Cómo hacer una presentación PechaKucha: guía paso a paso

PechaKucha: 20 diapositivas × 20 segundos. Guía práctica para estructurar, temporizar en PowerPoint y adaptar el formato, con checklist, tabla comparativa y respuestas a dudas frecuentes.

PechaKucha: el problema que resuelve y la solución que propongo

He visto muchas presentaciones que se eternizan, con diapositivas sobrecargadas y público desconectado. El reto habitual es transmitir lo esencial sin perder la atención ni dedicar horas extra a preparar material innecesario.

La solución que recomiendo es el formato PechaKucha: 20 diapositivas de 20 segundos cada una, un total de 400 segundos (6 minutos y 40 segundos). Ese límite obliga a priorizar, estructurar y entregar solo lo que importa, dejando tiempo para preguntas y debate.

En este artículo explico qué es exactamente, por qué funciona, cómo montarlo paso a paso con PowerPoint y Google Slides, y qué Precauciones tener para no forzarlo cuando no procede. Hablo desde la experiencia práctica: cómo reduzco contenido, configuro el temporizador y gestiono la sesión de preguntas.

Qué es PechaKucha y por qué funciona

Origen y formato

PechaKucha toma su nombre del japonés para referirse al ‘chit‑chat’ o charla breve. Su formato estandarizado es simple: 20 diapositivas y 20 segundos por diapositiva. Esa rigidez define tanto su ventaja como sus límites.

La suma, 400 segundos, concentra el núcleo del mensaje. No es una regla sagrada para todos los contextos, pero sí un marco útil para quien necesita comunicar ideas con precisión y sin distracciones.

Personalmente empleo el formato como una herramienta de disciplina: obliga a dividir el contenido en 20 piezas manejables y evita la tendencia a alargar explicaciones irrelevantes.

Ventajas prácticas del formato

Lo primero que noto al preparar una PechaKucha es la exigencia de simplificar. Cada bloque de 20 segundos debe expresar una idea completa y, preferiblemente, visual. Esto mejora la claridad y la retención del público.

Además, la limitación temporal reduce el tiempo de preparación en comparación con presentaciones tradicionales que se dilatan. Si das muchas charlas, esto es un ahorro real: preparas lo esencial y dedicas la sesión restante a preguntas y respuestas.

Otra ventaja es que fomenta la interacción. Presento lo más importante en los primeros 400 segundos y luego abro la discusión; así los asistentes obtienen las respuestas que realmente buscaban.

Limitaciones inherentes

No todas las presentaciones encajan. Si tu objetivo es exponer gran cantidad de datos, tablas y gráficas detalladas, el formato se queda corto: el público no tendrá tiempo de procesar información densa en 20 segundos.

Asimismo, para análisis profundos o docencia técnica que requiere paso a paso, una PechaKucha pura no es adecuada. En esos casos, prefiero mantener la filosofía de concisión en secciones concretas, no en todo el acto.

Por último, si tu audiencia necesita evaluar múltiples conceptos complejos, conviene optar por un formato tradicional o combinar PechaKucha con sesiones complementarias más largas.

Preparar y configurar una PechaKucha: guía paso a paso

Cómo estructuro las 20 diapositivas

Primero defino el mensaje central y lo divido en 20 ideas, cada una con un propósito claro: introducción, puntos claves y cierre rápido. No intento meter subpuntos; cada diapositiva debe tener una sola idea fuerte.

Al diseñar la diapositiva, priorizo la imagen o el gráfico sobre el texto. Evito listas densas y uso palabras sueltas o frases de impacto que la voz complemente. La diapositiva actúa como ilustración, no como guion.

En mi rutina reviso cada bloque de 20 segundos en voz alta. Si no puedo explicar la idea con fluidez en ese tiempo, simplifico la idea o la combino con otra diapositiva. El ensayo vocal revela redundancias y tiempos muertos.

Configurar el temporizador en PowerPoint

PowerPoint permite automatizar el avance cada 20 segundos. Selecciono las 20 diapositivas, voy a la pestaña Transiciones, desmarco “Al hacer clic con el mouse” y activo “Después”, fijando 20 segundos. Así las diapositivas avanzan automáticamente.

