Receta: Denver Omelet al Horno para un Desayuno Saludable

Un omelet Denver al horno: práctico, sabroso y perfecto para compartir. Aprende la técnica, variantes y conservación para un desayuno nutritivo y sin complicaciones.

Ficha de la receta

Presento una versión sencilla y familiar del Denver omelet al horno, pensada para quienes buscan un desayuno nutritivo, bajo en carbohidratos y fácil de preparar. Esta receta rinde para seis raciones y combina jamón, pimiento rojo y verde, cebolla y queso cheddar, todo cocinado al horno para ahorrar trabajo en la cocina sin renunciar al sabor.

Tiempo de preparación: 5 minutos. Tiempo de cocción: 30 minutos. Tiempo total: 35 minutos. Raciones: 6. Calorías por ración: 212.

La técnica es directa: salteas las verduras brevemente, las colocas sobre una cama de jamón en una fuente, añades queso y una mezcla de huevos y leche, y horneas hasta que esté esponjoso y cuajado. Es ideal para preparar antes de una mañana ajetreada o para compartir entre varios.

Por qué funciona esta preparación

El horneado convierte la clásica tortilla Denver en una preparación colectiva y sin complicaciones de textura. Al cocinarse en una fuente, los huevos cuajan de forma uniforme y el volumen resultante es más consistente que al hacer tortillas individuales en sartén.

Además, distribuir el jamón y las verduras en capas facilita que cada porción quede equilibrada: trozos de proteína, vegetales y queso en cada bocado. Esto también reduce la necesidad de dar vueltas o moldear la tortilla, lo que simplifica la técnica para cocineros no profesionales.

Yo siempre busco atajos que respeten el carácter del plato. En este caso, saltear las verduras sólo hasta que estén blandas conserva su sabor y al mismo tiempo evita exceso de humedad en la mezcla de huevo, aspecto clave para que el horneado termine firme y esponjoso.

Equipo y medidas

Necesitarás una fuente apta para horno de 7 por 11 cm o una de 23 por 23 cm aproximadamente (9 por 9 pulgadas). También conviene disponer de una sartén para saltear, un bol para batir los huevos y una espátula para repartir las verduras homogéneamente.

El horno debe precalentarse a 200 °C. Mantener la temperatura estable es importante: un horno demasiado caliente dorará el borde antes de que el centro cuaje, y uno frío alargará innecesariamente la cocción.

Si sueles cocinar para 2–3 personas, puedes usar la fuente más pequeña; para más comensales, una fuente mayor o varias fuentes pequeñas funcionan igual de bien. Ajusta tiempos si cambias notablemente el volumen de la preparación.

Ingredientes

Lista clara y condensada de lo que utilizo, con las cantidades originales tal como están en la receta base, para que puedas reproducirla con facilidad y sin sorpresas.

  • 1/2 taza de pimiento rojo picado (verduras cortadas finas)
  • 1/2 taza de pimiento verde picado
  • 1/3 taza de cebolla amarilla picada
  • 2 cucharaditas de aceite de oliva
  • 1 taza (abundante) de jamón cocido troceado
  • 8 huevos grandes
  • 1/3 taza de leche
  • Sal y pimienta negra recién molida al gusto
  • 1/2 taza de queso cheddar fuerte rallado
  • Rodajas de aguacate, cebollino picado y salsa picante para servir (opcionales)

Elección y preparación de los ingredientes

Para que el resultado sea equilibrado conviene picar las verduras en trozos pequeños y uniformes. Los pimientos deben dorarse ligeramente pero no quemarse; así liberan su dulzor sin añadir exceso de humedad que pueda aguar la mezcla de huevo.

El jamón ha de estar ya cocido y cortado en dados. Yo prefiero usar un jamón con algo de textura, no demasiado fino, porque aporta masticabilidad y sabor salino que contrasta con el queso. Si usas bacon o salchicha, cocina antes y escurre la grasa sobrante.

El cheddar aporta un punto de sabor definido; puedes sustituirlo por otro queso rallado si lo prefieres, pero el carácter del plato cambia. La leche en la mezcla es solo para aportar algo de humedad y suavidad; no la cargues en exceso para mantener la firmeza al hornear.

Consejos de compra y sustituciones sensatas

Si buscas una alternativa vegetariana, omite el jamón y añade más verduras como champiñones o calabacín bien salteados. Para una versión menos grasa, usa jamón magro y un queso semidesnatado; la textura será algo distinta pero igualmente agradable.

