Receta: Estofado de carne al horno fácil y sabroso

Estofado de carne al horno: técnica sencilla para carne melosa, caldo espeso y verduras en su punto. Ficha completa, pasos claros, variantes y conservación para un resultado infalible.

Ficha de la receta

Resumen y datos clave

Presento una versión casera y sencilla del estofado de carne cocinado en el horno, pensada para lograr un caldo sabroso, carne muy tierna y verduras con textura. La receta mantiene ese carácter tradicional pero con una técnica práctica: sellado en la olla y cocción lenta en el horno para una textura uniforme.

Raciones: 5. Listado de rendimiento aproximado: la receta rinde alrededor de 2,5 litros (aprox. 10,5 tazas). Calorías por ración: 660 kcal.

Tiempos y temperatura: preparación aproximada 25 minutos; cocción en total 2 h 45 min en horno a temperatura baja; tiempo total listo para servir 3 h 10 min. Para el horno uso 150 °C, que es la conversión adecuada de la temperatura indicada en la receta original.

Consejos previos al cocinado

Antes de comenzar, asegúrate de secar bien la carne con papel absorbente. Ese gesto sencillo facilita un sellado eficiente y favorece que aparezcan las costras doradas que aportan sabor al caldo. También recomiendo preparar y medir todos los ingredientes: el montaje es sencillo pero la secuencia importa.

Utiliza una olla apta para horno, idealmente una cazuela tipo dutch oven esmaltada o una olla de hierro fundido con tapa. El tamaño debe permitir que los trozos de carne queden sueltos, sin amontonarse, para obtener un dorado homogéneo.

Si vas a sustituir algún ingrediente (vino o caldo), ten a mano líquido extra: durante la cocción los líquidos se concentran; si quieres un caldo más generoso añade hasta 100–150 ml adicionales de caldo o vino al inicio según tu preferencia.

Equivalencias métricas utilizadas

He adaptado las cantidades originales a unidades métricas para facilitar su uso en cocina europea. La pieza principal: 2 1/4 lb ≈ 1 020 g de chuck roast (aguja o similar), 20 oz de patatas ≈ 570 g y 14 oz de zanahorias ≈ 397 g. El vino 1 cup ≈ 240 ml; el caldo 3 1/2 cups ≈ 840 ml.

Las cucharadas y cucharaditas se indican en cucharadas (cda.) y cucharaditas (cdita.) para mayor claridad: 3,5 cda. de aceite de oliva ≈ 52–55 ml en total, dividido según indicación. La harina 1/4 cup ≈ 30 g.

Con estos ajustes métricos conservarás proporciones y resultados análogos al original, manteniendo el carácter y la textura del estofado tradicional.

Lista de ingredientes

Ingredientes principales (para 5 raciones)

Reproduzco los ingredientes estrictamente según la receta base, adaptando las medidas a sistema métrico para facilitar la compra y el uso en cocinas europeas. No se han añadido ni eliminado componentes: mantengo la lista tal cual en proporciones equivalentes.

  • ≈ 1 020 g de roast de aguja (chuck roast), limpio y cortado en cubos de 3 cm (1 1/4 in).
  • Sal y pimienta negra recién molida al gusto.
  • ≈ 52–55 ml de aceite de oliva, dividido (aprox. 3,5 cucharadas).
  • 2 tazas de cebolla amarilla picada (≈ 300 g; 1 cebolla grande).
  • 1,5 cucharadas de ajo picado (≈ 4 dientes).
  • ≈ 30 g de harina de trigo (1/4 taza).
  • 1,5 cucharadas de concentrado de tomate (tomate paste), ≈ 22–25 ml.
  • 240 ml de vino tinto seco (por ejemplo Pinot Noir o Côtes du Rhône).
  • ≈ 840 ml de caldo de carne (beef stock).
  • 2 cucharaditas de salsa Worcestershire (≈ 10 ml).
  • 1 cucharada de hojas frescas de tomillo.
  • 2 cucharaditas de romero fresco picado.
  • 2 hojas de laurel.
  • ≈ 570 g de patatas rojas, limpias.
  • ≈ 397 g de zanahorias grandes (≈ 4).
  • 1 cucharada de vinagre balsámico.
  • 2 cucharadas de perejil fresco picado para servir.

Pequeñas notas sobre los ingredientes: la elección del roast (aguja) prioriza la relación grasa/magra necesaria para que, con cocción lenta, el colágeno se convierta en gelatina y la carne quede melosa. Si el caldo que usas es salado, ajusta la sal en el punto final.

Si prefieres no usar vino, puedes sustituirlo por 240 ml más de caldo; el perfil de sabor será menos afrutado pero igualmente profundo si el caldo es de buena calidad.

Ingredientes opcionales y sustituciones permitidas

La receta original sugiere variaciones sencillas: añadir champiñones, guisantes, col rizada, espinacas, maíz o chirivía. Mantengo estas alternativas como opciones, sin incorporarlas por defecto en la lista principal.

