El futuro de Gymkhana: qué pasará tras la muerte de Ken Block

Analizo el proyecto final de Gymkhana: la subida propuesta, la transición a Lia, riesgos, costes y seguridad; una valoración técnica y práctica del plan que nunca llegó a rodarse.

Soy Sergio, especialista en motor. Tras la muerte de Ken Block en enero, la serie Gymkhana quedó en suspenso; lo que se había planificado para su posible cierre contenía ideas tan ambiciosas que merecen análisis técnico y contextual. En este artículo reordeno y explico lo esencial de aquel proyecto: qué se había propuesto, quiénes eran los protagonistas, cómo podía haberse resuelto la transición generacional y cuáles son las implicaciones prácticas —logísticas, de seguridad y económicas— de un proyecto de ese calibre.

Ficha técnica condensada

Qué se planeaba y el formato del final

La idea que describe Travis Pastrana era clara en concepto: una especie de “final” a gran escala que combinara espectáculo y competencia, con un duelo directo entre él y Ken Block en una subida cronometrada. La propuesta contemplaba convertir una ascensión por carretera en un trazado mixto, capaz de admitir tramos de asfalto y sectores sueltos para derrape continuado, con la ambición añadida de intentar un récord de subida.

Las claves del formato eran tres: puesta en escena cinematográfica, conducción continuada en modo drift a lo largo del recorrido y una narrativa que resolviera el pulso personal entre ambos pilotos. En el planteamiento entraba también la idea de explotar límites que hasta entonces no se habían solicitado por permisos: saltos, maniobras extremas y gags difíciles de encajar en rodajes convencionales. El objetivo era superar cualquier estándar previo de la propia saga.

En paralelo al tramo competitivo, estaba prevista una transición narrativa: un epílogo o escena post-créditos en la que Lia, hija de Ken Block, aparecía como heredera potencial de la franquicia. Era una solución elegante desde el punto de vista dramático: concluir con los dos protagonistas actuales y al mismo tiempo dejar la puerta abierta a una nueva generación.

Protagonistas, máquinas y localización

Los nombres involucrados en el proyecto eran inequívocos: Ken Block (difunto), Travis Pastrana y Lia Block como figura de relevo. Tanto Pastrana como Lia ya habían demostrado capacidad y experiencia en máquinas de alto perfil: la referencia a la Hoonicorn, la Hoonipig y un Can-Am deja claro que el material mecánico contemplado no era convencional sino orientado al espectáculo y a la competición exótica.

La localización propuesta fue Mount Washington, en New Hampshire: una subida con historia y características técnicas que la hacen atractiva para una exhibición de este tipo. El plan—tal como lo relató Pastrana—imaginaba una subida casi íntegramente volcada al derrape, lo que plantea retos importantes de seguridad y logística sobre una vía que combina asfalto y tramos con mayor grado de dificultad.

Desde el punto de vista técnico y operativo, el proyecto mezclaba rasgos cinematográficos y deportivos: cronometraje, búsqueda de récords, permisos para maniobras extraordinarias y un montaje pensadamente espectacular para dejar a Lia como figura emergente. Esa dualidad entre show y competición es lo que hacía al plan especialmente complejo y atractivo a la vez.

Pros y contras del proyecto propuesto

Fortalezas del planteamiento

Lo más positivo era la coherencia entre la idea narrativa y la puesta en escena: convertir la subida en una carrera-dramática permitía conciliar rivalidad deportiva y espectáculo visual. Esa estructura favorece el engagement del aficionado porque combina récord, riesgo controlado y homenaje a una saga con identidad propia.

Otra fortaleza es la continuidad generacional implícita. Introducir a Lia en el epílogo no solo es un recurso narrativo sino una estrategia de marca: preserva el legado y facilita la transición hacia contenidos que mantengan la base de fans. Además, contar con pilotos reconocidos como Pastrana aporta credibilidad técnica y garantiza un nivel de ejecución elevado.

