Receta: Conchas rellenas al horno con espinacas y queso

Ficha de la receta

Tiempos, raciones y rendimiento

Presento una receta pensada para compartir: conchas rellenas al horno con espinacas y queso, que resultan contundentes y muy cómodas de preparar. La receta que describo rinde para 10 raciones, ideal para una cena familiar o para dejar buena cantidad de sobras que se recalientan sin perder textura.

En cuanto a los tiempos, necesitas unos 25 minutos de preparación activa y alrededor de 30 minutos de cocción en el horno. El tiempo total estimado es de 55 minutos, lo que permite planificar con antelación y, si se desea, preparar el relleno con antelación para montar y hornear en el último momento.

Al planificar, ten en cuenta que el montaje y el relleno de las conchas es la fase más laboriosa, pero no complicada. Si ajustas la receta para menos porciones, conserva las proporciones de los quesos y el huevo para mantener la textura del relleno. Si la sirves con una ensalada o verduras asadas amortiguarás la contundencia del plato y equilibrarás la comida.

Calorías y consideraciones nutricionales

Esta receta proporciona aproximadamente 338 calorías por ración. Es una preparación rica en proteínas gracias al conjunto de quesos y al huevo, pero también contiene una cantidad apreciable de grasa y sodio, factores a considerar si sigues una dieta baja en estos elementos.

La presencia de espinacas aporta vitaminas y potasio, y cuando se emplea una salsa de tomate casera se incrementa el aporte de vitamina C. Por su naturaleza, es una receta que se disfruta como plato principal y que conviene acompañar con vegetales al vapor o una ensalada verde para añadir fibra y micronutrientes.

Si necesitas adaptar el perfil nutricional, te doy alternativas prácticas en la sección de notas: reducir la cantidad de mozzarella, optar por ricotta desnatada o elegir una salsa baja en sodio son cambios que modifican calorías y contenido de sal sin comprometer el espíritu del plato.

Ingredientes

Lista completa para 10 raciones

A continuación tienes la lista exacta de ingredientes necesaria para preparar estas conchas rellenas tal y como las hago. Mantengo las cantidades originales para que el resultado sea fiel y consistente: las proporciones entre quesos, huevo y espinacas son las que dan la textura correcta al relleno.

Si optas por espinacas congeladas, ten en cuenta que deben quedar bien escurridas y prensadas para evitar exceso de agua en el relleno. Más adelante explico cómo procesarlas sin pérdida de sabor. Conviene también rallar los quesos finamente para que se integren bien.

Prepara todos los ingredientes antes de empezar: cuece las conchas hasta que estén al dente y deja que se enfríen lo suficiente para poder rellenarlas sin que se rompan. Ten a mano una manga, una cuchara pequeña o una cucharilla para rellenar con comodidad.

  • 30 conchas de pasta jumbo, cocidas según el paquete
  • 15 oz espinacas frescas, cocinadas hasta que se marchiten, escurridas y picadas
  • 15 oz queso ricotta
  • 1 huevo grande
  • 3 cucharadas de albahaca fresca picada
  • 1 cucharadita de orégano o tomillo fresco picado
  • 1 diente de ajo, finamente picado
  • 3 tazas (12 oz) de queso mozzarella finamente rallado, dividido
  • 1 taza (3.5 oz) de queso parmesano finamente rallado
  • Sal y pimienta negra recién molida, al gusto
  • 3 tazas de salsa marinara, casera o comercial
  • Copos de pimiento rojo, opcionales

Preparación

Relleno: textura y sabor

Comienzo preparando el relleno porque es la base de la receta. Mezcla en un bol la ricotta con el huevo hasta obtener una crema homogénea; el huevo ayuda a ligar y a evitar que el relleno se separe al hornear. Incorpora la albahaca, el orégano o tomillo y el ajo. Estos aromáticos aportan el carácter italiano que buscamos.

Añade al bol dos tazas de mozzarella rallada y el parmesano, y después incorpora las espinacas ya bien escurridas. Es clave que las espinacas no aporten agua: exprímelas con varias capas de papel de cocina o con un paño de algodón limpio. Si quedan húmedas, el relleno se volverá más líquido y las conchas perderán definición.