También se indican potenciadores de sabor: unas anchoas picadas o una cucharada de salsa de soja añaden umami sin aportar sabor a pescado evidente; se pueden usar con moderación (≤1 cucharadita de salsa de soja o 2–3 filetes de anchoa finamente picados).

Si cocinas en olla a presión o slow cooker, la lista se mantiene igual y las instrucciones de cocción cambian (ver sección de variantes). Las patatas reactivan su almidón y pierden algo de textura tras congelación: tenlo en cuenta si planeas congelar raciones.

Preparación paso a paso

Preparación previa y sellado

Comienzo siempre secando la carne con papel de cocina. El exceso de humedad impide un buen dorado; al secarla consigues una reacción de Maillard más eficaz y, por tanto, más sabor para el caldo. Salpimienta justo antes de sellar.

Caliento la olla a fuego medio-alto y añado 1 cucharada de aceite; el aceite debe humear ligeramente para que el contacto con la carne genere una costra dorada. Trabajo en tandas: no amontones los trozos, deja espacio para que se doren por todos los lados. Cada tanda requiere 3–4 minutos por una cara y 2 minutos por la otra, hasta un bonito color mahón.

Cada vez que retira la carne, reserva en un plato sin cubrir; eso evita que el jugo se reabsorba y que la carne pierda temperatura. Añade la siguiente media cucharada de aceite si la sartén está muy seca y repite con la segunda tanda.

Sofrito, roux y adición de líquidos

Reduce a fuego medio y añade las 2 cucharadas restantes de aceite. Sofríe la cebolla durante 5 minutos hasta que esté translúcida y empiece a dorar en los bordes; añade el ajo y cocina 30 segundos más. Ese tiempo suficiente para que el ajo libere aroma sin amargarse.

Incorpora la harina y el concentrado de tomate; cocina removiendo durante 45–60 segundos para tostar ligeramente la harina sin que se queme. Esta mezcla ayuda a que el caldo gane cuerpo y a integrar el tomate sin crear grumos.

Mientras remueves, vierte el vino tinto despacio raspando los fondos para despegar las partículas doradas. Añade acto seguido el caldo de carne y la salsa Worcestershire, mezcla bien y devuelve la carne a la olla junto con tomillo, romero y hojas de laurel. Lleva a un ligero hervor en la placa antes de retirar del fuego.

Cocción en el horno y terminación

Tapa la olla y transfiérela al horno precalentado a 150 °C (150 grados centígrados). Cocina 1 hora y 30 minutos; esta primera fase ablanda el músculo y permite que el colágeno empiece a fundirse. Retira con cuidado la olla para añadir las verduras sin romper la cadena de cocción.

Corta las patatas en cubos de 2–3 cm y las zanahorias en rodajas de 2–3 cm. Incorpóralas al estofado, mezcla con cuidado para no deshacer los trozos de carne y vuelve a tapar. Regresa la olla al horno y cocina 60–70 minutos más, hasta que las verduras estén tiernas pero no deshaciéndose por completo.

Al finalizar, saca la olla, retira las hojas de laurel, añade la cucharada de vinagre balsámico y ajusta de sal y pimienta. Deja reposar fuera del calor 5 minutos antes de servir y espolvorea perejil fresco picado. Ese reposo asienta sabores y facilita servir sin quemaduras.

Notas, variantes y conservación

Errores comunes y cómo evitarlos

Un error frecuente es añadir las verduras al inicio: el resultado suele ser un puré de zanahoria y patata. Por eso las incorporo en la segunda fase de cocción, evitando que se deshagan y conservando textura.

Otro fallo es no dorar bien la carne: si la temperatura es baja o la carne está húmeda el sellado no se producirá y el caldo quedará menos sabroso. Seca los trozos y trabaja en tandas a fuego vivo.

Evita abusar de la sal al principio. Si el caldo es comercial y salado, espera al final para rectificar; de ese modo controlas mejor el punto de sal y evitas un estofado demasiado salino.

Variantes sugeridas

Para más verdura puedes añadir champiñones en la segunda fase o un puñado de guisantes al final para color y ligereza. Las hojas verdes como la espinaca o la col rizada conviven bien si las incorporas justo antes de servir.

Si buscas un perfil más umami, una pequeña cantidad de anchoa picada o media cucharadita de salsa de soja en el sofrito aporta profundidad sin dominar el sabor. También es posible aumentar el vino tinto a 300 ml reemplazando parte del caldo por más vino para un acabado más intenso.

La receta se adapta a cocción en placa: si no tienes horno cocina a fuego muy bajo, tapado, durante 1 h 30 min y luego añade las verduras y cocina 30–40 min más. En slow cooker cocina 6–8 horas en baja o 3–4 h en alta; en olla exprés reduce a 45–50 minutos más tiempo de despresurizado.

Conservación y recalentado

Guarda el estofado en un recipiente hermético en el frigorífico hasta 3 días. Al recalentar, uso fuego lento con tapa para preservar la textura; añade un chorrito de caldo si se ha reducido demasiado. Si lo recalientas en microondas, calienta en intervalos para distribuir el calor de forma uniforme.