Si la sesión dispone de temporizador en escenario, puedo avanzar manualmente; en ese caso sincronizo mi ritmo con el contador. Si optas por la automatización, prueba la reproducción completa para verificar que las pausas y transiciones coinciden con tu voz.

En presentaciones formales suele haber un contador en el escenario. Si existe, sirve como respaldo: puedes avanzar manualmente y confiar en la señal visual. Si no, la automatización de PowerPoint es la opción más segura para no exceder el tiempo.

Opciones con Google Slides y alternativas

Google Slides no ofrece un intervalo de 20 segundos desde la opción “Publicar en la web”; los incrementos disponibles no incluyen 20 segundos. Por tanto, no es posible establecer una reproducción automática a 20 segundos directamente desde esa función.

Una solución sencilla es exportar la presentación de Google Slides a formato PowerPoint y aplicar allí la configuración de 20 segundos por diapositiva. De este modo, mantienes tu diseño en Slides y aprovechas las opciones de temporización de PowerPoint.

Otra alternativa es usar tu propio temporizador o el contador del escenario y avanzar manualmente, aunque esto exige práctica para no quedar desincronizado. Pruebo siempre ambas opciones antes del evento para elegir la más fiable según el entorno.

Adaptaciones, errores comunes y cómo evitarlos

Cuándo no usar PechaKucha (y qué hacer en su lugar)

Evita PechaKucha si la presentación requiere que el público analice múltiples gráficos o tablas complejas. En esos casos, una presentación tradicional con tiempo para explicar datos es más apropiada.

Tampoco funciona cuando la audiencia necesita formación detallada paso a paso: la velocidad impide detenerse lo suficiente en cada punto. Para formación técnica prefiero sesiones segmentadas con ejemplos y práctica.

Si tu tema es extenso, considera usar PechaKucha para la parte expositiva y reservar las explicaciones técnicas para una segunda sesión o un bloque de preguntas ampliado.

Errores frecuentes y correcciones prácticas

El error más común es saturar las diapositivas con texto. En PechaKucha esto es especialmente contraproducente: el público no puede leer y escuchar al mismo tiempo en 20 segundos. La corrección es clara: sustituye texto por imágenes y apoya con tu narración.

Otro fallo es no ensayar con el temporizador. Sin ensayo es fácil hablar demasiado o quedarse corto. Ensaya en voz alta con la automatización o con el contador del escenario hasta afinar los tiempos.

También hay quien interpreta el formato de forma rígida y sacrifica claridad por ritmo. Recuerda que la intención es comunicar lo esencial; si una idea requiere más tiempo, replantea su alcance o combínala con otra diapositiva coherente.

Extender la filosofía PechaKucha sin romperla

No tienes por qué limitarte estrictamente a 20 diapositivas si el tema exige más espacio. Puedes crear una versión ampliada manteniendo la filosofía: diapositivas concisas, ritmo controlado y énfasis en lo visual.

La estrategia que uso con temas largos es agrupar ideas en bloques PechaKucha de 20 diapositivas y separarlos con pausas o ejercicios breves. Así mantienes el dinamismo sin perder profundidad.

En resumen, aplica los principios: dividir en piezas simples, priorizar imágenes y ensayar. Si necesitas más minutos, hazlo por diseño, no por descuido.

Checklist práctico, tabla comparativa y conclusiones

Checklist final antes de subir al escenario

Compruebo que tengo exactamente 20 diapositivas relevantes y que cada una comunica una idea única. Si hay dudas, quito y combino hasta lograr coherencia.

Configuro PowerPoint para avanzar automáticamente a 20 segundos por diapositiva o verifico el contador de escenario. Hago una reproducción completa y cuento los 400 segundos para asegurarme de que todo encaja.

Ensayo en voz alta, preferiblemente grabándome. Repaso las transiciones y simplifico cualquier diapositiva que me obligue a leer en lugar de narrar. Finalmente, planifico el tiempo para preguntas tras los 400 segundos.

Tabla comparativa: configuración y pros/contras

La siguiente tabla resume ventajas y limitaciones de las opciones más habituales. Úsala para elegir según el contexto y los recursos disponibles.