Salpimenta con moderación. Ten en cuenta que los quesos ya contienen sal, así que conviene probar la mezcla antes de añadir sal adicional. Si te gusta el punto picante, mezcla unos copos de pimiento rojo en una parte de la salsa en lugar de en el relleno, así controlas la intensidad.

Montaje y horneado

Extiende aproximadamente 1/3 de taza de salsa marinara en el fondo de una fuente de horno de unos 33 por 23 cm. Esta capa evita que las conchas se peguen y aporta humedad durante la cocción.

Rellena cada concha con cerca de 2 cucharadas del relleno y disponlas con la apertura hacia arriba en la fuente, una al lado de otra. Cubre con la marinara restante y espolvorea la mozzarella reservada uniformemente. El queso en superficie crea la corona fundida que buscamos y ayuda a mantener el relleno caliente.

Cubre la fuente con papel de aluminio y hornea en horno precalentado a 190 °C durante 30 minutos. Retira el papel los últimos minutos si quieres una capa superior más dorada. Deja reposar cinco minutos antes de servir para que el relleno asiente y sea más fácil porcionar.

Pasos numerados

Para que lo tengas claro y ordenado, aquí están los pasos numerados. Síguelos tal cual para reproducir el resultado esperado; yo los uso siempre cuando cocino esta receta.

  1. Precalentar el horno a 190 °C.
  2. En un bol, mezclar la ricotta con el huevo hasta que quede cremosa; añadir la albahaca, el tomillo o el orégano y el ajo picado.
  3. Agregar 2 tazas de mozzarella y el parmesano; mezclar y añadir las espinacas preparadas. Salpimentar al gusto.
  4. Extender 1/3 de taza de marinara en una fuente de 33 x 23 cm.
  5. Rellenar cada concha con aproximadamente 2 cucharadas de la mezcla y colocarlas en la fuente con la abertura hacia arriba.
  6. Mezclar copos de pimiento rojo en la marinara si se desea; cubrir las conchas con la marinara restante y espolvorear con la taza de mozzarella reservada.
  7. Cubrir con papel de aluminio y hornear 30 minutos a 190 °C. Retirar el papel los últimos minutos para dorar.
  8. Dejar reposar unos cinco minutos y servir calientes.

Notas, variantes y conservación

Variantes sencillas y sustituciones

He probado varias versiones y hay sustituciones que funcionan bien sin traicionar la receta: puedes añadir carne picada a la salsa para convertirlo en una preparación más contundente o incorporar champiñones salteados al relleno para un sabor más terroso.

Si prefieres reducir calorías, emplea ricotta baja en grasa y disminuye la mozzarella en la mezcla, dejando algo para gratinar la superficie. Otra opción es usar mozzarella light y rallar el parmesano en menor cantidad; el resultado seguirá siendo sabroso pero con menos grasa.

Para vegetarianos exigentes puedes reemplazar el parmesano por un queso duro de vaca con menor contenido en sal o combinar quesos vegetarianos si necesitas una versión sin cuajo animal. Prueba también añadir hierbas frescas extra, como perejil o más albahaca, para elevar el aroma.

Congelación y conservación

Estas conchas son ideales para preparar con antelación. Puedes montarlas en la fuente y congelar antes de hornear; para esto cubre bien con film y una capa de papel de aluminio. Congelan bien durante varios meses.

Para hornear desde congelado, descongela en la nevera toda la noche y deja que vuelvan a temperatura ambiente mientras el horno se calienta. Si las horneas directamente congeladas añade 10-15 minutos extra y comprueba que el centro esté bien caliente.

Si has horneado y te sobra, guarda las raciones en un recipiente hermético en la nevera hasta 3 días. Para recalentar, coloca en el horno a 160-170 °C tapadas hasta que estén calientes o utiliza el microondas para porciones individuales, cubriendo para mantener la humedad.

Errores comunes y cómo evitarlos

El error más frecuente es el exceso de humedad en las espinacas. Si no las escurrimos correctamente, el relleno queda aguado y las conchas pierden textura. Prensa bien las espinacas en un paño o con papel de cocina antes de añadirlas.

Otro fallo es cocinar demasiado las conchas al hervirlas; deben quedar al dente porque luego se cocinan en el horno. Si las cueces de más, se desintegrarán al rellenarlas o se volverán blandas en la fuente.

Finalmente, salpimentar sin probar la mezcla puede llevar a exceso de sal por los quesos y la salsa. Prueba una pequeña cantidad del relleno y ajusta antes de rellenar todas las conchas.

