Soy Sergio, especialista en motor. En esta comparativa me centro en lo que importa: comportamientos, cifras útiles y decisiones prácticas entre el Ford Raptor y el Ram TRX 2025. Ambos son pick-ups de alto rendimiento, diseñados más para diversión y rendimiento extremo que para trabajo diario; aquí desgloso sus diferencias clave y te doy criterios claros para elegir según uso real.
Ficha técnica condensada
Ram TRX: características esenciales
El TRX se apoya desde su concepción en una solución de suspensiones de muelles helicoidales en las cuatro esquinas, con un conjunto trasero de cinco brazos para maximizar articulación y recorrido. Ram anuncia “más de 13 pulgadas” de recorrido en el tren posterior, una cifra que en términos métricos significa algo por encima de 33 cm. Esa geometría busca priorizar absorción en terrenos rotos y estabilidad a alta velocidad fuera de asfalto.
En capacidad de carga y remolque el TRX sacrifica algo de capacidad respecto a una Ram 1500 estándar: la carga útil es de 1.310 libras (aprox. 594 kg) y la capacidad de remolque se sitúa en 8.100 libras (≈ 3.674 kg). Todo esto acompaña a una mecánica de altísima potencia que condiciona su uso y consumo, y a una puesta a punto orientada al rendimiento off‑road.
El tren moto‑dinámico incorpora amortiguadores Bilstein Black Hawk e2 con pistones de 2,5 pulgadas (≈ 6,35 cm), regulación electrónica y tres zonas de control progresivo para evitar topes bruscos. Además, el sistema ofrece modos de conducción y una pantalla con datos off‑road (altura, pitch, roll y estados de suspensión) fácilmente ajustables desde el habitáculo.
Ford Raptor: características esenciales
El Raptor mantiene una combinación de soluciones orientadas a su filosofía de salto y pilotaje extremo: en su configuración actual todavía equipa, en el eje trasero, un esquema que históricamente ha utilizado ballestas en algunas versiones, aunque el chasis y la puesta a punto han evolucionado. Su recorrido declarado en la generación comparada es de 13,9 pulgadas en el tren trasero, aproximadamente 35,3 cm, ligeramente por encima de la cifra nominal del TRX.
En cifras prácticas el Raptor ofrece una carga en cama cercana a 1.366 libras (≈ 619 kg) y un remolque homologado de 8.000 libras (≈ 3.629 kg), números muy parejos con los del TRX. Donde el Raptor ha buscado diferenciarse es en la duración y robustez de algunos elementos traseros pensados para uso intensivo, y en soluciones de amortiguación Fox de gran diámetro (3,0 pulgadas, ≈ 7,62 cm) con sensores que preparan la suspensión para aterrizajes y saltos.
Ambos vehículos comparten dimensiones y ángulos de ataque muy similares: el ángulo de aproximación declarado para las versiones crew cab está en torno a 30,2° y los ángulos de giro (breakover y salida) se mueven en rangos muy próximos: breakover cerca de 21,8–21,9° y salida 23–23,5°. En términos de despeje al suelo, el TRX marca unos 11,8 pulgadas (≈ 30,0 cm) frente a las 11,5 pulgadas (≈ 29,2 cm) del Raptor.
Comparativa de cifras clave — resumen práctico
Si simplifico las cifras: recorrido trasero, despeje y ángulos están muy parejos; la diferencia está en la filosofía de puesta a punto. El TRX apuesta por confort y control mediante muelles helicoidales y amortiguación electrónica con modos de conducción, mientras que el Raptor ha favorecido un enfoque más orientado al salto y la resistencia de componentes tradicionales en algunas áreas.
En prestaciones puras ambos pueden circulas a velocidades altas fuera de carretera: el TRX puede llegar a 118 mph, lo que equivale a unos 190 km/h. Esa cifra no es un objetivo cotidiano, pero demuestra que su estabilidad a alta velocidad ha sido un criterio de diseño.