Opción Cómo configurarla Pros Contras
PowerPoint Seleccionar todas las diapositivas → Transiciones → desactivar “Al hacer clic” → activar “Después” a 20 s Automatización fiable; control exacto del tiempo Dependiente del dispositivo y la versión de PowerPoint
Google Slides Publicar no permite 20 s; exportar a PowerPoint y aplicar temporización Fácil edición colaborativa; se puede convertir No permite 20 s desde “Publicar”; requiere exportación para automatizar
Avance manual / temporizador de escenario Sin automatización; ajustar ritmo al contador del evento o a un cronómetro propio Flexible; útil cuando hay un temporizador en el escenario Requiere práctica para no desincronizarse

Consulta la tabla y elige la opción que minimice riesgos en tu entorno: si hay contador en el escenario, el avance manual puede ser suficiente; si no, automatiza en PowerPoint.

Conclusiones prácticas

PechaKucha es una herramienta eficaz cuando necesitas comunicar con precisión y mantener la atención. Su fuerza proviene de la restricción: obliga a priorizar y a diseñar diapositivas como apoyo visual, no como guion.

Para que funcione en la práctica debes preparar 20 ideas claras, priorizar imágenes y ensayar con el temporizador. Si usas Google Slides, exporta a PowerPoint para aplicar la temporización de 20 segundos.

Si tu objetivo exige análisis en profundidad o datos complejos, no fuerces el formato; adapta su filosofía en bloques o elige un formato tradicional. En cualquier caso, planifica siempre tiempo para preguntas: es donde el público obtiene el valor que busca.

Preguntas frecuentes

¿Cuánto dura exactamente una PechaKucha y por qué ese límite?

Una PechaKucha dura 400 segundos, es decir, 20 diapositivas de 20 segundos cada una (6 minutos y 40 segundos). Ese límite se diseñó para concentrar el mensaje y evitar presentaciones largas.

El propósito práctico es forzar la claridad: con 20 segundos por idea, hay que elegir únicamente lo esencial. En mi experiencia, esa presión mejora el ritmo y la atención del público.

Si necesitas más tiempo, es preferible ampliar conscientemente la estructura o usar varios bloques, no alargar cada diapositiva más de 20 segundos sin justificación.

¿Puedo usar mucho texto en las diapositivas?

No es recomendable. El formato exige imágenes o elementos visuales que la narración complete. Diapositivas con texto denso obligan al público a leer cuando debería escuchar.

Mi regla práctica: una idea por diapositiva, con máximo una frase breve o un título de apoyo. El resto lo explico oralmente en los 20 segundos asignados.

Si una diapositiva necesita una lista o datos, planteo dividirla en varias diapositivas para mantener la claridad y el ritmo.

¿Y si mi presentación necesita tablas y gráficos detallados?

Si los datos requieren análisis pausado, PechaKucha no es la mejor opción. Para presentaciones con muchas tablas, el formato convencional permite más tiempo por pantalla y pausas para interpretación.

Una alternativa útil es usar PechaKucha para la visión general y reservar una sección posterior para mostrar los gráficos en detalle o programar una sesión técnica separada.

En eventos con tiempo limitado, anuncio de antemano que ampliarás la información técnica fuera del bloque PechaKucha para que los asistentes sepan dónde profundizar.

¿Cómo me aseguro de no desincronizarme con las diapositivas?

Ensayar en voz alta con la automatización o con el temporizador del escenario es imprescindible. La práctica te permitirá ajustar ritmo y elegir dónde respirar o pausar brevemente.

Si usas PowerPoint, la automatización a 20 segundos por diapositiva es la opción más estable. Si dependes de un temporizador humano o del contador del evento, sincroniza varias veces antes de salir al escenario.

Finalmente, graba uno o dos ensayos: escucharás dónde te extiendes y podrás recortar frases sin sacrificar sentido.

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Alvaro Ramos

Álvaro Ramos es editor de tecnología centrado en IA, ciberseguridad, software y hardware de consumo. Analiza tendencias con impacto práctico: productividad, privacidad y empleo. Es conocido por sus guías paso a paso y revisiones que miden utilidad real por caso de uso, no por fichas de marketing. En seguridad traduce buenas prácticas a acciones simples; en IA evalúa límites y sesgos, proponiendo flujos responsables. Lidera las series “Empieza con el tema” y “Herramientas que sí ahorran tiempo”, así como comparativas de servicios y dispositivos. Su estilo es directo, orientado a resultados y al ahorro de tiempo, con recomendaciones claras para diferentes niveles de usuario.

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