Por último, el planteamiento de superar límites administrativos y artísticos —buscar maniobras que antes no se habían permitido— podría haber producido un contenido de alto impacto mediático. Desde el punto de vista del espectáculo audiovisual, era una fórmula con el potencial de redefinir la serie y atraer audiencias nuevas.

Limitaciones y riesgos

Las limitaciones eran igualmente importantes. Una subida de montaña convertida en tramo de drift continuo multiplica las variables de riesgo: agarre cambiante, residuos en la calzada, peraltes y visibilidad reducida. Sin matrícula de permiso especial y sin protocolos de seguridad exhaustivos, cualquier maniobra extrema eleva la probabilidad de incidentes graves.

En segundo lugar, la logística y coordinación con autoridades locales son determinantes. Hacer saltos, cortes de carretera o maniobras que afectan a una vía pública exige permisos que suelen negarse cuando el riesgo para terceros es significativo. La ambición de realizar «lo que no pudieron conseguir antes» entra en conflicto directo con criterios técnicos de seguridad y normativa vial.

Por último, la decisión de pasar la antorcha a Lia requiere una planificación deportiva: su experiencia es valiosa, pero la proyección de un piloto joven en terrenos extremos debe realizarse con escalones competitivos y protección mediática adecuada para evitar sobreexposición o expectativas mal gestionadas.

Consumo, autonomía y costes: valoración práctica

Consumo y autonomía — consideraciones generales

Las máquinas citadas en el contexto—vehículos modificados para derrape o unidades tipo Can-Am—no están diseñadas para eficiencia. En una prueba consistente en derrapes continuos o aceleraciones sostenidas, el consumo de combustible se dispara respecto a un uso competitivo estándar. Desde mi experiencia, la combinación de altas revoluciones, acelerones y recuperación de revoluciones implica intervalos de consumo muy elevados y depósitos que se agotan con rapidez.

Autonomía en este tipo de rodajes depende de múltiples factores: tamaño del depósito, afinamiento del motor, presencia de presión en la sobrealimentación y la relación de marchas seleccionada para espectáculo. Es habitual programar paradas técnicas frecuentes y logística de repostaje en ruta, sobre todo cuando el recorrido se plantea como una subida larga y exigente. Dicho de otro modo: no es posible «cerrar» el trazado sin apoyos logísticos bien resueltos.

Para un proyecto así conviene prever reserva de combustible y sistemas de recarga estratégica o vehículos de apoyo. Además, los equipos suelen llevar motores de repuesto o componentes clave listos para sustitución rápida: en rodajes de alto riesgo mecánico, la operativa de mantenimiento es tan crítica como la del propio piloto.

Costes y logística — estimación cualitativa

Los gastos no se limitan a los automóviles: incluyen permisos, seguros, apoyo sanitario, equipos de recuperación, cierre de carreteras, señalización y personal técnico. La viabilidad financiera de una producción de este tipo depende tanto del presupuesto para efectos y seguridad como del potencial comercial del material final.

Desde una perspectiva práctica, planificar una subida-cronometrada con maniobras extremas implica costes altos de preproducción: ensayos, homologaciones parciales, reuniones con autoridades y estudios de impacto. A ello se añaden los costes de postproducción y distribución si se pretende alcanzar el mismo nivel de alcance que entregas anteriores de la saga.

En resumen: el coste real no es sólo la preparación del vehículo, sino la suma de logística, seguridad, permisos y contingencias. Para cualquier promotor o equipo que valore ejecutar un proyecto así, el criterio debe ser prudente: presupuestar por encima de la estimación inicial para absorber imprevistos técnicos y administrativos.

Rivales y para quién es

Competidores naturales y posicionamiento

Desde la óptica del contenido y la audiencia, Gymkhana ocupa un nicho entre entretenimiento motor y motorsport espectáculo. Sus rivales no son únicamente otras producciones de drifting o rally, sino cualquier formato que combine narrativa y técnica conductiva a gran escala. La comparación directa más lógica es con acciones que mezclan récords de subida, desafíos de tiempo y exhibiciones de derrape.

