Receta: Tacos de Salsa Chicken en Olla Lenta o Instant Pot

Pollo tierno y salsa fácil: preparo estos tacos en Instant Pot u olla lenta. Te explico ingredientes, pasos claros, variantes y conservación para un resultado siempre jugoso y adaptable a tus toppings favoritos.

Esta versión de salsa chicken es una de mis soluciones rápidas y fiables para la cena: sencillo, sabroso y versátil. La preparo tanto en Instant Pot como en olla lenta según el tiempo disponible; el resultado es siempre pollo tierno que funciona igual de bien en tacos, burritos, quesadillas o como topping para nachos.

Ficha de la receta

Tiempo de preparación: 10 minutos

Tiempo de cocción: 25 minutos (Instant Pot) / 5–6 horas (olla lenta)

Listo en: 35 minutos (Instant Pot)

Raciones: 5

Calorías por ración: 288 kcal

Imagen: omitida en esta versión para cumplir el formato de publicación.

Ingredientes

Para el pollo y la salsa

Uso pechugas de pollo sin piel y sin hueso como base porque se desmenuzan con facilidad y absorben la salsa. En la receta original aparecen 1 1/2 libras de pechuga (aprox. 680 g); si prefieres contramuslos, también funcionan siempre que elimines el exceso de grasa antes de cocinar.

El perfil de sabor se construye con especias sencillas: polvo de chile ancho, comino molido y cilantro en polvo, además de ajo picado. Es importante no excederse con la sal al inicio porque muchas salsas comerciales ya contienen sal: yo comienzo con una cantidad reducida y rectifico al final.

La salsa empleada es una salsa envasada, idealmente asada (fire roasted) para añadir matices ahumados que elevan el conjunto sin complicaciones. Si optas por una salsa casera, puede que necesites añadir un cuarto de taza de caldo para compensar la menor cantidad de líquido.

  • 1 1/2 lbs pechuga de pollo deshuesada y sin piel (≈680 g)
  • 2 cucharaditas polvo de chile ancho
  • 1 cucharadita comino molido
  • 1/2 cucharadita cilantro molido
  • Sal y pimienta negra recién molida (empezar con 1/4 cucharadita de cada una)
  • 1 diente de ajo, picado
  • 1 taza de salsa envasada, tipo fire roasted
  • 2 cucharadas cilantro fresco picado

Para servir

El atractivo de estos tacos está en los contrastes: tortillas suaves, queso fundente y elementos frescos que aportan textura y acidez. Puedes elegir maíz o trigo según la preferencia; las de maíz son más ligeras y tradicionales, las de harina admiten mejor el desmenuzado y el queso.

Para montar los tacos me gusta disponer los topping por separado para que cada comensal ajuste al gusto: lechuga rallada, tomates cortados en cubitos, aguacate o guacamole, queso rallado tipo Monterey Jack o mezcla mexicana, y una cucharada de nata agria o yogur si se desea cremosidad.

No olvides el toque final con cilantro fresco y una salsa picante si te va el picante. Si vas a llevarlos a una reunión, guarda las salsas y los vegetales por separado hasta el último momento para evitar que las tortillas se empapen.

  • 10 tortillas (maíz o harina), calentadas
  • Queso rallado (Monterey Jack o mezcla mexicana)
  • Lechuga romana rallada
  • Tomates Roma en cubos
  • Aguacate o guacamole
  • Nata agria o crema agria (opcional)
  • Salsa picante al gusto (opcional)

Preparación e instrucciones

Preparación previa y montaje

Antes de empezar, preparo todos los ingredientes: pico el ajo, mezclo las especias en un bol y tengo la salsa lista. Si uso pechugas muy gruesas las corto por la mitad horizontalmente para que el calor penetre de forma uniforme.

Si vas a cocinar en olla lenta y tienes tiempo, la técnica permite una textura distinta: el pollo queda meloso y se deshace con facilidad. En Instant Pot la ventaja es la velocidad sin renunciar a la ternura cuando el pollo se cocina con líquido suficiente.

