Receta: Chicken Scampi al estilo italiano, ¡delicioso y fácil!

Una receta práctica y sabrosa de Chicken Scampi: pollo dorado, salsa de vino y mantequilla, y pasta al dente. Trucos y variantes para un resultado siempre impecable.

Esta versión de Chicken Scampi combina pollo en dados, una salsa de mantequilla y vino blanco, y pasta fina para un plato cálido y sabroso. Lo preparo cuando quiero un resultado elegante sin complicaciones: dorar bien el pollo, reducir el vino y emulsionar la salsa con mantequilla para que cubra cada hebra de pasta.

Ficha de la receta

Tiempo de preparación: 20 minutos. Tiempo de cocción: 15 minutos. Listo en: 35 minutos. Raciones: 6. Calorías por ración: 630 kcal.

Plato principal de inspiración italiana; ideal para combinar con verduras al vapor o un acompañamiento asado. No incluyo imagen aquí, pero la apariencia final debe ser una pasta brillante, trozos de pollo dorados y una cucharada generosa de parmesano.

En mi cocina priorizo dos principios: un sellado rápido y fuerte del pollo para obtener sabor, y una reducción suficiente del vino para que la salsa gane complejidad sin quedar alcohólica. Con esas dos claves, el resultado es consistente y sabroso.

Ingredientes

Reúno los ingredientes justo antes de empezar: el supermercado y la despensa habituales suelen bastar. Trabajo con pechuga de pollo sin hueso y sin piel, harina para darle adherencia a los condimentos y provocar un dorado correcto, y una buena cantidad de mantequilla para la salsa.

La lista que sigue respeta las cantidades originales que uso en casa; si prefieres puedes sustituir muslos de pollo deshuesados, cambiar el tipo de pasta o ajustar el picante. Más abajo explico alternativas y cómo adaptar texturas y sabores.

Mantén a mano: una sartén amplia (12 pulgadas/30 cm aprox.), mantequilla fría en trozos para que se emulsione mejor, y un vino blanco seco de calidad moderada para que eleve la salsa sin dominarla.

  • 1 1/4 lbs. boneless skinless chicken breasts, diced into 1-inch pieces
  • 2 Tbsp all-purpose flour
  • 2 tsp Italian seasoning
  • Salt and freshly ground black pepper (al gusto; yo uso aprox. 3/4 tsp sal y 1/4 tsp pimienta para esta cantidad)
  • 8 Tbsp unsalted butter, diced into 1-Tbsp pieces
  • 1 Tbsp olive oil
  • 2 Tbsp minced garlic (aprox. 6 cloves)
  • 12 oz. thin spaghetti (o estándar)
  • 1 cup dry white wine (Sauvignon Blanc o similar)
  • 1/8 – 1/4 tsp red pepper flakes, opcional
  • 1 Tbsp fresh lemon juice
  • 1/3 cup chopped parsley
  • 2/3 cup shredded parmesan cheese (o Romano, para servir)

Antes de cocinar, seca bien el pollo con papel de cocina: ese gesto sencillo evita que la pieza salga cocida al vapor en lugar de bien dorada. También reparto la mantequilla en porciones para incorporarla poco a poco y lograr una salsa sedosa.

Pasos detallados

Organizo el trabajo en tres bloques: cocer la pasta, dorar el pollo y preparar la salsa. Empezar la pasta cuando la salsa está reduciendo me permite coordinar tiempos y servir al punto.

Cada paso que describo abajo lo realizo en una sartén amplia para facilitar el rehogado y que al final la pasta se mezcle directamente con la salsa y el pollo sin perder calor ni textura.

Te indico tiempos orientativos; en cocina, el control visual (color del pollo, brillo de la salsa) es tan importante como el cronómetro.