La ventaja de Gymkhana era su identidad: una mezcla de creatividad, edición agresiva y maniobras con coches altamente modificados. Competidores que ofrezcan pura competición quizá superen en rigor deportivo, pero difícilmente igualen la teatralidad y el branding asociado a la franquicia.

En términos estratégicos, cualquier nueva entrega que mantuviera la ambición de la propuesta habría necesitado definir su posición: ¿más hacia el espectáculo o hacia la competición? Ese balance determina tanto la audiencia objetivo como las exigencias técnicas y legales a cumplir.

Para quién es: perfil de público y usos

El público objetivo es dual: por un lado, aficionados al motor que valoran la pericia técnica y la historia de pilotos como Ken Block y Pastrana; por otro, una audiencia más amplia atraída por el entretenimiento visual y la espectacularidad. La inclusión de una figura joven como Lia apunta a consolidar la atracción entre seguidores de la nueva generación y a mantener la relevancia entre audiencias digitales.

Desde el punto de vista de consumo de medios, este tipo de producto funciona bien en plataformas que premian el formato corto y la viralidad, pero también ofrece elementos de largo recorrido para aficionados que buscan detalles técnicos. En definitiva, es un contenido pensado tanto para el aficionado experto como para espectadores que buscan adrenalina y narrativa.

Si gestionas contenido o patrocinio, la recomendación es segmentar la comunicación: enfatizar la precisión técnica y la autenticidad en canales especializados, y la espectacularidad en canales de alcance masivo.

Advertencias de seguridad (aplicables si se intentara reproducir o rodar)

Riesgos específicos en subidas y derrape continuo

Convertir una subida en un trazado para derrape continuo multiplica los riesgos inherentes a cada técnica. La variación de grip por temperatura, residuos o cambios en el asfalto exige ajuste constante y un margen de seguridad mayor al de una prueba de velocidad pura. Un derrape sostenido en pendiente añade además riesgo de pérdida de control por sobrerrevoluciones o por pérdida de adherencia repentina.

Desde mi experiencia, la planificación debe incluir análisis de la superficie tramo a tramo, identificación de puntos críticos (curvas de baja visibilidad, cambios de rasante, arcenes estrechos) y protocolos de retirada del vehículo. No son suficientes las habilidades del piloto: el equipo técnico y la respuesta en pista marcan la diferencia entre una maniobra controlada y un incidente grave.

Además, hay que contemplar la fatiga mecánica: frenos, transmisión y diferenciales sometidos a esfuerzos prolongados tienden a fallar si no se gestionan por intervalos. La planificación de paradas técnicas es obligatoria, incluso si el guion pretende continuidad absoluta.

Medidas obligadas para participantes y espectadores

Todo rodaje de este tipo debe disponer de zonas de exclusión claras y rígidas. Las medidas básicas que siempre recomiendo son: perímetros de seguridad, personal formado para control de público, presencia médica con capacidad de evacuación rápida y equipos de extinción. Sin estos elementos, la celebración de maniobras extremas en vía pública es inaceptable.

Para los pilotos y equipos, es imprescindible el uso de equipos de protección certificados: arneses, cascos específicos para competición, sistemas de extinción embarcados y jaulas de seguridad adecuadas a la homologación del vehículo. También conviene disponer de radios redundantes y protocolos de emergencia afinados y ensayados antes de cualquier toma.

Finalmente, la coordinación con autoridades locales y cuerpos de seguridad es ineludible: permisos que contemplen cierres parciales, planes de contingencia y documentación que respalde la operación. Planificar sin este marco legal y operativo es jugar con la integridad de personas y bienes.

Preguntas frecuentes

¿Qué pasó con la idea final que tenían Pastrana y Block?

Según lo compartido por Travis Pastrana, el plan era hacer una gran entrega final que incluyera una carrera por la subida de Mount Washington, intentando incluso un récord y manteniendo un derrape continuo durante gran parte del recorrido. La intención era combinar espectáculo y rivalidad directa entre ambos pilotos.

