Como amante de la repostería, comparto una mantequilla de fresa que combina sabor real y textura estable. Es la cobertura perfecta para cupcakes y pasteles; intensa en matiz de fresa sin quedar líquida gracias al uso de fresas liofilizadas. He reorganizado y ampliado detalles prácticos para que el resultado sea fiable desde la primera preparación.
Receta
Tiempo de preparación: 15 minutos · Listo en: 15 minutos
Raciones: 12 (suficiente para una docena de cupcakes)
Calorías (aprox.): 2.300 kcal por lote • ≈ 190 kcal por ración
Ingredientes
Los ingredientes son pocos y el truco está en la forma de incorporarlos. Aquí encontrarás las cantidades exactas que utilizo para obtener una mantequilla cremosa, con color natural y mucho sabor.
- 3/4 cup (≈170 g) mantequilla sin sal, a temperatura ambiente*
- 1 cup (≈15 g) fresas liofilizadas
- 2 1/2 cucharadas (≈37 ml) nata para montar (heavy cream)
- 2 cups (≈230 g) azúcar glas (powdered sugar)
La lista es intencionalmente corta: la mantequilla aporta cuerpo, las fresas liofilizadas concentran el sabor y color, la nata ajusta la fluidez y el azúcar aporta estructura y dulzor. Más adelante explico pequeñas variaciones si no encuentras algún ingrediente.
Preparación
Antes de empezar, asegúrate de que la mantequilla esté blandita pero no derretida. Una mantequilla demasiado fría no se airea bien; demasiado blanda dará una crema densa y con textura grasa. Yo suelo ablandarla a temperatura ambiente o en microondas en intervalos muy cortos.
- En el bol de una batidora eléctrica con pala, bate la mantequilla a velocidad media-alta hasta que esté muy pálida y esponjosa, unos 6–8 minutos. Raspa el bol con frecuencia para incorporar todo.
- Mientras tanto, pulveriza las fresas liofilizadas en un procesador de alimentos hasta obtener un polvo fino. Espera unos 10 segundos antes de abrir el procesador para que el polvo en suspensión se asiente. Deberías obtener aproximadamente 3 1/2 cucharadas de polvo.
- Incorpora el polvo de fresa a la mantequilla ya aireada y mezcla hasta que esté homogéneo. Añade la nata y seguidamente el azúcar glas. Bate todo a velocidad media-alta otros 4–5 minutos, hasta que la mezcla resulte muy pálida, ligera y fácil de extender.
Para obtener el mejor acabado, lo ideal es usar la mantequilla en la hora siguiente a su elaboración; así conserva la textura y el color óptimos. Si necesitas repetir el proceso para un pastel mayor, dobla o triplica las cantidades respetando los tiempos de batido.
Técnica y consejos
Por qué prefiero fresas liofilizadas
Uso fresas liofilizadas por dos razones decisivas: sabor concentrado y ausencia de agua. Las fresas frescas contienen mucha humedad, lo que diluye el sabor y puede volver líquida la cobertura.
La liofilización elimina prácticamente el agua y concentra tanto el aroma como el color. Con una pequeña cantidad se logra una intensidad evidente, sin alterar la estructura de la mantequilla.
Además, el polvo de fresa se integra con facilidad: no necesita cocción ni reducción previa, y aporta un tono rosado natural que muchas veces evita el uso de colorantes artificiales.
Lograr la textura ideal
El punto de la mantequilla es clave. Cuando bate la mantequilla hasta pálida y esponjosa, incorporas aire que luego hará que la cobertura quede ligera y fácil de extender. No sustituyas el tiempo de batido por velocidad: es el aire lo que marca la diferencia.
Si la mezcla queda demasiado densa, incorpora una cucharadita adicional de nata hasta obtener la textura deseada. Si queda demasiado fluida, añade 1–2 cucharadas de azúcar glas tamizada y vuelve a batir unos segundos.
Raspa constantemente el bol: los ingredientes tienden a adherirse a las paredes y es importante que todo entre en la mezcla para lograr una textura uniforme y estable.
Errores comunes y soluciones prácticas
Un error frecuente es usar mantequilla demasiado caliente; la cobertura pierde cuerpo y se vuelve aceitosa. Si ocurre, refrigera 10–15 minutos y bate de nuevo a velocidad baja para recuperar algo de estructura.
Otro fallo es pulverizar las fresas en exceso y añadir aire de más; abre el procesador tras unos segundos de reposo para evitar nubes de polvo. Si te queda grumos, pasa la mezcla por un tamiz o bate un poco más para integrarlos.
Si el color te parece pálido, no añadas demasiada azúcar para compensar; es mejor ajustar con un poco más de polvo de fresa o reducir el aireado hasta encontrar el equilibrio entre color, sabor y textura.
