minutos
Calorías por ración: 359 kcal
Imagen: disponible (omitida en esta versión)
Ingredientes
Para la salsa marinara
La salsa es sencilla y sólo necesita unos minutos de atención antes de dejarla cocer a fuego lento. Uso aceite de oliva y ajo para empezar, lo que le da la base aromática clásica. Añado tomate triturado y albahaca fresca para mantener un sabor brillante y natural.
Ingredientes de la salsa (mantengo las cantidades originales):
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 diente de ajo, picado
- 1 lata (28 oz) de tomates triturados
- 2 cucharadas de albahaca fresca picada
- 1/4 cucharadita de copos de pimiento rojo (opcional)
- Sal y pimienta negra recién molida al gusto
Al preparar la salsa, vigilo que no hierva en exceso: debe subir apenas a un hervor y luego cocerse a fuego bajo para integrar sabores. Si prefiero una salsa más suave, la dejo más tiempo a fuego lento; si busco un resultado más ácido y directo, la cocino lo justo para que se mezclen los ingredientes.
Relleno de verduras asadas
El corazón de estos roll ups son las verduras asadas: zanahoria, pimiento rojo, cebolla, ajos enteros, brócoli, champiñones, calabacín y calabaza amarilla. Asarlas intensifica sabores y reduce la humedad, lo que ayuda a que el relleno no empape la pasta.
Ingredientes del relleno:
- 1 taza de zanahorias en rodajas
- 1 pimiento rojo, sin semillas y en dados de 2 cm
- 1/2 cebolla roja mediana, en dados
- 10 dientes de ajo, con piel
- 4 cucharadas de aceite de oliva, divididas
- 2 tazas de floretes de brócoli, picados
- 225 g (8 oz) de champiñones, en láminas
- 1 calabacín mediano, en rodajas de 1–2 mm
- 1 calabaza amarilla mediana, en rodajas de 1–2 mm
- 12 placas de lasagna integrales (o semolina, si prefieres)
Al asar, empiezo por las verduras más duras y añado las más blandas después para lograr una cocción homogénea. Retiro la piel de los ajos asados y los pico finamente antes de mezclarlos con las demás verduras; aportan una intensidad dulce que compensa la acidez del tomate.
Mezcla de quesos y unión
Para dar estructura y cremosidad al interior combino ricotta baja en grasa con huevo y hierbas, y añado quesos curados y mozzarella para sabor y fundido. Esta mezcla une las verduras asadas y facilita que los roll ups mantengan su forma.
Ingredientes del relleno de queso:
- 1 recipiente (15 oz) de ricotta baja en grasa
- 1 huevo grande
- 1/4 taza de perejil fresco picado
- 2 1/4 tazas de mozzarella rallada, dividida (guardar parte para gratinar)
- 1/2 taza de Asiago finamente rallado
- 1/2 taza de Parmesano finamente rallado
Mezclar con un tenedor la ricotta con el huevo y el perejil permite obtener una textura manejable. Añado primero la mayor parte de la mozzarella junto con el Asiago y el Parmesano para que el conjunto tenga sabor y ligue bien al hornear. Rectifico de sal y pimienta con moderación por la presencia de quesos curados.
Preparación: pasos claros y numerados
Antes de empezar: enfoque y organización
Organizarse antes de cocinar ahorra tiempo y reduce errores. Pongo el horno a calentar, monto la mesa de trabajo con las sartenes y bandejas, y tengo a mano las medidas y utensilios. La receta se divide en tres fases claras: preparar la salsa, asar las verduras y montar los roll ups.
Procuro seguir el orden lógico: mientras la salsa cuece suavemente, uso el tiempo para asar las verduras y cocer las placas de lasagna. Tener un espacio amplio para alinear las láminas y montar los roll ups facilita mucho el proceso.
La lista numerada a continuación reproduce y aclara cada acción imprescindible; la he reescrito para que los pasos sean precisos y fáciles de seguir aún si cocinas para la primera vez esta preparación.
- Preparar la salsa: Precalienta el horno a 200°C. En una cacerola pequeña caliento 2 cucharadas de aceite a fuego medio, añado 1 diente de ajo picado y sofrío 30 segundos hasta que esté fragante. Incorpora los tomates triturados, la albahaca, los copos de pimiento (si los usas) y salpimienta. Lleva a un ligero hervor y reduce a fuego bajo; deja cocer 30 minutos, removiendo de vez en cuando.