Procuro calentar las tortillas en una sartén con un poco de aceite de oliva para que queden ligeramente doradas; si las calientas al microondas las apilo y las cubro con un paño para mantener la humedad. El ensamblaje lo hago justo antes de servir para conservar textura y temperatura.

Instrucciones paso a paso (Instant Pot y Olla lenta)

  1. Coloca las pechugas en la cubeta del Instant Pot o en la olla lenta extendidas en una sola capa.
  2. En un bol pequeño mezcla el polvo de chile, el comino, el cilantro molido, 1/4 cucharadita de sal y 1/4 cucharadita de pimienta. Si tu salsa es muy salada, mantén la sal baja para no pasarte.
  3. Espolvorea la mezcla de especias sobre ambas caras del pollo y reparte el ajo picado encima.
  4. Vierte la taza de salsa sobre el pollo hasta cubrirlo parcialmente; no hace falta cubra por completo, con el vapor y el líquido será suficiente.
  5. Si usas Instant Pot: cierra la tapa, coloca la válvula en posición de sellado y programa en función “poultry” o “manual” durante 13 minutos. Deja que finalice el ciclo y realiza liberación rápida según las indicaciones del fabricante.
  6. Si usas olla lenta: cocina en baja temperatura durante 5 a 6 horas. Esto garantiza un pollo más tierno y jugoso; evita la cocción a alta temperatura para carne de pollo en este aparato.
  7. Extrae el pollo y deja reposar unos minutos sobre una tabla. Con dos tenedores desmenúzalo hasta obtener tiras o hebras.
  8. Devuelve el pollo desmenuzado a la salsa en la olla o Instant Pot, añade el cilantro picado y mezcla para que el pollo se impregne bien. Prueba y ajusta de sal si hace falta.
  9. Escurre ligeramente el exceso de líquido antes de colocar el pollo en las tortillas para evitar que queden empapadas.
  10. Rellena cada tortilla con pollo, añade queso, lechuga, tomate, aguacate y la salsa al gusto. Sirve inmediatamente.

Notas, variantes y conservación

Consejos prácticos

He probado esta receta numerosas veces y lo que siempre marco como esencial es el control de la sal: empezar con poco y rectificar al final. Las salsas comerciales varían mucho en sal y en intensidad de sabor.

Si quieres un resultado con más cuerpo, dora ligeramente las pechugas en una sartén antes de introducirlas en la olla: no es imprescindible, pero añade sabor. En Instant Pot no es necesario, pero sí aporta una capa extra de sabor si dispones de tiempo.

Para evitar tortillas empapadas, es importante dejar escurrir el pollo tras desmenuzarlo y no saturar la tortilla con demasiado líquido. También puedes poner primero el queso para crear una barrera que ayude a mantener la humedad fuera de la masa.

Variantes sencillas

Si prefieres muslos de pollo utilízalos; tienen más grasa y resultan especialmente jugosos. Recuerda retirar la grasa visible antes de cocinar para obtener un sabor más limpio.

Para una versión más fresca puedes sustituir la salsa envasada por una salsa de tomate natural con jalapeño y cebolla asada —añade 60–80 ml de caldo si la salsa casera tuviera menos líquido que la comercial.

También puedes transformar el relleno en una opción baja en carbohidratos sirviendo el pollo sobre hojas grandes de lechuga o en bowl con arroz integral y frijoles negros en lugar de tortillas.

Conservación y recalentado

Guarda el pollo ya desmenuzado en un recipiente hermético en el frigorífico hasta 3–4 días. Conserva las salsas y los toppings por separado cuando sea posible para mantener la textura.

Para recalentar, hazlo a fuego muy suave en una sartén tapada o en el microondas con una tapa apta para conservar humedad; si está seco añade una cucharada de agua o caldo y mezcla para recuperar jugosidad.

Si necesitas congelarlo, coloca el pollo en un recipiente apto para congelador hasta 3 meses. Descongela en el frigorífico antes de recalentar y ajusta sazón al calentar, ya que los sabores pueden suavizarse tras la congelación.

