Preparar muslos de pollo al horno con un chimichurri fácil y aromático es una de esas soluciones culinarias que funcionan cualquier día de la semana. Aquí te explico paso a paso cómo lograr piel dorada, carne jugosa y un acabado con mucha frescura sin complicaciones.
Ficha de la receta
Esta ficha resume lo esencial para que organices tu tiempo en la cocina. La receta rinde para 10 raciones y está pensada con muslos grandes (hueso y piel), ideal para una comida familiar o para dejar porciones para otra comida.
- Raciones: 10
- Preparación: 15 minutos (más tiempo de marinado opcional)
- Tiempo de cocción: 45 minutos
- Tiempo total (incluye 1 h marinado mínimo): 1 hora
- Temperatura del horno: 200 ºC (aprox. 400 ºF)
- Calorías por ración (estimadas): 311 kcal
En mi experiencia es esencial contar con un golpe de calor final para conseguir la piel bien dorada: si tu horno no dora lo suficiente, el último minuto con el grill pone la piel crujiente sin resecar la carne. También conviene reservar parte de la salsa para servir, de forma que puedas elegir entre piel crujiente o sabor extra en el plato.
Ingredientes
A continuación tienes la lista exacta de ingredientes necesarios para la receta. Respeto las cantidades originales, pensadas para 10 muslos grandes. Si quieres ajustar la ración, en la sección de variantes explico cómo hacerlo de forma segura y proporcional.
- 1 taza (ligeiramente prensada) de hojas de perejil fresco (aprox. 1 manojo grande)
- 4 cebolletas (tallos verdes), extremos cortados, troceadas
- 2 cucharaditas de orégano seco
- 3 dientes de ajo, pelados y machacados
- 1/2 taza de aceite de oliva
- 2 cucharadas de vinagre de vino tinto
- 2 cucharadas de zumo de limón fresco
- 1/2 cucharadita de copos de guindilla (ajusta al gusto)
- 1 1/2 cucharadita de sal (más unas pizcas para ajustar)
- 1/2 cucharadita de pimienta negra recién molida
- 10 muslos de pollo grandes (3.5 lb a 4 lb en total) — con hueso y piel
El papel de cada ingrediente
El perejil aporta frescura y estructura aromática; al procesarlo con aceite y cítrico obtiene una textura que recubre bien el pollo sin enmascarar su sabor. En mi experiencia, usar perejil fresco en lugar de solo hierbas secas da un golpe herbal que equilibra la grasa de la piel.
Las cebolletas y el ajo suman profundidad umami y un matiz dulce cuando se hornean; además, las cebolletas mantienen una nota más fresca que la cebolla roja o el chalote. El orégano seco refuerza el perfil mediterráneo/argentino sin restar protagonismo al conjunto de hierbas.
El aceite de oliva emulsiona la salsa, ayuda a transferir calor y mantiene la piel jugosa. El vinagre de vino tinto y el zumo de limón actúan como agentes de ablandado leve y aportan brillo al final. Los copos de guindilla son opcionales: añádelos si buscas un punto picante que no opaque las hierbas.
Consejos sobre la calidad y cantidades
Selecciona muslos de buen tamaño y piel íntegra: la piel es la barrera que protege la carne durante el horneado y ayuda a retener jugos. Si compras piezas pequeñas, el tiempo de cocción se reducirá y conviene vigilar con un termómetro.
No escatimes en sal en la marinada: estamos marinando varios kilos de carne y la sal debe penetrar. La receta original indica 1 1/2 cucharadita para la mezcla principal y algunas pizcas adicionales para ajustar; si reduces la ración, conserva la proporción para mantener el equilibrio.
Si no tienes vinagre de vino tinto, sustituye por vinagre de vino blanco o vinagre de manzana; si prefieres un perfil totalmente cítrico, puedes sustituir el vinagre por más zumo de limón, aunque perderás algo de la acidez característica del chimichurri.
Preparación — pasos numerados y clarificados
Aquí tienes la secuencia clara y numerada. He mantenido los pasos esenciales y añadido matices prácticos que uso cuando preparo esta receta con frecuencia. Lee cada paso antes de empezar para tener todo preparado.
- Prepara la salsa: en un robot de cocina o procesador coloca el perejil, las cebolletas cortadas, el orégano seco, los dientes de ajo y los copos de guindilla. Pulsa en ráfagas hasta que las hierbas estén troceadas de forma uniforme pero no convertidas en puré.