- Asar las verduras duras: Forra una bandeja con papel de aluminio o papel vegetal. Mezcla las zanahorias, el pimiento rojo, la cebolla y los dientes de ajo (con piel) con 2 cucharadas de aceite. Extiende en una capa uniforme y hornea 15 minutos hasta que empiecen a ablandarse.
- Añadir el resto de verduras: Saca la bandeja, añade el brócoli, los champiñones, el calabacín y la calabaza; rocía con las 2 cucharadas de aceite restantes, salpimienta y remueve para combinar. Hornea otros 10–15 minutos hasta que todas las verduras estén tiernas pero no pastosas.
- Preparar el ajo y las verduras: Retira del horno, quita la piel a los ajos asados y pícalos finamente; mezcla con las demás verduras y reserva en un bol grande.
- Cocer las placas de lasagna: Cuece las placas según las indicaciones del paquete hasta que estén al dente. Escúrrelas y colócalas en fila sobre papel de horno o papel vegetal para montar.
- Mezclar los quesos: En un bol mezcla la ricotta con el huevo y el perejil; añade 1 1/2 tazas de mozzarella (deja el resto para gratinar), el Asiago y el Parmesano. Ajusta de sal y pimienta con cuidado.
- Montaje: Extiende 1/4 taza de salsa en una fuente de 33 x 23 cm (13 x 9 in) para cubrir la base. Sobre cada lámina de lasagna pon 1/4 taza de la mezcla de ricotta en una capa uniforme. Reparte las verduras asadas encima, empezando por una capa de calabacín/ calabaza si quieres una base más suave.
- Enrollar y disponer: Añade 1 cucharada de salsa a lo largo de la longitud de cada lámina sobre las verduras y enrolla con cuidado, ajustando los bordes para que no se salga el relleno. Coloca cada roll up lado a lado en la fuente preparada.
- Terminar y hornear: Vierte la salsa restante sobre los roll ups asegurándote de cubrir bien las tapas para que no se resequen, espolvorea con la mozzarella reservada. Cubre con papel aluminio, sin que toque el queso, y hornea 25 minutos; descubre y hornea 10 minutos más hasta que el queso esté fundido y ligeramente dorado. Sirve templado, con perejil o albahaca picada si te apetece.
Consejos prácticos durante la cocción
Controlar la humedad de las verduras es clave: si las verduras sueltan mucho líquido al asarse, precalienta una bandeja adicional para que se evapore y no encharque el relleno. Asar a buena temperatura concentra sabores sin perder textura.
Si utilizas pasta integral, vigila el tiempo de cocción para que las láminas queden flexibles y no se rompan al enrollar. Me resulta útil colocarlas sobre una superficie amplia y ligeramente engrasada para que no se peguen.
Para servir, déjalos reposar unos minutos tras salir del horno; así el conjunto se asienta y es más sencillo cortar porciones limpias. Además, el reposo intensifica los sabores.
Notas, variantes y conservación
Consejos sobre ingredientes y sustituciones
He probado variantes con diferentes verduras según la temporada: berenjena en verano, espinacas salteadas como alternativa al brócoli, o calabacín substituyendo parte del pimiento. Mantengo la proporción de queso y ricotta para asegurar la cremosidad sin que el relleno quede demasiado pesado.
Si quisieras reducir grasas, puedes usar mozzarella parcialmente desnatada o disminuir la cantidad de queso para gratinar. En mi experiencia, elegir ricotta baja en grasa y usar pasta integral aporta fibra sin sacrificar la textura final.
Para una versión sin huevo (si necesitas eliminar el huevo), puedes añadir 30–40 g de pan rallado fino o una cucharada de almidón de maíz a la ricotta para ayudar a ligar el relleno; yo personalemente prefiero el uso del huevo por la textura que consigue al hornear.
Variantes de sabor y presentación
Puedes aromatizar la salsa con un chorrito de vino tinto durante el rehogado inicial; le da profundidad. Otra variante es incorporar hierbas tostadas como orégano seco o tomillo al relleno de queso para un perfil más mediterráneo.
Si te apetece una opción con más proteína, añade lentejas cocidas o garbanzos bien triturados mezclados con las verduras asadas; respetando las cantidades, mantienen la textura y elevan el aporte proteico.