Tabla nutricional

Valores por ración

La tabla que incluyo recoge los valores principales por ración según la receta original. Estos reflejan el contenido energético y los macronutrientes más relevantes para quien precisa controlar energía, grasas o proteínas en la dieta.

Ten en cuenta que los valores son estimaciones y varían según marcas de quesos y salsa empleada. Si necesitas una precisión mayor, utiliza las etiquetas de tus ingredientes para recalcular en proporción.

Más abajo aparece la tabla con los datos tal y como se presentan en la receta base.

Elemento Cantidad por ración
Calorías 338
Calorías de la grasa 144
Grasa total 16 g
Grasa saturada 9 g
Colesterol 71 mg
Sodio 834 mg
Potasio 619 mg
Hidratos de carbono 25 g
Fibra 2 g
Azúcar 4 g
Proteína 21 g
Vitamina A 4855 IU (97%)
Vitamina C 17.2 mg (21%)
Calcio 436 mg (44%)
Hierro 2.7 mg (15%)

Preguntas frecuentes

¿Puedo usar espinacas congeladas en lugar de frescas?

Sí. Las espinacas congeladas funcionan bien siempre que las descongeles y las escurres muy bien. Yo las pongo en un colador y las presiono con el dorso de una cuchara o las envuelvo en varias capas de papel para eliminar el exceso de agua.

Si no las secas correctamente, el relleno quedará húmedo y las conchas pueden quedar blandas en la fuente. Después de escurrirlas, pícalas y mézclalas con los quesos como en la receta original.

En términos de sabor, las espinacas frescas aportan un matiz más vivo; las congeladas son más prácticas y económicas, y en esta receta el resultado sigue siendo muy bueno.

¿A qué temperatura debo hornear si mi horno no tiene grados exactos?

He indicado 190 °C como temperatura de referencia, que corresponde aproximadamente a la temperatura media-alta utilizada en la receta original. Si tu horno tiene indicadores como baja/media/alta, sitúalo entre medio y alto.

Si tu horno tiende a dorar excesivamente, cubre la fuente con papel de aluminio los primeros 25 minutos y descubre solo al final para conseguir un gratinado uniforme sin quemar la superficie.

Contar con un termómetro de horno ayuda a precisión, pero no es imprescindible; controla el tiempo y el aspecto del gratinado para ajustar según tu horno.

¿Se pueden preparar con antelación y hornear el mismo día?

Sí. Puedes montar las conchas en la fuente y mantenerlas en la nevera durante unas horas antes de hornear. Esto facilita la logística si cocinas para invitados.

Si las preparas con mucha antelación y las refrigeras, saca la fuente 20-30 minutos antes de meterla al horno para que pierda frío y se hornee de manera más uniforme.

Para conservar más tiempo, conviene congelar antes de hornear; en ese caso descongela en la nevera y calienta según las indicaciones de conservación.

¿Qué acompaña mejor a estas conchas rellenas?

Recomiendo siempre un acompañamiento ligero para equilibrar la contundencia: una ensalada de hojas verdes con vinagreta ligera, verduras al vapor o calabacines asados funcionan muy bien y aportan frescura.

Otra opción es servir una porción pequeña de pan rústico para quienes quieran salsar. Evita guarniciones muy pesadas si buscas una comida equilibrada.

Si buscas una sugerencia rápida, una ensalada de rúcula con limón y parmesano contrapone bien el queso fundido de las conchas y aporta contraste de texturas.

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Lucia Gomez

Lucía Gomez es cocinera doméstica avanzada y redactora gastronómica centrada en cocina accesible: rápidas, saludables, repostería y batch cooking. Su metodología prioriza ingredientes asequibles, técnicas replicables y tiempos verificados en cocina real. Cada receta incluye lista de ingredientes clara, pasos numerados, variantes por alergias o preferencias y consejos de presentación sin artificios. Lucía dirige la línea editorial de fichas “smart” con tarjeta de información (porciones, tiempos, conservación) y tablas de nutrición aproximada. Apuesta por la recuperación de recetas tradicionales con enfoques modernos (airfryer, olla lenta) y por minimizar desperdicio con reaprovechamientos. Su comunidad valora su tono cercano, los resultados consistentes y su obsesión por testear medidas y horneados para evitar errores comunes.

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