- Añade los líquidos: incorpora el aceite de oliva, el vinagre de vino tinto y el zumo de limón. Procesa brevemente (5–10 segundos) hasta que la mezcla emulsione ligeramente y tenga una textura de salsa espesa. Detén y raspa el bol si es necesario para homogeneizar.
- Reserva parte de la salsa: saca 1/4 de taza de la mezcla y colócala en un recipiente aparte; sazónala con unas pocas pizcas de sal y refrigérala para usar al final. Esta porción es la que te permitirá añadir sabor sin humedecer demasiado la piel si decides servir crujiente.
- Sazona la marinada restante: añade a la mezcla principal 1 1/2 cucharadita de sal y 1/2 cucharadita de pimienta negra. Deberías quedar con unos 3/4 de taza de salsa para marinar las piezas.
- Marina los muslos: coloca los muslos en una bolsa con cierre o en un recipiente amplio. Vierte la marinada (los 3/4 de taza) sobre el pollo, cierra la bolsa expulsando el aire y masajea para que la mezcla cubra todas las piezas de manera uniforme.
- Tiempo de reposo: reposa en nevera al menos 1 hora y hasta 24 horas. En mi experiencia, 1–4 horas ofrecen ya buen sabor; si puedes dejarla toda la noche, las notas herbales penetran mejor.
- Precalienta y prepara la bandeja: coloca la parrilla del horno un nivel por encima del centro y precalienta el horno a 200 ºC. Usa una bandeja amplia y preferiblemente de color oscuro para favorecer el dorado; pulveriza ligeramente con spray antiadherente o unta una fina capa de aceite.
- Hornea la primera fase: coloca los muslos en la bandeja con la piel hacia arriba y hornea durante 25 minutos sin tocar. Esto permite que la piel empiece a dorarse y que la grasa se funda lentamente.
- Gira y completa el horneado: saca la bandeja, gira las piezas para exponer el lado opuesto y vuelve a hornear 20–25 minutos más hasta que la temperatura interna alcance 74 ºC (165 ºF) en la porción más gruesa junto al hueso.
- Acabado y dorado final: si no están lo bastante dorados, activa el grill los últimos 1–3 minutos vigilando de cerca para evitar quemaduras. Si prefieres la piel crujiente, no añadas la salsa reservada; si quieres más sabor, pincela cada pieza con la 1/4 de taza reservada justo antes de servir.
Marinado: técnica y seguridad alimentaria
Marinar en frío es la opción más segura: coloca la marinada y el pollo en una bolsa sellada o en un recipiente con tapa y guarda en la nevera. Evita dejar el pollo marinar a temperatura ambiente, especialmente si planeas más de una hora, por razones de seguridad alimentaria.
La acidez del vinagre y el limón ayuda a realzar la textura superficial de la carne, pero no “cocina” el pollo de forma significativa en el tiempo de marinado propuesto; por eso es imprescindible alcanzar la temperatura interna adecuada en el horneado —74 ºC junto al hueso— para garantizar seguridad y jugosidad.
Si reservas parte de la salsa para servir, asegúrate de no mezclarla con la marinada que ha estado en contacto con la carne cruda; la porción reservada debe sazonarse por separado y mantenerse refrigerada hasta el momento de usarla.
Horneado y control del dorado
El uso de una bandeja oscura y del nivel del horno indicado favorece el dorado. Cada horno varía: algunos dorsales calientan más por arriba, otros por debajo. Por eso recomiendo vigilar la segunda mitad del horneado y usar el grill brevemente si es necesario.
Si las piezas comienzan a oscurecerse demasiado rápido, coloca papel de aluminio suelto sobre la bandeja para evitar un exceso de color sin cortar la cocción interior. No tapes herméticamente, la circulación de calor es importante para mantener la piel crujiente.
Comprueba la cocción con un termómetro digital insertado junto al hueso; la textura al tacto es orientativa, pero la lectura es la garantía de que la carne está lista y segura para su consumo.
Notas, variantes y conservación
He agrupado aquí las sugerencias de alternativas y cómo conservar las sobras. Estas indicaciones están basadas en la receta original y en mi experiencia personal, con la intención de ofrecer opciones prácticas según lo que tengas en la despensa.
Variantes: puedes sustituir los muslos por 8–10 contramuslos (con hueso y piel) si prefieres piezas con más carne; el tiempo de horneado será similar pero conviene vigilar la temperatura interna. Para un perfil más oriental prueba una marinada dulce y salada distinta, pero en ese caso renuncia al chimichurri reservado para no enmascarar sabores.
