Ficha de la receta
Tiempo de preparación: 15 minutos
Tiempo de cocción: 6 horas 10 minutos (aprox.)
Listo en: 6 horas 25 minutos
Raciones: 6
Calorías por ración: 432 kcal
Presento una versión sencilla y fiable de fajitas de pollo para olla lenta, pensada para días con poco tiempo pero con ganas de comida con carácter. Prefiero usar pechuga de pollo porque mantiene la textura y permite servir tanto en tiras como desmenuzado sin deshacerse por completo; si buscas un pollo más jugoso y compacto, hay consejos en la sección de variantes. La receta respeta los sabores clásicos Tex‑Mex: tomate con chiles, una mezcla de especias cálida y el frescor final de lima y miel.
La ventaja de cocinar en olla lenta es doble: las piezas de pollo quedan tiernas y el conjunto genera un líquido sabroso que evita que la carne se reseque. Además, el trabajo previo es mínimo: salvo cortar verduras, todo se monta en capas y la olla hace el resto. Recomiendo comprobar la cocción al final del tiempo indicado y ajustar según tu aparato, ya que la potencia de las ollas varía.
He actualizado algunos criterios prácticos para que el resultado sea constante: cantidades adaptadas para 6 raciones, consejo sobre el momento de añadir los pimientos si los quieres menos cocidos, y la proporción de especias para un equilibrio entre aroma y picante moderado. También explico cómo recuperar parte del jugo para que las fajitas queden jugosas sin exceso de líquido en la tortilla.
Resumen técnico breve
Esta es una receta de montaje en capas: tomate y verduras, pollo, especias y más verduras. Cocción lenta a temperatura baja o alta según necesidad.
Si vas justo de tiempo, la opción «alto» reduce el tiempo a 2‑3 horas; en «bajo» funciona perfectamente en 4‑6 horas para una textura más integrada.
Guardo otros consejos de conservación y emplatado en las notas, donde también explico sustituciones de ingredientes comunes.
Ingredientes
Ingredientes principales
- 900 g de pechuga de pollo sin piel ni hueso (aprox. 2 lbs)
- 1 lata (410 g) de tomate en dados con chiles
- 3 pimientos (1 rojo, 1 amarillo, 1 verde), limpios y en tiras
- 1 cebolla amarilla grande, cortada en medias lunas
- 4 dientes de ajo, picados
- 2 1/2 cucharaditas de chili en polvo
- 2 cucharaditas de comino molido
- 1 cucharadita de pimentón
- 3/4 cucharadita de cilantro molido (o 1 cucharadita de orégano como alternativa)
- 1 cucharadita de sal y 3/4 cucharadita de pimienta negra
- 2 cucharadas de zumo de lima fresco
- 1 cucharada de miel (opcional)
Para servir: 12 tortillas de 15 cm (6-inch), cilantro, crema agria, salsa, aguacate o guacamole y queso rallado. Son complementos opcionales, pero yo siempre incluyo al menos lima y cilantro para dar contraste.
Al preparar los ingredientes me fijo en dos puntos: la calidad de la pechuga y el tamaño de las tiras de pimiento. Trozos demasiado finos se desharán; algo más gruesos soportan mejor la cocción prolongada. Las latas de tomate con chiles aportan un punto ahumado y picante moderado; si tu lata es muy suave, añade 1 lata pequeña de chiles en conserva o ajusta el chili en polvo.
Si prefieres evitar la miel por razones dietéticas, puedes sustituirla por 1 cucharadita de azúcar moreno o eliminarla; su función es equilibrar la acidez del tomate y la lima. Para una versión con menos sodio, usa tomates sin sal y reduce la sal añadida, ajustando al final tras probar el conjunto.
Consejos de compra y preparación
Elige pimientos firmes y de colores vivos; el paso de cortar en tiras uniformes facilita un cocinado homogéneo. La cebolla amarilla añade dulzor tras la cocción lenta, aunque la roja funciona bien si prefieres su matiz.
Para el ajo, prefiero picarlo fresco en lugar de usar ajo en polvo: el perfil aromático es más brillante y se integra mejor en el líquido de cocción.
Guardo las especias en un bote opaco y seco para mantener aroma; si las mezclas justo antes de usarlas, el resultado será más intenso que con una mezcla preparada hace tiempo.
Preparación
Pasos numerados
- Vierte la mitad de los tomates con su jugo en el fondo de una olla lenta de 6–7 litros y distribuye una capa con la mitad de los pimientos y la mitad de la cebolla. Añade el ajo.
- Coloca las pechugas de pollo encima de esa base de verduras.
- Mezcla en un bol chili en polvo, comino, pimentón, cilantro molido, sal y pimienta; espolvorea la mitad sobre las pechugas, da la vuelta y repite con la otra mitad.
- Cubre con el resto de los tomates y el resto de las verduras.
- Tapa y cocina en ALTO 2–3 horas o en BAJO 4–6 horas, hasta que el pollo alcance una temperatura interna segura y las verduras estén tiernas.
- Saca el pollo, córtalo en tiras o desmenúzalo según prefieras. Retira aproximadamente 240 ml (1 taza) del líquido del fondo y deséchalo si está demasiado líquido.