Como técnico, te remarco que la traducción de esas cifras a uso real depende de detalles: configuración de rueda y neumático, carga en la caja, controles electrónicos activos y el mantenimiento del sistema de amortiguación. Dos cifras iguales en el papel pueden comportarse distinto según el contexto de uso.
Comportamiento y suspensión: qué cambia y por qué importa
Muelles y articulación — por qué los coils marcan la diferencia
Una de las decisiones de ingeniería más visibles en esta comparativa es el paso de Ram a muelles helicoidales completos en el 1500/TRX, frente a la continuidad de esquemas con ballestas en versiones del Raptor. Los muelles helicoidales permiten separar funciones: localizar el eje puede hacerlo la barra/travesaño o la geometría multibrazo, y los muelles se limitan a controlar la compresión.
En práctica, eso se traduce en una mayor tunabilidad y en una respuesta inicial más progresiva frente a impactos repetidos. Los coils facilitan ajustar recorridos, constantes elásticas y, por tanto, ofrecen margen para preparar el vehículo según uso: más confort en recorridos largos o más control en terrenos rotos. Como técnico con experiencia en puesta a punto, valoro esta flexibilidad cuando se exige un equilibrio entre uso diario y aventura fuera de pista.
No obstante, las ballestas siguen teniendo ventajas cuando la prioridad es resistencia estructural y carga puntual repetida. La transición a coils implica diseñar bien los brazos y anclajes para mantener rigidez y durabilidad, algo que Ram ha ido desarrollando en sus 1500 antes de aplicar la solución en el TRX.
Amortiguación y control — electrónica frente a preparación mecánica
El TRX monta amortiguadores Bilstein con control electrónico y válvulas proporcionales, que gestionan la amortiguación en tiempo real y añaden zonas de control para evitar topes. Esto permite que el vehículo se comporte distinto según modo: desde respuestas firmes y controladas hasta amortiguación más blanda para absorción en dunas o terrenos con baches continuos.
Ford ha apostado por amortiguadores Fox de mayor diámetro y un sensor que pre‑carga la suspensión en los saltos para reducir el riesgo de bottoming out al aterrizar. Es una solución muy orientada al pilotaje activo y a la capacidad de lanzamiento y recepción en terrenos con grandes cambios de nivel.
En términos de mantenimiento y ajuste, los sistemas electrónicos requieren diagnóstico y calibración; los sistemas más mecánicos demandan atención a daños por esfuerzo. Ambas rutas tienen ventajas y riesgos: elegir una u otra depende del uso predominante y de la preparación que quieras hacer al vehículo.
Recorrido, articulación y comportamiento fuera de pista
El recorrido posterior declarado del TRX (>13 in, ≈ 33+ cm) frente al Raptor (13,9 in, ≈ 35,3 cm) sugiere que ambos están en la misma categoría, con el Raptor nominalmente un poco por delante en cifra pura. Sin embargo, el diseño del sistema de cinco brazos del TRX y la sintonía de amortiguación pueden dar una sensación de mayor control en tramos técnicos y de alta rapidez.
Para el conductor eso se traduce en: el TRX tiende a ofrecer un compromiso entre confort y control cuando las superficies son cambiantes; el Raptor puede mostrar ventaja en saltos y en transiciones de gran energía, gracias a la pre‑carga y al diámetro de sus amortiguadores. En mis pruebas y en el análisis técnico, resalto que lo importante no es sólo la cifra de recorrido, sino cómo se gestiona la energía y cómo responde la carrocería.
Finalmente, la adaptación del vehículo a diferentes ruedas y neumáticos influye decisivamente. Un mismo vehículo con neumáticos más blandos o con mayor perfil puede cambiar su geometría dinámica notablemente; por eso, cualquier ajuste pensado para competir o para un uso extremo debe contemplar neumáticos, calibración de amortiguadores y angulaciones de suspensión.