Para congelar, conserva en porciones individuales hasta 3 meses. Ten en cuenta que las patatas tienden a ablandarse tras la congelación: si prevés congelarlo, puedes guardar la carne y el caldo aparte y añadir patatas frescas al recalentar.

Si lo vas a descongelar, pásalo la noche anterior al frigorífico y caliéntalo a fuego bajo; una recomposición breve en el horno a 120 °C durante 15–20 minutos ayuda a integrar sabores si ha quedado algo líquido.

Información nutricional

Valores por ración

A continuación presento la tabla nutricional tal como figura en la receta original, organizada para WordPress. Los valores son estimaciones por ración (1/5 del total).

Concepto Por ración
Calorías 660 kcal
Grasas 30 g (Saturadas 11 g)
Colesterol 125 mg
Sodio 626 mg
Potasio 1978 mg
Hidratos de carbono 48 g (Fibra 7 g, Azúcares 12 g)
Proteínas 44 g
Vitamina A 13 999 IU
Vitamina C 36 mg
Calcio 157 mg
Hierro 7 mg

Estos datos son estimativos; la variación depende del tipo de caldo, del porcentaje de grasa de la carne y de los ingredientes adicionales que puedas incorporar.

Si controlas calorías o macro nutrientes, valora ajustar las porciones de aceite y la cantidad de patata; reducir el aceite o sustituir parte por caldo reduce significativamente la aportación calórica.

Preguntas frecuentes

¿Cuál es el mejor corte de carne para este estofado?

Recomiendo aguja (chuck roast). Este corte proviene del hombro y combina tejido conectivo y grasa que, con cocción lenta, se transforma en jugosidad y sabor. Es económico y rinde excelente textura tras horas de estofado.

Evita cortes magros como solomillo; su textura perderá gracia y el resultado será menos sabroso. Los cortes con algo de infiltración grasa son los ideales para estofados clásicos.

Si no encuentras aguja, busca alternativas para guisar con presencia de tejido conectivo, por ejemplo contra, morcillo o jarrete, respetando tiempos similares de cocción.

¿Cómo espesar el estofado si queda demasiado líquido?

La receta incorpora harina en el sofrito como agente espesante; generalmente eso es suficiente. Si, al final, quieres más cuerpo, puedes diluir 1 cucharada de maicena en 1 cucharada de agua fría y añadir al guiso caliente, dejando hervir unos minutos hasta espesar.

Otra alternativa es triturar una parte de las patatas cocidas y devolver ese puré al guiso para aportar cuerpo sin añadir almidones externos. Ajusta sal y vinagre después, ya que la textura puede enmascarar el punto de condimento.

Evita añadir harina cruda al final; siempre mezcla con un poco de líquido frío para evitar grumos y cocínala para eliminar sabor a crudo.

¿Se puede preparar el estofado con antelación?

Sí. De hecho, muchas elaboraciones ganan con reposo: el estofado reposado un día suele presentar sabores más integrados. Refrigera en un recipiente hermético hasta 3 días; recalienta a fuego lento y ajusta el líquido si hace falta.

Si lo vas a congelar, recuerda que la textura de las patatas puede verse alterada. Para máxima conservación, congela sin patata y añade patatas frescas al recalentar. Si congelas con todo, acepta que las patatas quedarán más blandas.

Al recalentar, calienta despacio y, si deseas recuperar brillo en la salsa, termina con un chorrito de aceite de oliva crudo o una cucharadita de mantequilla al final.

¿Puedo hacer la receta sin vino?

Sí. Sustituye los 240 ml de vino por 240 ml adicionales de caldo de carne o una mezcla 50/50 de caldo y agua si prefieres un sabor más neutro. El vino aporta notas afrutadas y acidez que equilibran la grasa; si prescindes de él añade al final una cucharadita extra de vinagre balsámico si buscas esa acidez.

Si eliges omitir el vino y quieres mantener profundidad, incorpora 1 cucharadita de salsa Worcestershire extra o una cucharadita de tomate concentrado adicional al sofrito.

Siempre ajusta la sal al final, especialmente si usas caldo comercial, para evitar exceso de sodio.

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Lucia Gomez

Lucía Gomez es cocinera doméstica avanzada y redactora gastronómica centrada en cocina accesible: rápidas, saludables, repostería y batch cooking. Su metodología prioriza ingredientes asequibles, técnicas replicables y tiempos verificados en cocina real. Cada receta incluye lista de ingredientes clara, pasos numerados, variantes por alergias o preferencias y consejos de presentación sin artificios. Lucía dirige la línea editorial de fichas “smart” con tarjeta de información (porciones, tiempos, conservación) y tablas de nutrición aproximada. Apuesta por la recuperación de recetas tradicionales con enfoques modernos (airfryer, olla lenta) y por minimizar desperdicio con reaprovechamientos. Su comunidad valora su tono cercano, los resultados consistentes y su obsesión por testear medidas y horneados para evitar errores comunes.

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