- Mezcla el zumo de lima y la miel en un bol pequeño; incorpóralo al contenido de la olla junto con el pollo y mezcla suavemente. Ajusta de sal y añade cilantro picado si te apetece.
- Sirve caliente en tortillas con los acompañamientos elegidos.
En mi experiencia, la fase de montaje en capas es clave: el tallado de las verduras en tiras uniformes y la distribución pareja del tomate evitan que el líquido se concentre solo en un punto. Además, repartir las especias en dos veces asegura que el pollo se impregne tanto por encima como por debajo.
Si quieres texturas menos cocidas en los pimientos, añádelos en los últimos 30 minutos. Ese truco mantiene un punto crujiente que a mucha gente le gusta.
Cuidado con el exceso de líquido al servir: una taza puede convertirse en demasiado si las tortillas absorben mucho. Yo suelo retirar el exceso y volver a mezclar para obtener la consistencia ideal para rellenar sin empapar las tortillas.
Errores frecuentes y cómo evitarlos
Un error común es cocinar demasiado tiempo en ALTO buscando rapidez; el resultado puede ser pollo desmenuzado y verduras demasiado blandas. Sigue los tiempos indicados y comprueba la textura.
Otro fallo es no sazonar en capas: añade sal y pimienta en las dos fases de aplicación de las especias para un perfil más equilibrado.
Finalmente, usar pechuga excesivamente fina o fileteada provocará que el pollo se deshaga. Si tus pechugas son muy finas, considera cocinarlas menos tiempo y comprobar la textura antes de alcanzar el máximo indicado.
Notas, variantes y conservación
Variantes y adaptaciones
Para una versión con más grasa y sabor intenso, puedes usar muslos de pollo deshuesados; ten en cuenta que se desmenuzan con mayor facilidad. Si optas por muslos, reduce ligeramente el tiempo en ALTO para que no se deshagan por completo.
Si buscas más fibra, sirve la mezcla sobre arroz integral o quinoa en lugar de tortillas. La base de tomate con chiles y las especias funcionan igual de bien en un bowl, aportando jugosidad y sabor.
Para una opción baja en carbohidratos, sustituye las tortillas por hojas de lechuga robustas o servi‑lo sobre coliflor rallada y salteada.
Conservación y recalentar
Las sobras se conservan en el frigorífico hasta 3 días en un recipiente hermético. La textura se mantiene bien y los sabores incluso se asientan, pero añade un chorrito de lima o una cucharada de agua al recalentar para recuperar jugosidad.
Para congelar, separa en porciones y congela hasta 3 meses. Descongela en el frigorífico y recalienta en sartén o en la olla lenta a temperatura baja hasta que esté bien caliente.
Recalentar en microondas es posible, pero hecho en sartén mantiene mejor la textura de los pimientos y recupera el ligero dorado que aporta contraste.
Tabla nutricional
Valores por ración
| Elemento | Cantidad |
|---|---|
| Calorías | 432 kcal |
| Grasas | 8 g |
| Grasa saturada | 1 g |
| Colesterol | 96 mg |
| Sodio | 1007 mg |
| Potasio | 1082 mg |
| Hidratos de carbono | 48 g |
| Fibra | 5 g |
| Azúcares | 13 g |
| Proteínas | 34 g |
Estos valores son estimaciones y corresponden a la receta sin incluir toppings extras como crema o guacamole. Si reduces las tortillas o eliges versiones integrales o de maíz, la cifra de hidratos por ración variará.
Si controlas el sodio, ten en cuenta que las conservas y algunas mezclas de especias comerciales incrementan el contenido final. Opta por tomates sin sal y ajusta la sal al final para reducir el aporte de sodio.
La combinación de pimientos, tomate y pollo ofrece un perfil nutricional equilibrado: buena presencia de proteínas y vitaminas, especialmente vitamina C y A por la guarnición de pimientos.
Preguntas frecuentes
Dudas habituales
¿Puedo usar tomates naturales en lugar de lata? Sí. Usa unos 400 g de tomate troceado y añade 1 cucharadita extra de sal si los tomates son muy suaves. Los tomates frescos aportan más textura, pero perderás algo del sabor de los chiles en conserva si no los sustituyes.
¿Se puede preparar con antelación? Sí. Monta la olla la noche anterior, refrigera tapada y cocina al día siguiente. Si la refrigeras montada, saca 15–20 minutos antes de programarla para que baje la temperatura del conjunto y la cocción sea más uniforme.
¿Cómo consigo pimientos menos blandos? Añádelos en los últimos 30 minutos de cocción o córtalos en tiras más gruesas; también puedes saltearlos aparte al final para añadirlos crujientes sobre la mezcla caliente.
¿Es necesario retirar el líquido antes de servir? No siempre; si el líquido no es excesivo, sirve tal cual para un resultado jugoso. Si quieres tortillas que no se empapen, retira 1 taza del líquido y ajusta con la mezcla de lima y miel antes de mezclar con el pollo.
Publicado: 20 de noviembre de 2025.