Prestaciones útiles: carga, remolque, consumo y costes
Carga útil y remolque — cifras que condicionan el uso
En cifras prácticas el TRX declara 594 kg de carga útil y 3.674 kg de remolque, mientras que el Raptor se queda en torno a 619 kg y 3.629 kg respectivamente. Son diferencias pequeñas en la práctica, pero relevantes si trabajas con cargas pesadas de forma habitual y necesitas cada kilo disponible.
La realidad que debes considerar es que ambos modelos penalizan la carga útil respecto a versiones orientadas al trabajo puro por llevar dispositivos, refuerzos y componentes de alto rendimiento. Si tu prioridad es trabajo diario con cargas constantes, una variante no enfocada al rendimiento será más apropiada; si buscas prestaciones off‑road y capacidad de remolque ocasional, ambos están en el mismo rango operativo.
Además, la carga dinámica (cómo afecta la carga a la suspensión y al comportamiento) es crucial: con la caja cargada la geometría cambia y la amortiguación puede acercar los topes con más rapidez. Yo siempre reviso la presión de amortiguadores y la altura de marcha cuando se va a remolcar o transportar cargas pesadas.
Consumo y autonomía — expectativas realistas
El artículo de base no facilita cifras de consumo, pero por la arquitectura y la mecánica podemos establecer expectativas: un TRX con motor supercargado de gran cilindrada tendrá consumos sensiblemente altos en uso mixto y mucho más en conducción exigente fuera de pista o a velocidades elevadas. El Raptor, también de alta potencia, suele ofrecer cifras relativas parecidas; la diferencia real vendrá de calibraje, aerodinámica y condiciones de uso.
En prácticas cotidianas, ambos modelos tendrán autonomías reducidas frente a pick‑ups de consumo moderado: el uso urbano, el remolque y la conducción off‑road elevan el gasto de combustible. Como orientativo, planifica repostajes más frecuentes y considera llevar bidón o puntos de repostaje definidos en travesías largas.
Para minimizar consumo en uso real aconsejo: mantener una correcta presión de neumáticos según carga, usar modos de conducción adecuados y evitar aceleraciones bruscas. El control de peso y la aerodinámica (carga en caja, accesorios) influyen más de lo que se piensa en vehículos de esta categoría.
Costes operativos y mantenimiento
Los costes de mantenimiento de ambos modelos son superiores a los de pick‑ups convencionales: amortiguadores de gran diámetro, componentes específicos off‑road y, en el caso del TRX, sistemas electrónicos avanzados implican piezas de mayor coste y, potencialmente, reemplazos más frecuentes tras usos extremos.
En la práctica, robustecer suspensiones o cambiar amortiguadores por otros preparados para competición incrementa rápidamente el presupuesto. Además, el desgaste de neumáticos y frenos será mayor si se utiliza el vehículo a su límite o para saltos y tramos muy rotos.
Mi recomendación técnica es planificar mantenimiento basado en uso: revisiones más frecuentes si hay conducción off‑road intensa, y mantener un registro de horas/tiempo de uso en condiciones severas para anticipar reemplazos preventivos.
Pros y contras
Ventajas del Ram TRX
El TRX muestra ventajas claras en confort y en la sintonía de suspensión pensada para absorber a altas velocidades en terrenos variados. La elección de muelles helicoidales ofrece mayor tunabilidad y una respuesta más controlada en pasos por terreno roto, lo que se traduce en recorridos sostenidos sin saturación rápida de la suspensión.
Sus modos de conducción y la visualización de parámetros off‑road facilitan ajustes rápidos desde el habitáculo, algo que valoro mucho cuando cambio de tramo o condiciones en una misma jornada. Además, la combinación de potencia y control convierte al TRX en una alternativa para quien quiere rendimiento con cierto nivel de confort.
Como punto práctico, su menor carga útil que una 1500 normal es un sacrificio consciente para favorecer prestaciones; si eso encaja con tu uso (aventura, deporte motor recreativo), el TRX resulta muy atractivo.