En caso de usar verduras congeladas, descongélalas y escúrrelas bien antes de saltearlas. Esto evita que suelten agua en la fuente durante el horneado y arruinen la textura final.

Si te preocupa el sodio, reduce ligeramente la cantidad de jamón o escoge una pieza con menor sal, y ajusta la sal solo después de probar la mezcla batida.

Elaboración paso a paso

Presento un proceso claro y numerado para que el resultado sea predecible: desde el precalentado del horno hasta el servicio. Los pasos son los esenciales; añado observaciones prácticas para anticipar problemas comunes.

  1. Precalienta el horno a 200 °C. Engrasa una fuente apta para horno de 7 por 11 cm o una de 23 por 23 cm y reparte el jamón en una capa uniforme en el fondo.
  2. Calienta el aceite de oliva en una sartén a fuego medio-alto. Añade los pimientos y la cebolla y saltea hasta que estén tiernos, aproximadamente 4 minutos. Reparte la mezcla de verduras sobre el jamón en la fuente y espolvorea el queso cheddar de manera uniforme.
  3. En un bol grande bate los 8 huevos con la 1/3 taza de leche hasta integrar. Sala y pimenta al gusto. Vierte la mezcla de huevo sobre las verduras y el queso en la fuente.
  4. Hornea en el horno precalentado hasta que la preparación esté hinchada y cuajada en el centro, alrededor de 22–25 minutos. Retira del horno, deja reposar 2–3 minutos, corta en porciones y sirve con aguacate, cebollino y salsa picante si lo deseas.

Trucos durante la cocción

Vigila la cocción en los últimos 5 minutos; el punto ideal es cuando la superficie está firme al tacto pero aún ligeramente elástica. Si el centro se mueve demasiado, añade 2–4 minutos más pero cuidado con secarlo.

Si tu horno tiende a dorar mucho por los bordes, coloca la fuente en posición central y, si fuera necesario, cubre ligeramente con papel de aluminio los últimos minutos para evitar exceso de color mientras termina de cuajar.

Dejar reposar un par de minutos tras sacarlo del horno ayuda a que los jugos internos se redistribuyan y facilita el corte en porciones limpias sin que se desmigue.

Errores comunes y cómo evitarlos

No saltees demasiado las verduras ni las dejes crudas; ambas situaciones perjudican la textura. Verduras crudas soltarán agua y las demasiado hechas perderán sabor y presencia en la pieza final.

Evita usar una fuente demasiado profunda para una cantidad pequeña de mezcla: el centro tardará mucho en cuajarse y los bordes se sobrecocinarán. Usa una fuente proporcionada al volumen de la receta.

No abuses de la leche en la mezcla; demasiado líquido hace que el omelet quede denso y húmedo en exceso. La proporción indicada mantiene la textura esponjosa deseada.

Notas, variantes y conservación

Ofrezco opciones prácticas y las mejores pautas para conservar el plato sin perder calidad. También explico cómo adaptar la receta a preferencias dietéticas sin perder su esencia.

Variantes sabrosas y adaptaciones

Para una versión con bacon o salchicha, cocina previamente la carne, escúrrela y distribúyela en la fuente como se indica para el jamón. Esto evita que la grasa extra empeore la textura.

Si buscas una opción vegetariana, aumenta la cantidad de pimientos y añade espinacas bien escurridas o champiñones salteados. Las verduras que suelten mucha agua deben cocinarse y escurrirse antes de incorporar.

Se puede jugar con los quesos: un mezcla de cheddar con un toque de queso manchego o un queso semicurado da un perfil más complejo. Ten en cuenta que los quesos muy grasos aportan más humedad al horneado.

Conservación y recalentado

El omelet al horno se conserva bien en el frigorífico hasta 48 horas en un recipiente hermético. Para recalentar y recuperar algo de textura, caliéntalo en horno a 160–170 °C durante 8–10 minutos hasta que esté caliente al centro.

También puedes conservar porciones individuales y recalentarlas en microondas a potencia media durante 1–2 minutos, aunque la textura será más blanda que al horno. Evita recalentar repetidamente para mantener calidad y seguridad alimentaria.

Si quieres preparar porciones con antelación, cocina hasta que esté casi cuajado y termina el horneado justo antes de servir; así conservarás la frescura y volumen adecuados.

Sugerencias de acompañamiento y presentación

Un toque de aguacate en láminas y cebollino picado refresca el conjunto y añade cremosidad. Una cucharada de salsa picante da contraste si te gusta el picante.

Para una comida completa, acompáñalo con una ensalada de frutas o pan integral tostado. Si sirves a varios, corta en porciones regulares y sírvelas templadas para mantener la textura ideal.