  1. Llena una olla grande con agua y llévala a ebullición; sazona el agua con sal y cuece la pasta según las indicaciones del paquete, hasta al dente. Empiezo la cocción de la pasta cuando el vino lleva un par de minutos reduciendo para que terminen a la vez.
  2. Sazona el pollo: seca los dados con papel, luego pásalos por la mezcla de harina, Italian seasoning, sal y pimienta, asegurando que queden bien cubiertos. Esta capa favorecerá el dorado y ayudará a espesar ligeramente la salsa.
  3. Calienta una sartén antiadherente de 30 cm a fuego medio-alto. Añade 3 Tbsp de mantequilla y 1 Tbsp de aceite de oliva; cuando la mantequilla esté derretida y la sartén bien caliente, coloca el pollo en una sola capa.
  4. Sella sin mover demasiado: deja dorar unos 4 minutos por un lado hasta que tome color, da la vuelta y cocina 2–3 minutos más hasta que esté hecho. Traslada el pollo a un plato y cúbrelo ligeramente con papel de aluminio para mantener el calor sin que se cueza más por vapor.
  5. Reduce el fuego a medio-bajo; añade 1 Tbsp de mantequilla y el ajo picado. Saltea apenas 20 segundos, solo hasta que el ajo libere aroma: no lo dejes dorar para evitar amargor.
  6. Vierte 1 cup de vino blanco y las red pepper flakes; sube ligeramente el fuego hasta que la mezcla empiece a burbujear y deja reducir hasta que quede aproximadamente 1/4 de su volumen inicial (unos 4–6 minutos). La reducción concentra sabor y deja una base marcada para la mantequilla.
  7. Incorpora los 4 Tbsp restantes de mantequilla en trozos, fuera del fuego si es necesario, y remueve hasta emulsionar. Apaga el fuego y añade 1 Tbsp de zumo de limón; prueba y ajusta de sal y pimienta.
  8. Devuelve el pollo a la sartén y mezcla con la salsa; añade la pasta escurrida y la mitad del perejil. Mezcla con movimientos envolventes para que la mantequilla cubra la pasta de forma uniforme.
  9. Sirve inmediatamente espolvoreando el parmesano y el resto del perejil. La textura final debe ser brillante, la salsa lo bastante ligada para adherirse sin quedar líquida.

Consejo de cocinera: reserva algo del agua de cocción de la pasta antes de escurrirla; si la salsa quedase densa puedes añadir unas cucharadas para ajustar la textura y que quede más sedosa.

Otro detalle práctico: no tapes completamente el pollo al mantenerlo caliente; así evitas que el vapor lo reblandezca y pierda la textura dorada.

Notas, variantes y conservación

He probado varias versiones y me gusta conservar la esencia: ajo, vino, mantequilla y limón. A partir de ahí hay adaptaciones sencillas para distintos paladares y despensas.

Si prefieres una opción más jugosa y con más grasa, usa muslos deshuesados en lugar de pechuga; necesitarán unos minutos extra de cocción pero aportan más sabor. Para una alternativa sin alcohol, sustituye el vino blanco por caldo de pollo bajo en sodio, aunque el perfil aromático será menos complejo.

Si quieres mayor ligazón en la salsa, añade 1 cucharada de mantequilla extra al final y emulsiona fuera del fuego. Para un toque verde más marcado incorpora albahaca fresca en lugar de parte del perejil.

  • Para menos calorías: reduce la mantequilla a 6 Tbsp y añade 2 Tbsp de caldo para compensar la pérdida de volumen en la salsa.
  • Para más intensidad de ajo: añade una cucharadita extra de ajo picado al final, pero evita freír en exceso para no quemarlo.
  • Si te gusta el picante: aumenta las red pepper flakes gradualmente; con 1/4 tsp el plato tiene un punto perceptible sin dominar.

Conservación: guarda las sobras en un recipiente hermético en el frigorífico hasta 2 días. Al recalentar, añade un chorrito de agua o caldo y calienta a fuego medio-bajo, removiendo para recuperar la textura; la pasta tenderá a absorber la salsa, por eso conviene ajustar la humedad al recalentar.