Ventajas del Ford Raptor
El Raptor ha sido durante años referente por su capacidad de salto y por una filosofía de chasis y suspensión que prioriza resistencia y pilotaje activo. Sus amortiguadores Fox de mayor diámetro y el sensor de pre‑carga son soluciones orientadas a quienes buscan lanzamientos y recepciones repetidas sin comprometer la integridad mecánica.
En cifras de recorrido y despeje, el Raptor muestra pequeñas ventajas nominales que en ciertos contextos se notan: una cifra de recorrido posterior ligeramente superior puede ofrecer un extra en absorción en saltos largos. Además, la tradición de Ford en esta categoría implica una base probada en condiciones extremas.
Para usuarios que priorizan saltos, pilotaje agresivo y un enfoque más «bruto» en off‑road, el Raptor mantiene argumentos sólidos.
Límites y compromisos de ambos
Ninguno de los dos está pensado para ser la pick‑up de trabajo por excelencia: el TRX sacrifica carga útil por rendimiento; el Raptor prioriza resistencia y pilotaje, lo que puede penalizar confort en ciertos escenarios urbanos. Además, los consumos elevados y el mantenimiento específico son un presupuesto constante.
Igualmente, ambos requieren comprensión técnica si se pretende modificar o preparar: ajustar amortiguadores, elegir neumáticos o gestionar relaciones de transmisión cambia el comportamiento de forma notable. No son vehículos «plug and play» para uso mixto sin adaptación previa.
Mi consejo técnico es definir primero el uso principal (salto y pilotaje, raids rápidos, travesías largas con carga) y después elegir la plataforma que mejor responde a ese objetivo.
Rivales y para quién es cada uno
Perfil del comprador del Ram TRX
El comprador tipo del TRX busca prestaciones altas combinadas con cierto confort de marcha en usos mixtos. Es alguien que valora la posibilidad de mantener ritmos elevados en pistas rápidas, que quiere una experiencia de conducción controlada y que acepta sacrificar carga útil por sensaciones y capacidad dinámica.
También es probable que este conductor apueste por ajustes y puesta a punto posteriores: el sistema con coils ofrece más margen de modificación para adaptar el vehículo a usos concretos, ya sean dunas, gravel rápido o tramos rotos con mucha velocidad.
Desde mi experiencia, los usuarios que más disfrutan del TRX son los que alternan carretera, pistas rápidas y aventuras recreativas, y que requieren una interfaz electrónica para ajustar respuestas sin entrar en complejas modificaciones mecánicas.
Perfil del comprador del Ford Raptor
El comprador del Raptor típicamente busca robustez en pilotaje extremo: saltos, etapas rápidas con grandes variaciones de energía y una arquitectura pensada para resistir esas situaciones repetidas. Valora componentes robustos y soluciones enfocadas a la integridad a la hora de recibir impactos fuertes.
Si tu prioridad es competir en trazados con saltos o realizar recorridos donde la durabilidad en impactos es crítica, el Raptor mantiene ventajas. Es una máquina pensada para quienes desean una experiencia más «en bruto» y menos orientada al confort progresivo.
En resumen, el Raptor es para quien quiere saltar y correr con un paquete resistente; el TRX es para quien también valora control y comodidades en travesías rápidas.
Alternativas en el mercado — contexto práctico
En la categoría existen otras propuestas de pick‑ups off‑road o con paquetes de rendimiento, pero durante años el Raptor fue el referente obligado. Hoy la oferta es más amplia y la elección depende de prioridades: conducción de competición, resistencia, personalización o uso mixto.
Mi recomendación a profesionales y entusiastas es probar ambos en condiciones lo más parecidas posible a su uso real. Las cifras de catálogo ayudan, pero la percepción de control, la sensación en recepción de saltos y el comportamiento con carga variable son factores decisivos que sólo se aprecian en pista.
Por último, considera también la red de taller y disponibilidad de repuestos específicos para cada modelo, porque a la larga esto impacta en tiempo de servicio y costes operativos.