Variantes y conservación
Sustituir por fresas frescas
Si solo tienes fresas frescas, puedes usarlas pero requieren un paso previo: cocinarlas para reducir líquidos. Pica las fresas y cuécelas a fuego medio-bajo hasta que el agua se evapore y la pulpa espese; deja enfriar completamente antes de incorporar a la mantequilla.
Reducirlas concentra el sabor y evita que la mantequilla se vuelva líquida. Ten en cuenta que las fresas frescas, aun reducidas, aportarán menos color y pueden alterar levemente la textura final.
En muchos casos prefiero añadir una pequeña cucharada de puré de fresa reducido y complementar con un poco de polvo de liofilizado para intensificar color y aroma sin comprometer la estabilidad.
Ajustes de sabor y color
Para un resultado más dulce o menos intenso en grasa, ajusta la cantidad de azúcar glas en incrementos de 1–2 cucharadas; recuerda que el azúcar también aporta estructura. Para intensificar el color sin variar el sabor, una punta pequeña de polvo de fresa liofilizado extra es suficiente.
Si quieres un matiz más afrutado, añade unas gotas de extracto de fresa o de vainilla, pero con moderación: el objetivo es que la fresa destaque, no que la esencia domine.
Evita los colorantes líquidos intensos que pueden humedecer la crema; si usas colorante, opta por geles con moderación y mézclalos al final para evaluar el tono real.
Conservación y transporte
Conserva la mantequilla en un recipiente hermético en el frigorífico hasta 3–4 días. Antes de usarla de nuevo, deja que vuelva a temperatura ambiente y bate ligeramente para recuperar la textura sedosa.
Para transportarla sobre cupcakes, refrigera las piezas ya decoradas y móntalas justo antes de servir. Si el clima es cálido, mantén los cupcakes refrigerados hasta el momento de entrega para evitar que la cobertura se ablande.
Si necesitas guardar la cobertura más tiempo, se puede congelar hasta 1 mes en un recipiente hermético; descongela en frigorífico y bate suavemente hasta recuperar la textura antes de usar.
Tabla nutricional (valores aproximados)
| Por lote (aprox.) | |
| Calorías | ≈ 2.300 kcal |
| Grasas totales | ≈ 150 g |
| Hidratos de carbono | ≈ 240 g |
| Azúcares | ≈ 230 g |
| Proteínas | ≈ 4 g |
| Por ración (1/12, aprox.) | |
| Calorías | ≈ 190 kcal |
| Grasas | ≈ 12–13 g |
| Hidratos de carbono | ≈ 20 g |
| Azúcares | ≈ 19 g |
Preguntas frecuentes
¿Puedo sustituir la mantequilla por margarina?
Técnicamente sí, pero no lo recomiendo si buscas textura y sabor óptimos. La mantequilla ofrece una estructura y un perfil graso que la margarina no reproduce por completo.
La margarina suele contener más agua y aceites vegetales que cambian la textura y pueden hacer que la cobertura no se airee igual. Si optas por margarina, sigue los mismos tiempos de batido y ajusta la cantidad de azúcar si la mezcla queda floja.
Personalmente, prefiero mantequilla de calidad: marca la diferencia en sabor y en la sensación en boca del frosting.
¿Cómo consigo un color rosa más intenso?
Añade una cucharadita extra de polvo de fresa liofilizada y, si es necesario, una mínima cantidad de colorante en gel. Mezcla al final para evaluar el tono real.
Evita colorantes líquidos en exceso porque aportan humedad. Si buscas un rosa muy vivo, combina un poco de polvo liofilizado con una punta de colorante en gel.
Recuerda que la iluminación y el tipo de azúcar glass también afectan la percepción del color; prueba siempre con pequeñas cantidades antes de ajustar todo el lote.
¿Se puede usar esta mantequilla para cubrir un layer cake?
Sí, es perfecta para cubrir pasteles. Para un acabado muy liso, trabaja con la cobertura ligeramente refrigerada y usa espátula metálica caliente entre pasadas para alisar mejor.
Si el pastel es grande, prepara más cantidad y aplica una capa fina inicial (crumb coat) antes de la capa final. Esto sellará las migas y facilitará un acabado limpio.
En ambientes calurosos, mantén el pastel refrigerado y evita dejarlo mucho tiempo a temperatura ambiente para conservar la forma de la cobertura.
¿Cómo ajusto la receta para más o menos raciones?
La receta se escala de forma lineal: si necesitas el doble, duplica todos los ingredientes; si quieres la mitad, reduce a la mitad. Mantén los mismos tiempos de batido por lote para asegurar la misma textura.
Cuando escales en gran medida, es preferible batir en lotes para asegurar que la mantequilla se airea homogéneamente. Batir mucho volumen en un solo bol puede dar resultados irregulares.
Si dudas, prepara una prueba pequeña y ajusta líquidos o azúcar si notas diferencias en la consistencia antes de preparar todo el lote grande.