Tabla nutricional

Los valores nutricionales son estimaciones por ración e incluyen las tortillas de maíz. Los toppings no están contabilizados en esta tabla.

Concepto Por ración
Calorías 288 kcal
Grasas 5 g (Saturadas 1 g)
Colesterol 87 mg
Sodio 561 mg
Potasio 771 mg
Hidratos de carbono 27 g (Fibra 4 g, Azúcar 2 g)
Proteínas 30 g
Vitamina A 540 IU
Vitamina C 3.1 mg
Calcio 71 mg
Hierro 1.8 mg

Ten en cuenta que los valores varían según la marca de salsa y el tipo de tortilla. Si controlas el sodio, elige una salsa baja en sal o reduce la cantidad para ajustar el resultado final.

Preguntas frecuentes

¿Puedo usar pollo congelado en la olla a presión?

En teoría sí, pero yo no lo recomiendo para esta receta: al cocer desde congelado es más difícil garantizar que las pechugas se cocinen de forma uniforme y la textura puede quedar menos homogénea.

Si decides hacerlo por necesidad, aumenta el tiempo de cocción y asegúrate de que el pollo alcance una temperatura segura en el centro. Sin embargo, mi preferencia es descongelarlo previamente para obtener mejor resultado.

En olla lenta evítalo: introducir pollo congelado puede incrementar el tiempo en zona de riesgo para la proliferación bacteriana antes de que alcance temperatura adecuada.

¿Puedo hacer una doble ración alterando el tiempo?

He doblado esta receta en ocasiones; en olla lenta suele funcionar bien sin cambiar el tiempo, siempre que la carne quede dispuesta de modo uniforme y no sobrecargues el aparato.

En Instant Pot, si la cubeta queda muy llena, la presión y la distribución del calor pueden variar. Procura no superar la línea máxima del fabricante y, si dudas, cocina en dos tandas para mantener textura y seguridad.

Si quieres conservar el líquido de cocción para salsas posteriores, coloca una espátula entre las piezas de pollo para permitir que el vapor circule mejor y ahorrar tiempo en la cocción.

¿Qué salsa es la más recomendable?

Para mí la ideal es una salsa asada envasada (fire roasted) porque aporta un ligero ahumado y consistencia. Evito salsas excesivamente dulces o con sabores muy marcados que eclipsen las especias.

Si preparas salsa casera, vigila la consistencia: si queda muy espesa añade un poco de caldo; si es demasiado líquida deja reducir antes de añadir al pollo para concentrar sabor.

Recuerda que la sal suele ser la variable más conflictiva entre salsas; ajusta la sal final siempre probando tras desmenuzar el pollo.

¿Puedo sustituir las tortillas por otra base?

Sí: esta preparación funciona muy bien sobre hojas de lechuga para una opción baja en carbohidratos, o sobre arroz para un plato tipo bowl. También resulta excelente en nachos o como relleno de enchiladas si la salsa lo permite.

Si sustituyes por arroz, añade un componente cremoso como aguacate o crema para equilibrar la textura. Para nachos, reparte el pollo y gratina con queso para lograr un acabado crujiente y fundente.

En todos los casos ajusta la cantidad de líquido en la cocción para que la textura final del pollo se conserve según el uso que le vayas a dar.

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Lucia Gomez

Lucía Gomez es cocinera doméstica avanzada y redactora gastronómica centrada en cocina accesible: rápidas, saludables, repostería y batch cooking. Su metodología prioriza ingredientes asequibles, técnicas replicables y tiempos verificados en cocina real. Cada receta incluye lista de ingredientes clara, pasos numerados, variantes por alergias o preferencias y consejos de presentación sin artificios. Lucía dirige la línea editorial de fichas “smart” con tarjeta de información (porciones, tiempos, conservación) y tablas de nutrición aproximada. Apuesta por la recuperación de recetas tradicionales con enfoques modernos (airfryer, olla lenta) y por minimizar desperdicio con reaprovechamientos. Su comunidad valora su tono cercano, los resultados consistentes y su obsesión por testear medidas y horneados para evitar errores comunes.

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