Congelación: no aconsejo congelar una preparación con mucha mantequilla y pasta, porque la textura se altera. Si quieres preparar con antelación, conserva el pollo y la salsa por separado en frío hasta 48 horas y mezcla con la pasta en el momento de servir.

Tabla nutricional

La siguiente tabla refleja los valores estimados por ración tal como calculo en la receta. Sirve para orientarte si controlas macronutrientes o planificación semanal.

Valores por ración (aprox.): 630 kcal. Ten en cuenta que al ajustar mantequilla, cantidad de pasta o tipo de queso los valores varían notablemente.

Si buscas reducir calorías, las opciones arriba descritas (menos mantequilla, más caldo, sustituir parte de la pasta por verduras) son útiles.

Componente Cantidad % VD*
Calorías 630 kcal
Grasas 28 g 43%
Grasas saturadas 15 g 94%
Colesterol 119 mg 40%
Sodio 543 mg 24%
Potasio 574 mg 16%
Hidratos de carbono 49 g 16%
Fibra 2 g 8%
Azúcares 2 g 2%
Proteínas 38 g 76%
Vitamina A 1035 IU 21%
Vitamina C 8 mg 10%
Calcio 359 mg 36%
Hierro 2 mg 11%

*% Valores diarios basados en una dieta de 2000 kcal. Estos datos son estimaciones para orientar.

Preguntas frecuentes

Resuelvo dudas habituales que surgen al preparar Chicken Scampi; las respondo desde la práctica y con alternativas simples para adaptar el plato.

Si tienes poco tiempo o ingredientes limitados, las variaciones y los consejos de conservación te permitirán mantener el carácter del plato sin perder resultado.

A continuación encontrarás respuestas claras y directas a las preguntas que recibo con más frecuencia.

¿Puedo sustituir el vino por caldo?
Sí: usa caldo de pollo bajo en sodio si quieres evitar el alcohol, pero tendrás menos acidez y menos complejidad aromática. Añade una cucharadita de vinagre de vino blanco o un poco más de zumo de limón para recuperar algo de brillo.
¿Qué pasta funciona mejor?
Prefiero thin spaghetti o linguine porque la salsa ligera se adhiere bien. Angel hair queda demasiado delicada y fettuccine absorbe más salsa; escoge según la textura que busques.
¿Cómo evito que el pollo quede seco?
Séllalo a fuego vivo hasta dorar y no lo cocines en exceso. Tras sacarlo, guárdalo tapado ligeramente con papel de aluminio para mantener calor sin que se siga cociendo con el vapor.
¿Puedo preparar la receta con antelación?
Lo mejor es cocinar por separado la pasta y la salsa. Guarda en frío hasta 48 horas y monta al momento; así preservas textura y sabor. Evita congelar si la pasta ya está mezclada con mucha mantequilla.
¿Cómo adaptar el plato para menos calorías?
Reduce la mantequilla a 6 Tbsp, sustituye parte de la pasta por verduras asadas o calabacines en tiras, y usa queso en menor cantidad. Un caldo ligero en lugar de parte de la mantequilla ayuda a aligerar la preparación.
Share your love
Avatar photo
Lucia Gomez

Lucía Gomez es cocinera doméstica avanzada y redactora gastronómica centrada en cocina accesible: rápidas, saludables, repostería y batch cooking. Su metodología prioriza ingredientes asequibles, técnicas replicables y tiempos verificados en cocina real. Cada receta incluye lista de ingredientes clara, pasos numerados, variantes por alergias o preferencias y consejos de presentación sin artificios. Lucía dirige la línea editorial de fichas “smart” con tarjeta de información (porciones, tiempos, conservación) y tablas de nutrición aproximada. Apuesta por la recuperación de recetas tradicionales con enfoques modernos (airfryer, olla lenta) y por minimizar desperdicio con reaprovechamientos. Su comunidad valora su tono cercano, los resultados consistentes y su obsesión por testear medidas y horneados para evitar errores comunes.

Articles: 97