Si quieres cambiar hierbas, mantén el perejil como base y sustituye las cebolletas por 1/2 taza de albahaca o cilantro para notas distintas. Para mayor intensidad usa 1/3 taza de cebolla roja o un chalote en lugar de las cebolletas; aportan más cuerpo y sabor.
Control del picante: ajusta los copos de guindilla al gusto o añade una guindilla fresca al procesador para un picante más vivo. Recuerda que el picante se integra con el tiempo de reposo y se percibe más tras el horneado.
Conservación de sobras: deja que el pollo se enfríe a temperatura ambiente máximo 1 hora, envuélvelo o guárdalo en un recipiente hermético y refrigera hasta 3–4 días. Para congelar, separa en raciones y congela hasta 3 meses; descongela siempre en la nevera antes de recalentar.
Recalentado: lo mejor es recalentar en horno a 160–170 ºC hasta que vuelva a 74 ºC interno para conservar textura; en microondas pierde crujiente. Si reservas salsa, añádela fría o tibia al servir para recuperar frescura.
Tabla nutricional
Valores por ración (estimación): la tabla refleja el cálculo original, con la suposición de que se consume aproximadamente la mitad del aceite y la sal indicada.
| Nutriente | Cantidad por ración |
|---|---|
| Calorías | 311 kcal |
| Grasas | 21 g (Saturadas 4 g) |
| Colesterol | 105 mg |
| Sodio | 300 mg |
| Potásio | 325 mg |
| Hidratos de carbono | 2 g (Fibra 1 g, Azúcar 1 g) |
| Proteína | 29 g |
| Vitamina A | 769 IU |
| Vitamina C | 12 mg |
| Calcio | 35 mg |
| Hierro | 1 mg |
Estos datos son estimaciones y sirven como guía. Si necesitas un cálculo preciso por condiciones médicas, te recomiendo ajustar según los ingredientes exactos que uses y las porciones finales.
Preguntas frecuentes
Añado respuestas a dudas habituales basadas en la práctica: cómo modificar tiempos, alternativas y seguridad en la manipulación.
¿Puedo preparar la marinada con antelación?
Sí. Puedes preparar la marinada y conservarla en la nevera hasta 24 horas antes; no obstante, la porción que vayas a usar para pincelar al final debe reservarse aparte y mantenerse fría hasta el servicio. La marinada que ha estado en contacto con carne cruda no debe reutilizarse sin cocción.
Si haces la marinada con demasiada antelación, las hierbas pueden perder algo de su viveza; por eso recomiendo prepararla el mismo día o la noche anterior como máximo.
Para reducir trabajo el día de la comida, marina los muslos la noche anterior: el resultado en sabor será más profundo y consistente.
¿Cuánto tiempo debo marinar como mínimo?
El mínimo útil es 1 hora para que las hierbas y los ácidos aporten sabor a la superficie. Entre 4 y 12 horas es ideal si quieres más penetración aromática. No recomiendo marinar más de 24 horas porque la textura puede verse ligeramente alterada por la acidez.
Si tienes prisa, incluso 30 minutos aporta algo de sabor, pero la diferencia más notable la notarás con varias horas de reposo en frío.
¿Cómo adaptar la receta para menos raciones?
Reduce las cantidades conservando las proporciones; por ejemplo, para 4 raciones divide las cantidades aproximadamente por 2,5. Ajusta la cantidad de sal con cuidado y prueba la marinada antes de verterla sobre todo el pollo. Para tiempos de horneado, vigila con un termómetro: la temperatura interna es la referencia más fiable.
Si usas piezas más pequeñas, resta 5–10 minutos de cocción y comprueba la temperatura interna para evitar secar la carne.
¿Puedo hacer esta receta sin procesador?
Sí, aunque el resultado será más rústico: pica finamente el perejil, las cebolletas y el ajo con un buen cuchillo hasta obtener una mezcla lo más homogénea posible, luego emulsiona con el aceite y los ácidos batiendo con un tenedor o un batidor pequeño. La textura será distinta pero igualmente sabrosa.
La clave es que las hierbas queden troceadas y bien mezcladas con el aceite para que se adhieran al pollo durante el marinado.
¿Cómo conseguir piel realmente crujiente?
Para máxima crujiente, seca la piel con papel de cocina antes de aplicar la marinada sobre la carne (no sobre la piel si quieres que ésta se mantenga crujiente). Hornea a la temperatura indicada y usa el grill los últimos minutos. Si vas a pincelar con la salsa reservada, hazlo justo al servir para no ablandar la piel durante el reposo.
En resumen: piel seca + calor alto al final + grill breve = crujiente duradera.