Ese proyecto contemplaba maniobras y secuencias que no siempre habrían obtenido permisos oficiales en entregas anteriores, por lo que implicaba negociar nuevas autorizaciones y afrontar retos logísticos y de seguridad importantes.

Con la muerte de Ken Block, el guion previsto no pudo llevarse a cabo tal cual. No obstante, la idea de cerrar la saga con una transición hacia Lia seguía presente como posibilidad narrativa y deportiva.

¿Quién ocuparía el lugar de Block en la saga?

La propuesta textual incluía a Lia Block como potencial sucesora: la escena post-créditos habría presentado su relevo como cierre simbólico. Lia ya tiene experiencia con vehículos icónicos de la saga y compite en rally, lo que la sitúa en una posición de continuidad posible.

Eso no significa una transmisión automática del legado: la transición requiere planificación deportiva y mediática para que el paso sea coherente y seguro. Desde el punto de vista práctico, su incorporación sería el resultado de una decisión deliberada y escalonada.

En cualquier caso, la idea apuntaba a preservar la esencia de la saga mientras se abría a nuevas narrativas y formatos.

¿Era viable técnicamente convertir Mount Washington en un trazado de drift?

Técnicamente, es posible adaptar tramos de montaña para maniobras controladas, pero hacerlo de forma segura y legal exige modificaciones en la logística: análisis de superficie, puntos de escape, equipos de recuperación y permisos. Convertir una subida en una línea de derrape continuo aumenta la complejidad técnica y operativa.

La clave está en gestionar el riesgo con redundancias: paradas planificadas, apoyo en ruta, control de espectadores y elementos de seguridad mecánica. Sin esa estructura, la maniobra no es responsable desde el punto de vista operativo.

Por tanto, la viabilidad existe, pero solo bajo protocolos estrictos y con inversiones importantes en seguridad y coordinación.

¿Qué lecciones prácticas deja el proyecto para futuros rodajes?

La lección principal es que la ambición creativa debe ir de la mano de planificación técnica. Un plan espectacular puede fracasar si no se evalúan con rigor los condicionantes de seguridad, permisos y costes. En mi experiencia, el éxito de una producción así reside más en la preparación que en la improvisación.

Otra lección es la importancia de planear la transición generacional con tiempo y criterios deportivos: introducir a un relevo requiere escalones de exposición y competición que preserven tanto la integridad del piloto como la reputación de la marca.

Por último, la coordinación con las autoridades locales y la inversión en contingencias son imprescindibles: sin ellas, incluso las mejores ideas se quedan en un proyecto inviable.

¿Qué puedo aprender si gestiono o financio producciones similares?

Debe priorizarse la seguridad y la planificación logística. Presupuesta con holgura, diseña protocolos de emergencia y reserva partidas para permisos y seguros. La inversión en prevención rara vez se recupera por vía directa, pero sí evita pérdidas mayores y protege la continuidad del proyecto.

Además, segmenta la comunicación entre público especializado y general para maximizar el impacto: muestra la técnica y la autenticidad en canales técnicos, y la espectacularidad en canales de alcance masivo.

En resumen: la creatividad no sustituye a la prudencia. Un proyecto ambicioso sólo tiene sentido si se apoya en planificación, seguridad y una gestión económica responsable.

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Sergio Vidal

Sergio Vidal cubre motor, movilidad eléctrica y compra informada. Lleva años probando vehículos y comparando fichas técnicas con uso real: consumos, mantenimiento, costes totales y fiabilidad por generación. En eléctricos e híbridos explica autonomía útil, degradación y estrategias de carga; en combustión, la realidad de costes y normativa. Sus guías de compra priorizan necesidades del lector y escenarios de uso, mientras que sus tutoriales de mantenimiento básico ayudan a alargar la vida del vehículo sin complicaciones. Dirige los especiales “Guías de compra por presupuesto” y “Rutas de carga”. Su estilo combina precisión técnica y lenguaje claro, con matrices comparativas que facilitan decisiones sin sesgos de marca.

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