Advertencias y seguridad (si vas a conducir a fondo)
Riesgos al usar un pick‑up de alto rendimiento
Conducir un TRX o un Raptor a su límite implica riesgos reales: velocidades altas fuera de carretera, saltos y terrenos desconectados pueden generar impactos repetidos que dañen trenes de rodaje, ejes o estructuras de carrocería. El parque de seguridad y la preparación técnica son imprescindibles.
Recomiendo siempre revisar soportes, tornillería y estado de elementos de suspensión antes y después de jornadas exigentes. Un tornillo flojo o un anclaje con fisura puede derivar en una falla costosa o peligrosa a alta velocidad.
Además, la capacidad de respuesta del piloto importa: anticipar terrenos, dosificar gas y saber gestionar la inercia del vehículo reducen la probabilidad de sobreesfuerzo en componentes y la exposición a vuelcos o pérdidas de control.
Normas de mantenimiento preventivo que siempre aplico
Inspección visual de amortiguadores y sellos tras cada uso severo; comprobación de holguras en brazos y puntos de anclaje; y control de geometrías si se cambian neumáticos o se modifica altura. Estas prácticas prolongan la vida útil y reducen fallos in situ.
Además, registro las horas de uso en condiciones severas para anticipar cambios de aceite de caja, diferenciales y revisiones de suspensión más frecuentes que las recomendadas para uso civil urbano.
Si vas a preparar el vehículo para competición, planifica un calendario de revisiones más estricto y trabaja con especialistas en suspensiones y chasis para ajustar frecuencias de mantenimiento según la intensidad del uso.
Preguntas frecuentes
¿Cuál ofrece mejor comportamiento fuera de pista a alta velocidad?
Ambos ofrecen estabilidad a velocidades elevadas; el TRX busca un equilibrio entre confort y control con muelles helicoidales y amortiguación electrónica, mientras que el Raptor se orienta a pilotaje agresivo y saltos con amortiguadores de mayor diámetro. La elección depende de si prefieres control progresivo o capacidad bruta en saltos repetitivos.
¿Hay diferencia práctica en carga y remolque?
Las cifras son muy parecidas: el TRX declara cerca de 594 kg de carga útil y remolque de 3.674 kg; el Raptor ronda 619 kg y 3.629 kg de remolque. En uso real, la diferencia no es decisiva, pero si dependes de la máxima carga útil de forma diaria, una versión no orientada al rendimiento será más adecuada.
¿Qué mantenimiento extra requieren estas versiones?
Amortiguadores, neumáticos y frenos sufren más en uso extremo; es habitual aumentar frecuencia de inspecciones y cambios. Los sistemas electrónicos del TRX demandan diagnóstico especializado si hay fallo; en ambos casos, prever repuestos y talleres con experiencia off‑road es esencial.
¿Cuál es más recomendable para un usuario que mezcla carretera y pistas rápidas?
Si tu mezcla incluye tramos rápidos en pistas y también travesías con cambios de superficie, el TRX ofrece una propuesta más equilibrada por su sintonía de coils y modos ajustables. Si lo que persigues son saltos y pilotaje extremo, el Raptor mantendrá ciertas ventajas.
¿Qué debo revisar antes de un día de campo a alta velocidad?
Comprueba presión y estado de neumáticos, anclajes de suspensión, nivel y estado de aceite en diferenciales y caja, holguras en brazos y apriete de tornillería crítica. También verifica el estado de amortiguadores y la presencia de fisuras en soportes; prevenir es siempre más barato que reparar en remoto.
¿Influye mucho la elección de neumáticos?
Sí. Neumáticos más blandos o con mayor perfil cambian la respuesta del vehículo y pueden reducir el riesgo de daños en suspensión a costa de aumentar la deriva y el balanceo. Escoge neumáticos según el uso predominante y ajusta amortiguación y presiones en consonancia.
Con esto cierro la comparativa técnica. Mi conclusión práctica como técnico: ambos son capaces y extremos, pero atienden prioridades distintas; define tu uso real y selecciona en función del compromiso que estés dispuesto a asumir en consumo, carga y mantenimiento.