Información nutricional

Presento una tabla con los valores nutricionales por ración tal como están estimados en la receta original. Estos datos son una referencia para planificar la ingesta energética y macronutrientes.

Por ración Valor
Calorías 212 kcal
Grasas 14 g (Saturadas 5 g)
Colesterol 250 mg
Sodio 198 mg
Potasio 169 mg
Hidratos de carbono 3 g (Azúcares 2 g)
Proteínas 16 g
Vitamina A 860 IU
Vitamina C 26,5 mg
Calcio 122 mg
Hierro 1,4 mg

Estos valores están calculados por ración y son aproximados. Ten en cuenta que las variaciones en el tipo de jamón, queso o en la cantidad de aceite alterarán notablemente los valores de grasa y sodio.

Si controlas la sal, escoge jamón con menos sodio y reduce la sal añadida; esto mantiene las proteínas y las vitaminas presentes en las verduras sin incrementar la ingesta de sodio.

Para aumentar el aporte proteico sin subir demasiado las grasas, puedes añadir claras adicionales y reducir ligeramente la cantidad de yemas, aunque la textura resultante será menos rica.

Preguntas frecuentes

¿Puedo preparar la receta con antelación?

Sí. Puedes cocinar el omelet y guardarlo en el frigorífico hasta 48 horas en un recipiente hermético. Para recuperar la textura, prefiero calentar en horno a 160–170 °C hasta que el centro esté caliente.

Si lo recalientas en microondas, hacerlo a potencia media en intervalos cortos evita que se reseque en exceso. Sin embargo, el recalentado en horno mantiene mejor la estructura y el volumen.

Otra opción es preparar los ingredientes (verduras salteadas y jamón picado) con antelación y ensamblar y hornear justo antes de servir para un resultado casi de recién hecho.

¿Puedo usar verduras congeladas?

Sí, pero conviene descongelarlas y escurrir el exceso de agua antes de saltearlas. Si no eliminas la humedad, el horneado puede quedar aguado y la textura se verá comprometida.

Saltea las verduras descongeladas hasta evaporar la mayor parte del líquido y darles algo de color. De este modo concentras sabores y controlas la humedad en la fuente.

Si usas mezcla de verduras congeladas, ajusta el tiempo de salteado en función de cuánto líquido suelten al descongelarse; el objetivo es reducir humedad, no rehogar hasta perder totalmente la textura.

¿Puedo sustituir el queso por otra variedad?

Por supuesto. El cheddar aporta sabor marcado, pero puedes usar cualquier queso rallado que funda bien, como un semicurado o mezcla de quesos. El perfil de sabor cambiará, pero la técnica permanece igual.

Evita quesos excesivamente cremosos que añadan demasiada grasa líquida al horneado. Los quesos curados o semicurados funcionan mejor para mantener textura y carácter en cada porción.

Si quieres reducir calorías, opta por una versión baja en grasa del queso, sabiendo que el resultado final será menos cremoso pero igualmente sabroso con el resto de ingredientes.

¿Cómo adaptar la receta para menos raciones?

Puedes usar una fuente más pequeña y reducir proporcionalmente los ingredientes. Mantén la proporción de huevos a leche y vigila el tiempo de horneado; una fuente más pequeña y profunda puede requerir unos minutos extra, mientras que una más ancha y baja lo hará más rápido.

Mi consejo es comprobar a los 18–20 minutos si la mezcla está prácticamente cuajada y terminar según la textura deseada. Mejor revisar antes que dejarlo demasiado tiempo.

Para dos o tres personas, una fuente cuadrada de 20–22 cm funciona bien; ajusta los ingredientes a la mitad o dos tercios según el apetito y la cantidad que quieras reservar.

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Lucia Gomez

Lucía Gomez es cocinera doméstica avanzada y redactora gastronómica centrada en cocina accesible: rápidas, saludables, repostería y batch cooking. Su metodología prioriza ingredientes asequibles, técnicas replicables y tiempos verificados en cocina real. Cada receta incluye lista de ingredientes clara, pasos numerados, variantes por alergias o preferencias y consejos de presentación sin artificios. Lucía dirige la línea editorial de fichas “smart” con tarjeta de información (porciones, tiempos, conservación) y tablas de nutrición aproximada. Apuesta por la recuperación de recetas tradicionales con enfoques modernos (airfryer, olla lenta) y por minimizar desperdicio con reaprovechamientos. Su comunidad valora su tono cercano, los resultados consistentes y su obsesión por testear medidas y horneados para evitar errores comunes.

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