Para una presentación distinta, se pueden preparar roll ups individuales en moldes más pequeños; quedan perfectos para raciones individuales y como plato de servicio en cenas informales.
Conservación y recalentado
Estos roll ups se conservan bien en frigorífico hasta 3 días en un recipiente hermético. Si quieres almacenarlos más tiempo, congélalos sin gratinar en una bandeja para que conserven la forma y luego pásalos a un paquete bien cerrado; duran hasta 2–3 meses.
Para recalentar desde refrigerado: cubre con papel aluminio y hornea a 160–170°C hasta que estén calientes en el centro (unos 20–25 minutos). Desde congelado: hornea directamente a 180°C, cubiertos, durante 40–50 minutos, luego descubre y gratina unos minutos para dorar el queso.
Evita recalentar en microondas si buscas textura. Prefiero siempre el horno, que respeta mejor la estructura y la jugosidad de las verduras asadas.
Tabla nutricional
| Por porción | Valor |
|---|---|
| Calorías | 359 kcal |
| Grasas | 18 g (28% DV) |
| Grasas saturadas | 7 g (44% DV) |
| Colesterol | 47 mg (16% DV) |
| Sodio | 422 mg (18% DV) |
| Potasio | 600 mg (17% DV) |
| Hidratos de carbono | 34 g (11% DV) |
| Fibra | 3 g (13% DV) |
| Azúcares | 6 g (7% DV) |
| Proteínas | 15 g (30% DV) |
| Vitamina A | 3003 IU (60% DV) |
| Vitamina C | 45 mg (55% DV) |
| Calcio | 362 mg (36% DV) |
| Hierro | 3 mg (17% DV) |
*Los porcentajes de valor diario (DV) se basan en una dieta de 2000 kcal.
Preguntas frecuentes
¿Puedo preparar la salsa con antelación?
Sí: preparo la salsa con antelación cuando quiero agilizar el montaje. Cocida y enfriada, se conserva bien en la nevera hasta 3 días y acentúa su sabor tras reposar.
Si la guardas más tiempo, congélala en porciones; yo suelo congelar la salsa en recipientes pequeños para tenerla lista en otras preparaciones.
Al recalentarla, añade un chorrito de agua si ha espesado demasiado y rectifica de sal justo antes de usarla.
¿Se pueden hacer sin horno?
La versión tradicional necesita horno para gratinar y terminar la cocción de las placas. Sin horno, puedes montar y cocer en una cazuela grande a fuego muy bajo, tapada, hasta que todo esté caliente y el queso se funda, pero la textura del gratinado no será la misma.
Personalmente prefiero el horno por el dorado final; aporta contraste entre la capa cremosa interna y la cubierta ligeramente crujiente.
Si tu problema es el tamaño de horno, hornea en varias tandas o usa un horno pequeño tipo sobremesa para el gratinado final.
¿Qué pasta es mejor usar?
He usado tanto placas de semolina como integrales; las integrales aportan fibra y sabor, y funcionan muy bien si se cuecen al dente. Evito láminas arrugadas o de baja calidad que se puedan deshacer al enrollar.
Si usas placas sin precocción, sigue las instrucciones del fabricante y asegúrate de que quedan flexibles antes de montar. A mí me resulta cómodo cocer las placas y colocarlas sobre papel de horno para montar sin prisa.
También puedes probar láminas sin gluten siguiendo los mismos pasos, controlando el tiempo de cocción según el tipo de pasta.
¿Cómo evitar que los roll ups se abran al hornear?
Para que mantengan la forma lo principal es no sobrellenar cada lámina. Extiende la mezcla de ricotta en una capa fina y reparte las verduras de forma uniforme; añadir demasiadas verduras húmedas hace que el roll up se abra.
Colocar una capa de calabacín o calabaza como base ayuda a contener el resto del relleno y facilita el enrollado. Además, asegurar buena cantidad de salsa en la base de la fuente y cubrir completamente los roll ups con salsa antes de hornear evita que los bordes se resequen y favorece que se mantengan cerrados.
Si un borde tiende a abrirse, aprieta suavemente al colocarlo en la fuente para que quede recogido; en mi experiencia, la práctica y el orden al montar marcan la diferencia.







